En Puerto Rico se ha vuelto una tradición el velar a los seres queridos cuando fallecen, de maneras que resultan extravagantes a nuestra tradición funeraria, sin embargo, es primera vez que se registra un velorio en el cual, el cadáver se encuentra sentado, con los ojos abiertos y con un cigarrillo entre sus dedos, en una actitud similar a la que manifestó en vida.
Fernando de Jesús Díaz Beato fue un chico puertorriqueño que murió a los 26 años -el pasado 3 de marzo- luego de recibir 15 disparos mientras caminaba frente a su casa, ubicada en la zona de Villa Carolina en la localidad de San Juan.
Según el relato de sus familiares, la intención de realizar un velorio de estas características es que quisieron despedirlo, recordándolo como la persona feliz y activa que fue en vida.
“Todo el mundo se sorprendió por verlo de esa manera, es como si estuviera vivo. Decidimos embalsamarlo así porque él era una persona muy feliz y activa y queremos recordarlo tal y como era”.
– Ihizz Díaz Beato, hermana de Fernando
El cuerpo fue velado en la famosa Funeraria Marín en Río Piedras, pionera en realizar este tipo de servicios.
Para nuestra sorpresa, este procedimiento no es primera vez que se realiza, sino que viene a ser la novena ocasión en que la funeraria realiza este tipo de embalsamamiento. La gran diferencia y lo que llama más la atención de este caso es que es la primera vez que le dejan los ojos abiertos a un cuerpo.
“Esta vez es diferente porque él es el primer muerto en la historia con los ojos abiertos. Hemos visto que las familias desean que sus muertos luzcan tal y como eran cuando estaban vivos. Pero esta vez la reacción fue más impresionante que cualquiera de los trabajos que hemos hecho”.
– Damaris Marín, dueño de la Funeraria Marín
Te dejamos el video que da cuenta de lo que fue este funeral, que a estas alturas ya tiene más de un millón ochocientas mil reproducciones.