Luego de casi 12 meses de residencia forzada en Argentina, el expresidente boliviano Evo Morales (2006-2019) dejó el viernes Argentina, para viajar con destino a Venezuela, según confirmaron fuentes del Gobierno de Alberto Fernández, que no especificaron por cuánto tiempo se ausentará del país.
El exmandatario, cuyo partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), venció en las elecciones del domingo pasado con Luis Arce como candidato presidencial, partió desde el Aeropuerto Internacional de la localidad bonaerense de Ezeiza rumbo a Caracas, reseñó el diario La Vanguardia.
Está previsto que este domingo 25 de octubre, Morales será el invitado especial del programa «Aquí con Ernesto», conducido por el periodista y ministro para la Cultura de Venezuela, Ernesto Villegas.
Días previos a su partida, el líder indígena dijo en una rueda de prensa que “tarde o temprano” volverá a Bolivia, y reiteró que los procesos judiciales que pesan sobre él en su país son “parte de una guerra sucia”. “Es cuestión de tiempo. Mi gran deseo es volver a Bolivia”, expresó el exmandatario.
El político de origen indígena insistió en que cuando se dé ese eventual regreso a su país, que abandonó en noviembre de 2019 tras dejar la Presidencia denunciando un golpe de Estado, su intención es asentarse en su región, la zona del Trópico de Cochambamba y ser agricultor.
En Bolivia se le acusa de supuesto genocidio, terrorismo, sedición, fraude electoral y estupro, entre otros cargos, muchos de ellos iniciados por el Gobierno transitorio de Jeanine Áñez, considerado por Morales como una dictadura.
En otra comparecencia, Morales pidió la renuncia de Luis Almagro como secretario general de la Organización de los Estados Americanos, a quien dijo que llevará a la Corte Penal Internacional por el informe en el que el organismo denunció irregularidades en las elecciones de Bolivia del pasado año.
Morales aseguró que el holgado triunfo del MAS en las elecciones del domingo pasado demuestran que en comicios del año pasado no hubo fraude. Bolivia cerró su largo proceso electoral con la proclamación del triunfo del MAS, un resultado reconocido por su principal contendiente, Carlos Mesa, y la comunidad internacional.
El cómputo da a Arce el 55,1 % de los sufragios, por encima del 50 % más uno que necesitaba para ganar en primera vuelta, mientras que Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana (CC), obtuvo el 28,83 % de los votos y Luis Fernando Camacho, de Creemos, el 14.