“El pueblo debe prevalecer sobre el capital. La política se trata de intereses a los cuales el Gobierno sirve, ¿a las élites o a las mayorías? ¿El capital o la humanidad? ¿El mercado o la sociedad?”.
Rafael Correa (2014)
Rafael Correa dejó estampada su indeleble huella en la memoria histórica de su país y de sus conciudadanos a través de su maciza obra gubernamental, política, social, económica y cultural. Es así como este joven economista se propuso, hace años, acabar con la inestabilidad, el desgobierno y la corrupción que desde el año 1996, con Abdalá Bucaram como primer mandatario, desangraba a esta nación. El mejor antídoto para esos males fue la creación del partido Alianza País que finalmente, el 15 de enero de 2007, consiguió catapultar a la primera magistratura a su principal ideólogo y figura. Revisemos, entonces, las obras que devolvieron la esperanza a la ciudadanía ecuatoriana bajo la década ganada de aquel sueño que se transformó en una realidad denominada Revolución Ciudadana, encabezada por el ex mandatario.
Derrumbe de la partidocracia
Las políticas neoliberales establecidas desde principios de la década de 1990, dieron paso al salvataje bancario a principios de marzo de 1999, la quiebra del sistema financiero y, finalmente, la peor crisis económica de la historia nacional con la pérdida de la moneda nacional en el año 2000.
La inestabilidad política de los gobiernos de derecha provocó la salida de tres presidentes en apenas diez años, destituidos en medio de revueltas populares por la grave situación: Abdalá Bucaram, el 5 de febrero de 1997, Jamil Mahuad, el 21 de enero de 2000, y Lucio Gutiérrez, el 20 de abril de 2005.
Ante ese escenario, Rafael Correa, economista, catedrático universitario y líder del naciente Movimiento Alianza País, se presenta como candidato presidencial para las elecciones. El 26 de noviembre de 2006 vence en segunda ronda con 56,67 por ciento de los votos al empresario Álvaro Noboa, quien abogaba por la libre empresa, no intervención estatal y la sumisión a los Estados Unidos con la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC).
Por su parte, Correa propugnaba por un rol más decisivo del Estado, no al TLC con los EE.UU., generación de empleo a través de obras públicas, incremento del monto de subsidios a los más necesitados, facilitar el crédito para producción y vivienda con tasas preferenciales y a largo plazo.
Ese cambio de las estructuras comenzó con el llamado a Asamblea Constituyente (ANC), mediante el decreto 002 firmado una vez asumió la presidencia de la República, iniciativa que obtuvo el 81,5 por ciento de respaldo el 15 de abril de 2007.
En las elecciones de asambleístas constituyentes, el movimiento Alianza PAIS de Correa alcanzó 80 de las 130 curules en disputa. Así, la ANC que contaba con plenos poderes permitió a los asambleístas definir la constitución y emitir mandatos con fuerza de ley al disolverse el Congreso Nacional. Representó un escenario ideal para desplegar el proyecto radical de cambio y redefinir las correlaciones de fuerzas políticas.
A fines de julio de 2008 el Tribunal Supremo Electoral ratificó el llamado a referendo, que se realizó el 28 de septiembre, donde el Sí obtuvo el 63,93 frente al No con 28,10 por ciento. Tras refundar el texto, se convocó a elecciones generales para el 26 de abril 2009, en las que Correa se impuso en la primera vuelta con el 51,99 por ciento. A partir de ese año, la Revolución Ciudadana ha tenido otros triunfos electorales: una consulta popular y las elecciones generales de 2013, en las que consiguió la reelección con el 57,17 por ciento de los votos.
Revolución Constitucional
Desde el 2007 hasta mayo 2015, en Ecuador se aprobaron más de 190 leyes para transformar las relaciones de poder e impulsar garantías sociales a todos los ciudadanos. Esa cantidad de leyes se distribuyeron de la siguiente manera: 27 por ciento en modelos de desarrollo, 24 por ciento en reorganización del poder y reconocimiento de la participación ciudadana, 18 por ciento en derechos del Buen Vivir, otro 18 por ciento para la recuperación de las facultades del Estado y nueva organización territorial, un 12 por ciento en Estado y un 1 por ciento en otros intereses de acuerdo a un informe de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo.
Asimismo, en 2016 el Estado aprobó otras seis leyes de las que destacaban las de Presentación y Control de las Declaraciones Patrimoniales Juradas, Equilibrio de las Finanzas Públicas y la de Solidaridad y Corresponsabilidad Ciudadana para la Reconstrucción y Reactivación de las Zonas Afectadas por el Terremoto del 16 de abril de 2016.
Pobreza
En 2007, el porcentaje de personas pobres por ingreso era de 36,7 por ciento, cifra que descendió hasta llegar al 23,3 por ciento en 2015, lo que indicó que más de un millón de ecuatorianos superaron la pobreza; en el caso de la pobreza extrema, Ecuador registró un descenso de ocho puntos porcentuales desde el 2007, ubicándose, en 2015 en 8,5%, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos en su encuesta nacional del año 2015.
La pobreza por ingresos urbana y rural experimentó un descenso significativo. La urbana tuvo una baja del 24,3 al 16,4 por ciento mientras que la rural se desplomó del 61,3 al 35,3 por ciento, evidenciando que cada vez había menos pobres en las ciudades y los campos.
Reducción de la desigualdad
El crecimiento económico benefició a los ecuatorianos. La relación del ingreso promedio del 10 por ciento más rico en relación al 10 por ciento más pobre, en número de veces, bajó 42 a 25, acortando la brecha entre quienes reciben más ingresos y los que menos dinero perciben, es decir, entre 2007 y 2015, el quintil más pobre duplicó su ingreso mensual per cápita.
Ecuador es uno de los países que más redujo la desigualdad en América Latina. Entre 2007 y 2013, el país suramericano bajó su coeficiente de Gini en 6 puntos (del 0,55 al 0,49), mientras en el mismo lapso Latinoamérica lo redujo apenas dos puntos (0,52 al 0,50).
Educación
El acceso a educación básica pasó de 91,2 por ciento en 2006 a 95,6 por ciento en 2012, el bachillerato pasó de 47,9 por ciento en 2006 a 63,9 por ciento en 2012. De 2007 a 2014 la matrícula de estudiantes de educación superior pasó de 2 millones a 3.479.000 estudiantes y alrededor de 7.000 ecuatorianos cursaban en esos años carreras de profesionalización en las mejores universidades del mundo mediante un programa de becas, que bordeaba el dos por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Entre 2007 y 2015, la matrícula de la población más pobre incrementó seis puntos porcentuales, pasando del 89,0 por ciento a 95,4 por ciento.
En educación superior, Ecuador invirtió 2,00 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), superando a Bolivia, Paraguay y Uruguay, que se encuentraban por debajo del 2 por ciento. Una señal de esa inversión fue la cantidad de becas, que en el período de 2007 al 2015 llegó a 14 mil 276 estudiantes, en contraste con apenas los 237 estudiantes que lograron una beca desde el año 1995 al 2006.
El Gobierno de Rafael Correa destinó más de mil millones de dólares para nuevas universidades: la Universidad de las Artes, la Universidad Regional Amazónica; la Universidad Nacional de Educación; y el proyecto Yachay.
Economía
Uno de los aspectos más significativos de la Revolución Ciudadana fue la estabilidad y el crecimiento económico. A pesar de la crisis del capitalismo mundial, Ecuador creció en promedio del PIB con 3,9 por ciento entre 2007 y 2015, comparado con el 2,9 por ciento de Latinoamérica, de acuerdo con el balance presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en diciembre de 2015. Eso permitió que el Gobierno haya destinado el 9,0 por ciento de su PIB para inversión pública.
Uno de los problemas que tuvo el Ecuador previo a la llegada de Correa fue la gran evasión de impuestos. Desde el 2000 hasta el 2006, los tres gobiernos de ese período recaudaron apenas 21 mil 338 millones de dólares, mientras que la Revolución Ciudadana triplicó esa cifra, con 88 mil 177 millones de dólares, según datos del Servicio de Rentas Internas.
Ecuador mantuvo bajos índices de inflación con la Revolución Ciudadana. En 2015 registró una inflación anual de 3,67 por ciento frente al 2,70 por ciento de 2013, según un reporte del Índice de Precios al Consumidor (IPC), publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Desempleo y seguridad social
Las cifras de desempleo fueron motivo de orgullo para el Gobierno ecuatoriano tras poseer la tasa más baja de Sudamérica con 4,3 por ciento el año 2015, por debajo de Perú, Argentina y Chile, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
Otro indicador de justicia social es el salario básico, que antes de la Revolución Ciudadana era de 160 dólares, con Correa se incrementó a 366 dólares. “El salario antes cubría el 40 por ciento de la canasta básica, mientras que ahora cubre el 100 por ciento. Por eso decimos que es un salario digno”, afirmaba en aquel entonces Pabel Muñoz, titular del Senplades.
La cobertura de la seguridad social para los empleados a escala nacional presentó una tendencia creciente. En el 2015, el 67 por ciento de los ocupados plenos poseían afiliación a la seguridad social (IESS) frente al 43,6 por ciento de junio de 2013 y el 26,0 por ciento de junio de 2007, de acuerdo a la Encuesta de Empleo, Subempleo y Desempleo, 2009-2014, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censo.
El número de personas afiliadas al seguro social se incrementó de manera significativa. En el año 2015, el IESS reportó 3 millones 145 mil 015 afiliados al Seguro General Obligatorio y mil millones 227 mil 983 personas cubiertas por el Seguro Social Campesino.
Salud
El Estado invirtió 13 mil 500 millones de dólares en salud en 9 años de gestión correísta, indican las cifras del Ministerio de Salud de Ecuador. El país contó con 21 hospitales nuevos, alrededor de 20 mil nuevos profesionales médicos se sumaron al sistema público, 1.200 de ellos ecuatorianos que habían migrado del país durante la crisis de los 90, acogiéndose al programa “Ecuador saludable vuelvo por ti”.
El Gobierno brindó atención prioritaria a la salud, teniendo como objetivo para el 2016 que el país alcanzara el estándar recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2 camas hospitalarias por cada mil habitantes.
La OMS destacó la reducción de la desnutrición, que bajó del 1,1 por ciento en el 2007, al 0,4 por ciento en el 2014.
Otro de los grandes logros en este ámbito fue el incremento del número de consultas en los hospitales públicos. En el 2006 se registraron 16 millones consultas, mientras que en el 2015 el número de consultas fue de 38 millones, demostrando el éxito de la inversión social en salud pública.
Soberanía nacional y golpe de Estado
El presidente ecuatoriano notificó a principios del año 2008 la decisión de no renovar el convenio por el que EE.UU. utilizaba desde 1999 el puerto pesquero de Manta para “interceptar vuelos del narcotráfico”.
“No vamos a perder absolutamente nada cuando se vaya la base norteamericana de Manta, así haya algunos que nos acusen de que con eso va haber un rebrote del narcotráfico, esas son las farsas que hemos vivido”, afirmó el mandatario. El cierre de la base fue una promesa de la campaña de 2006.
Esta acción forma parte del mandato constitucional que fue aprobado en consulta popular, que prohibió “el establecimiento de bases militares extranjeras en el territorio ecuatoriano”. “Somos un pueblo de paz y consecuentes con sus principios y compromisos con la sociedad ecuatoriana”, había apuntado Correa al tiempo de afirmar que su política externa se basa en la defensa de la soberanía y la integración regional.
La realidad es que desde la base de Manta, “el Pentágono realizaba misiones de espionaje, inteligencia y reconocimiento de toda la región. Manta garantizaba un espectro amplio desde el Comando Sur en el estado Florida en EE.UU hacia sus bases operativas en Comalapa, El Salvador, Aruba y Curazao, y hasta su presencia militar en Ecuador y Colombia”, afirmó la abogada Eva Golinger en un artículo titulado Ecuador: otro golpe made in USA.
Y es que el golpe de Estado contra Rafael Correa el 30 de septiembre de 2010 tuvo como detonante el cierre de esta base militar estadounidense, además del acercamiento del presidente a los gobiernos progresistas de la región, su relación con Irán, Rusia, China, y otros países que no se subordinan a los designios de Washington.
Ese día, el presidente Correa se presentó en horas de la mañana al primer regimiento de la Policía en Quito, donde se escenificaba una protesta contra un supuesto recorte de beneficios para los uniformados. En medio de la manifestación, Correa es agredido con gas lacrimógeno y se ve obligado a ingresar al hospital anexo al recinto, donde lo secuestran. Al mediodía el jefe de Estado denuncia el intento de golpe de Estado, al tiempo que los policías toman la sede del Congreso Nacional y se escenifica una fuerte represión contra los simpatizantes del presidente, que pedían su liberación.
A las 9:30 hora local, Correa es rescatado por tropas leales y se produce un intento de magnicidio desde las afueras del hospital al ser tiroteado el vehículo presidencial, con saldo de dos policías muertos y 37 heridos, según la Cruz Roja.
Según el periodista Jean-Guy Allard, un informe oficial del ministro de Defensa de Ecuador de ese entonces, Javier Ponce, difundido en octubre de 2008, evidenció “como diplomáticos norteamericanos se dedicaban a corromper a la Policía y las Fuerzas Armadas”. El informe subrayó que “unidades de la Policía mantienen una dependencia económica informal con Estados Unidos, para el pago de informantes, capacitación, equipamiento y operaciones”.
La participación de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) también fue evidente. En el 2010, el Departamento de Estado aumentó el presupuesto de la USAID en Ecuador a más de 38 millones de dólares, destaca Golinger en su escrito. Uno de los principales ejecutores de los programas de la USAID en Ecuador fue la misma empresa que operaba con la derecha en Bolivia: Chemonics, Inc,. que ha financiado a los sectores separatistas en el país andino e, incluso, aquellos que intentaron ejecutar un golpe de Estado contra el Gobierno de Evo Morales en 2008.
Entre las organizaciones que recibieron financiamiento por Estados Unidos figura el grupo indígena Pachakutik, que el día del golpe emitió un comunicado en respaldo a la Policía golpista y exigiendo la renuncia del presidente Correa, y lo señaló como el responsable de los hechos. Pachakutik se alió al expresidente Lucio Gutiérrez en el 2002, acusado por Correa de participar en la intentona.
El Buen Vivir Ecuatoriano
A pesar de los ataques e intentos de destruir la Revolución Ciudadana, Ecuador posicionó el concepto del Buen Vivir, definido como “un principio constitucional basado en el Sumak Kawsay, que recoge una visión del mundo centrada en el ser humano, como parte de un entorno natural y social”, destacaba su página web buenvivir.gob.ec.
“La satisfacción de las necesidades, la consecución de una calidad de vida y muerte digna, el amar y ser amado, el florecimiento saludable de todos y todas, en paz y armonía con la naturaleza y la prolongación indefinida de las culturas humanas. El Buen Vivir supone tener tiempo libre para la contemplación y la emancipación, y que las libertades, oportunidades, capacidades y potencialidades reales de los individuos se amplíen y florezcan de modo que permitan lograr simultáneamente aquello que la sociedad, los territorios, las diversas identidades colectivas y cada uno -visto como un ser humano universal y particular a la vez- valora como objetivo de vida deseable (tanto material como subjetivamente y sin producir ningún tipo de dominación a un otro)”. Plan Nacional para el Buen Vivir 2009 – 2013.
En ese sentido, el Plan Nacional para el Buen Vivir 2013-2017 fue el tercero a escala nacional que llevaba a cabo la Revolución Ciudadana. Contenía un conjunto de 12 objetivos que expresaban la voluntad de continuar con la transformación histórica de Ecuador.
Estableció seis revoluciones que marcaban la hoja de ruta para lograr la plena satisfacción de las necesidades de los ecuatorianos: la equidad, el desarrollo integral, la Revolución Cultural, la Revolución Urbana, la Revolución Agraria y la Revolución del Conocimiento.
Ecuador contra Chevron
Ecuador –primer país del mundo en reconocer, en su Constitución, los inalienables derechos de la naturaleza, convirtiendo a esta en sujeto de derecho–, se enfrentó a una multinacional petrolera, la Chevron Corporation, que es la segunda más importante de Estados Unidos y la sexta del mundo, denunciada por múltiples casos de contaminación medioambiental en diversos lugares del planeta.
El presidente Rafael Correa resumió el caso contra Chevron en su visita a Francia, cuando se reunió con un grupo de intelectuales, entre ellos el director del semanario Le Monde Diplomatique, Ignacio Ramonet:
“Todo empezó en 1964 -explicó Rafael Correa–, cuando la empresa estadounidense Texaco (adquirida en 2001 por Chevron) inició su explotación petrolera en una amplia zona de la Amazonia ecuatoriana. Esa actividad duró hasta 1992. Al año siguiente las comunidades amazónicas de la provincia de Sucumbíos presentaron en Estados Unidos una demanda contra la petrolera Texaco por contaminación medioambiental y atentado a la salud de los habitantes. O sea, debe quedar claro que no es el Estado ecuatoriano quien lleva a los tribunales a Texaco-Chevron, sino un grupo de ciudadanos víctimas de un crimen medioambiental. Chevron heredó esa demanda cuando compró y absorbió Texaco en 2001. Poco después, a petición de la propia empresa, el caso –que los tribunales de Estados Unidos se negaron a juzgar– fue trasladado a una corte de Ecuador.”
Una corte ecuatoriana condenó a Chevron a pagar una indemnización de nueve mil 500 millones de dólares por haber causado uno de los mayores desastres medioambientales del mundo entre 1964 y 1990.
Pero Chevron, para desprestigiar esa decisión judicial y evadir su responsabilidad, alegó que, en ese juicio, los abogados de los demandantes habían falsificado los datos y presionado a los peritos científicos para encontrar contaminación donde no la había. Y presentó un recurso de casación ante la Corte Nacional de Justicia y también acudió al Tribunal de La Haya.
“Nosotros consideramos que este caso no es jurídico, sino político”, agregó. En 2013, Ecuador lanzó una campaña denominada “La mano sucia de Chevron”, para contrarrestar la arremetida de la empresa estadounidense contra el país.
Ecuador calcula que la petrolera contaminó cinco millones de metros cúbicos de tierra y que abrió unas mil piscinas y fosas en las que depositó 64 millones de litros de crudo y 71 millones de litros de residuos sin ningún tratamiento ambiental.
Política Exterior
Ecuador pertenecía a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), a la que se unió el 24 de junio de 2009.
Esa solidaridad quedó demostrada luego del devastador terremoto que golpeó a Haití en el año 2010, en el que Ecuador formó parte de la respuesta conjunta por parte de las naciones miembros del ALBA, contribuyendo con 20 millones de dólares y apoyo en las labores de reconstrucción de la nación caribeña.
Asilo a Julian Assange
El 16 de agosto de 2012, Ecuador le otorgó asilo diplomático al fundador de Wikileaks, Julian Assange. A pesar de la intensa presión por parte de los gobiernos europeos y estadounidense, Assange comenzó su estadía en la embajada de Ecuador en Londres en junio de 2012.
Unasur
Fue inaugurada en Ecuador la sede de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur), ubicada al lado del monumento a la Mitad del Mundo al norte de Quito.
“Unasur abarca una población de 400 millones 400 mil personas en un área de 17 millones de kilómetros cuadrados. De unirnos, podríamos convertirnos en la cuarta economía más grande del planeta con el seis por ciento del PIB mundial. Un tercio de las reservas de agua dulce en el globo y el primero en la producción de alimentos y reservas de hidrocarburos por los próximos 100 años”, apuntó Correa en el discurso inaugural.
Relaciones con la República Popular China
El presidente Correa visitó China en el 2015 convirtiéndose en el primer presidente ecuatoriano en hacer una visita oficial a ese país, marcando una nueva etapa en las relaciones entre ambas naciones. En su visita, Correa buscó fortalecer los proyectos de energías renovables al igual que la cooperación financiera,
China apoyó a Ecuador en el lanzamiento de un programa de desarrollo industrial en los sectores siderúrgico, metalúrgico y naval, para lo que Beijing empleó su experiencia en la producción de bienes de equipo, según informó la agencia oficial china Xinhua.
Finalmente, como muy bien expresó una vez el Presidente Correa ante la pregunta qué es la Revolución Ciudadana “Se trata del cambio radical, profundo y rápido de las estructuras injustas del país”, no cabe más que felicitarlo y agradecerle por traer estabilidad, crecimiento, desarrollo e innovación a Ecuador y ser un ejemplo para América Latina.
Autores: Patricio Mery Bell y Jorge Molina Araneda.