En México viven 3.6 millones de menores trabajadores (entre cinco y 17 años de edad), que es la mitad de la cifra reportada para la región de América Latina y el Caribe, de acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el marco de la conmemoración del Día mundial contra el trabajo infantil, que se conmemoró el pasado lunes 12 de junio.
Víctor Inzúa Canales, académico de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM, resaltó que los infantes son seres humanos que aún no deben cumplir con un trabajo, pues “no han gozado de su niñez. Además de ser pequeños física y mentalmente, emocionalmente tienen otras características, pero ante las circunstancias del país las familias en pobreza extrema recurren a ellos para que contribuyan”.
El académico expuso que estos niños están inmersos en una realidad paradójica: por un lado, la calle, la pobreza y la marginación se han convertido en una forma cotidiana de vivir y, por otro, ese espacio es donde buscan la libertad, a veces a costa de su integridad, destaca el portal Noroeste.
La situación en la calle incrementa su vulnerabilidad por los riesgos que implica: violencia, adicciones, delincuencia y marginación social. Sin embargo, la marginación es una construcción del imaginario social, pues según estudios y muestras del universitario, sólo cuatro de cada 10 niños en esa situación cae en problemas de adicciones y delincuencia. Por otra parte, su esperanza de vida es de 22 a 25 años por el daño físico y a la salud que se infringen.
Con certeza, no se sabe cuántos niños están en situación de vulnerabilidad por trabajo en el mundo; algunos organismos internacionales como el Fondo de las Naciones Unidas para Infancia (Unicef) o la Organización Internacional del Trabajo (OIT) consideran que esta población es de entre 167 y 250 millones. La población de menores ocupados se concentra en el rango de edad de 15 a 17 años con el 64.2 por ciento.
En México, el Modulo de Trabajo Infantil muestra una tasa de ocupación de la población de 8.4 por cada 100 niñas y niños de 5 a 17 años de edad, lo que corresponde a 2 millones 475 mil 989 menores que realizan alguna actividad económica. Del total de los menores ocupados, 69.8 por ciento son niños y 30.2 por ciento son niñas, lo que representa una tasa de 11.5 ocupados por cada 100 niños y 5.2 ocupadas por cada 100 niñas.
El reporte señala que en las zonas menos urbanizadas, la tasa de ocupación de esta población es mayor a la áreas más urbanizadas, pues en las primeras se presenta en 10.3 y en las segundas, en 5.9 por cada 100 niñas y niños. Además, 9 de cada 10 niños que son sometidos a algún trabajo realizan actividades no permitidas, es decir, que no están dentro de la edad mínima para ejercer un trabajo o son actividades peligrosas, de acuerdo con la Ley Federal de Trabajo.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), que creó el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC), reitera que la vulneración vulneración del derecho a la educación de los niños conduce a reproducir la situación de pobreza. Aunque tampoco garantiza que que todos los niños y niñas estén escolarizados a menos que se acabe con el trabajo infantil.