Toda una polémica se desató en Colombia luego de que se conociera que una docente, que imparte Ciencias Sociales en noveno grado de bachillerato, asignó una tarea sobre los falsos positivos.
La investigación que pidió la profesora a sus alumnos generó reacciones a favor y cen ontra. Por un lado, los defensores subrayan que esos hechos deben ser de conocimiento público y no pueden ser olvidados; mientras que los mensajes de indignación llegaron por parte de integrantes del partido de Gobierno, el Centro Democrático, fundado por el expresidente Álvaro Uribe Vélez.
Lo llamados falsos positivos fueron asesinatos perpetrados durante el gobierno de Uribe Vélez por efectivos de la fuerza pública en contra de civiles, a quienes hicieron pasar como falsos guerrilleros caídos en enfrentamientos.
De acuerdo con los medios colombianos, la docente que protagoniza la polémica se llama Sandra Ximena Caicedo e imparte clases en la institución educativa Libardo Madrid, de la ciudad de Cali.
Lo que más causó indignación en el Centro Democrático fue que la docente pidiera a sus alumnos investigar sobre la «responsabilidad del expresidente Álvaro Uribe Vélez en el tema de los falsos positivos».
Reacciones
En Twitter se viralizó la etiqueta: «YoApoyoA», en referencia a la profesora Sandra Ximena Caicedo. Uno de los usuarios que la colocó, escribió: «El uribismo detesta que se enseñe la historia de Colombia. ¡Por eso también quieren eliminar las cátedras en la universidades! No quieren que se generen espacios de debates donde se desarrolle pensamiento crítico».
Desde el lado del uribismo también hubo señalamientos contra la docente por el supuesto «adoctrinamiento» político a los alumnos. Un usuario incluso insinuó que la profesora pertenecía a la extinta guerrilla: «¿Será que la docente Sandra Ximena Caicedo milita en los FARComunes?», se preguntó.
Una de las más indignadas fue María del Rosario Guerra, senadora por el Centro Democrático, que consideró la asignación de «inaceptable». «En un colegio de Cali una profesora usó las actividades académicas para adentrar a sus alumnos, sin la mínima ética profesional ni rigor informativo, en un tema tan delicado y grave como lo son los falsos positivos».
La senadora calificó la tarea como «un claro ejemplo del adoctrinamiento». Y agregó: «No se puede olvidar que las aulas son para educar y no para manipular«. De igual forma, pidió al Ministerio de Educación y a la Secretaría de Educación de Cali «ponerle la lupa a este hecho», pues considera que la docente «no solo abusa de la autoridad pedagógica propia de cada institución, sino que se aleja bastante del deber ser de la educación en Colombia».
Otra tuitera dijo que el uribismo en el fondo reaccionaba con doble moral y hacían «escándalo» porque «les están hablando a los pelaos (jóvenes) de los falsos positivos».
«Los falsos positivos son una historia muy triste de este país«, añadió la usuaria, quien consideró que lo que más le molesta al uribismo es que los jóvenes en el colegio conozcan «quién dio la orden» para esas ejecuciones extrajudiciales por parte de la fuerza pública a civiles desarmados.
Otros casos parecidos
Esta no es la primera vez que en Colombia se presenta un «escándalo» relacionado con el abordaje de docentes sobre la era de Uribe y su legado de falsos positivos, aunque esta última sea una realidad tan inocultable como dolorosa. De acuerdo con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), entre los años 2002 y 2008, hubo 6.402 víctimas de estos hechos.
En septiembre de 2020, otra maestra de noveno grado de la Institución Educativa La Paz en Envigado protagonizó la polémica al enviar a sus alumnos un taller para conmemorar el Día Internacional de la Paz.
El taller tenía 4 puntos: una comprensión de lectura, un crucigrama, pintar una mandala de paloma alusiva a la paz y ver un video. De acuerdo con el medio colombiano Blu Radio, la controversia se desató por el crucigrama, que tenía 20 pistas para que el alumno descubriera la respuesta y llenara los cuadros.
Una de las pistas indicaba: «nombre de quien, siendo presidente, impulsó la debacle de varios sectores de la economía en Colombia y manipuló de manera indebida la Constitución Política». La respuesta a esa pregunta, según la tarea de la maestra, era Uribe.
Otro caso se dio en junio de 2020, en el Colegio Virrey Solis de Bucaramanga, cuando el docente Wilmer Chaparro Suárez, previo acuerdo con estudiantes del último grado de educación media de bachillerato, programó analizar la serie documental «Matarife», donde se expone la presunta responsabilidad de Uribe Vélez en el caso de los «falsos positivos».
El docente de undécimo grado tuvo que explicar en un comunicado que el análisis crítico era parte esencial del proceso educativo del ser humano, pues fortalece «competencias como la capacidad creativa, interpretativa, analítica y argumentativa del estudiante», y alegó que «en ningún momento cumple una función dogmática sobre el pensamiento del hombre».
También subrayó que con su trabajo educativo nunca había tenido «algún tipo de consideración especial por favorecer algún ideal político». El profesor se vio obligado a emitir el comunicado en vista del revuelo que hubo en redes sociales cuando se viralizó la asignación.
Fuente: Actualidad RT