Los magistrados encontraron a Iniestra Salas penalmente responsable de los delitos de homicidio calificado, homicidio en razón de parentesco, secuestro agravado, corrupción y explotación laboral de menores de edad, y violencia familiar equiparada, informa ‘Excelsior‘.
La Policía detuvo a Iniestra Salas en septiembre de 2011, pero su historia empezó en 2004, cuando inició la relación con Claudia Tapia Herrer, conserje de una escuela. Pronto se trasladó a la casa donde la mujer vivía con sus dos hijas de 12 y 14 años y su hijo de 13. El malhechor logró manipular y controlar a toda la familia. Convenció a Claudia de que era normal que él viviera con las niñas en un cuarto separado, mientras ella habitaba con su hijo en otra habitación. El niño fue obligado a trabajar y entregarle a Iniestra el dinero que ganaba.
El agresor tenía a las chicas prácticamente encarceladas y abusaba de ellas continuamente. Con ellas Iniestra tuvo cinco hijos. En 2009 el agresor trasladó a la familia a la casa de su madre. Allí mató brutalmente a una de las chicas junto con su bebé de tres meses. El criminal guardó los cuerpos en bolsas de plástico en casa durante un mes hasta que los botó cerca de una autopista. Los familiares de Iniestra estaban al corriente de los hechos, por lo que varios de ellos también recibieron penas de prisión de 18 a 20 años por complicidad.