«¿Qué has pensado? ¿Qué eres el que salvó al pueblo? Te matamos junto con el Correa, hoy, lo verás».
El mensaje anterior, de abril de 2015, fue una clara amenaza de atentado en contra del, en ese entonces, Presidente Correa mientras efectuaba un recorrido para visitar unas obras en la zona de Tabacundo, unos 60 kilómetros al norte de Quito. El mandatario, tras visitar algunas obras, tenía previsto acudir a un almuerzo con campesinos, pero recibió una alerta de su equipo de seguridad sobre unos mensajes amenazantes recibidos por el alcalde de Tabacundo, Frank Gualsaqui.
El gobierno de Lenín Moreno decidió retirarle la seguridad oficial al exPresidente Rafael Correa (2007-2017), que reside en Bélgica, informó este martes 22 de mayo la Secretaría de Comunicación (Secom). Esta medida también se tomó en contra del Vicepresidente constitucional de la república Jorge Glas.
Lo anterior se origina por recomendación del Ministerio de Defensa: “se procede a retirar la seguridad proporcionada al expresidente Rafael Correa Delgado y familiares íntimos en sus países de residencia debido al bajo nivel de riesgo existente”, señaló la Secom en un comunicado.
El 3 de mayo de 2017 se emitió el Decreto Ejecutivo 1369, que es una reforma al artículo 3. Inciso ‘I’ del Decreto 418, que contempla protección para el Presidente y las principales autoridades del país. El documento oficial dictamina un año de seguridad para los exmandatarios y seis meses para sus cónyuges e hijos, luego de haber terminado su periodo al frente del país. Estos plazos “se podrán acortar o extender sobre la base del informe de riesgos”.
En varios países del mundo, los expresidentes reciben seguridad permanente; por ejemplo:
Estados Unidos
Los exmandatarios reciben la protección del servicio secreto de por vida.
Brasil
Todos los exmandatarios tienen derecho, de por vida, a ocho empleados pagados por el Estado, entre ellos cuatro agentes de seguridad. No obstante, su bullado, escandaloso y anticipado egreso del poder, gozan de estos privilegio el expresidente Fernando Collor de Mello
Colombia
Los expresidentes de la república reciban protección de los servicios seguridad de por vida
Chile
Desde 1990, Carabineros asumió íntegramente la protección de los Jefes de Estado y en 1996 se creó el Grupo de Escolta Presidencial. ¿Su misión? Brindar protección y seguridad al Presidente de la República, sus familiares directos y los exmandatarios, con el propósito de asegurar su integridad física tanto en el territorio nacional como extranjero.
La Secretaría de Comunicación ecuatoriana precisó que para tomar la decisión de retirar la seguridad a Correa y Glas, el gobierno realizó una consulta a la Secretaría de Inteligencia sobre los potenciales riesgos que enfrentan ambos.
En 2017 el exministro de Defensa del Ecuador, Ricardo Patiño, justificó la decisión del presidente Correa, de emitir un decreto para extender por un año la seguridad asignada a los expresidentes.
Según dijo, es absolutamente racional que los jefes de Estado, cuando dejan sus funciones tengan protección policial, porque ellos tienen que tomar muchas decisiones que son conflictivas en el ejercicio de sus cargos.
“Tal vez haya presidentes que no las tomen, que puedan pasar hasta desapercibidos, tal vez no lo necesiten, pero un presidente que ha liderado la revolución ciudadana, que ha tenido que hacer tantos importantes cambios, que ha afectado los intereses de las élites en el poder, nacionales e internacionales, necesita un tipo de protección”.
Plan de Atentado e Intento de Golpe de Estado
-Es necesario recordar que en junio de 2008 Ecuador anunció la detención de cuatro personas, tres de ellas de nacionalidad colombiana y una de nacionalidad ecuatoriana, con supuestos planes de atentar contra la vida del presidente Rafael Correa, una de las cuales aseguró pertenecer al grupo paramilitar colombiano Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), según informó en aquella ocasión el fiscal Patricio Navarrete. A los detenidos se les incautaron abundantes fotografías del Palacio Presidencial y un croquis de la zona de la Plaza de la Independencia.
-El 30 de septiembre de 2010, miembros de la Policía Nacional ecuatoriana se sublevaron contra el Gobierno del Presidente Correa por unas prebendas económicas que les eran eliminadas por una nueva normativa (Ley de Servicio Público), recién sancionada en el Parlamento ecuatoriano.
Los golpistas tomaron el Regimiento Quito y, en un acto de valentía, Correa llega a las instalaciones para explicarles que «ahora el policía que menos gana es 700 dólares, pero qué pasa, antes había una serie de parches, le pagaban 160 dólares -al mes- pero le daban un juguetito en Navidad para el hijo y con eso lo ponían contento y engañaban a los policías, ahora decimos: Tengan un salario digno y ustedes cómprenle el juguete a su hijo».
A pesar del esfuerzo del mandatario, ya el plan para derrocarlo y asesinarle estaba en marcha. Fue agredido con gases lacrimógenos, se le intentó herir una rodilla recién operada, ingresado al hospital anexo al regimiento y finalmente secuestrado por un reducto policial.
Correa fue rescatado por fuerzas élite del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), no sin antes haber sido víctima de un intento de magnicidio, dado que los policías golpistas apostados frente al hospital lograron impactar cuatro veces el vehículo del presidente. El saldo final de la intentona fue de cinco muertos y 193 heridos.
Origen de la ira contra el Presidente Correa
El historiador Juan Paz y Miño, sentencia que el gobierno de Correa marcó el inicio de un nuevo ciclo histórico, superando el modelo empresarial/neoliberal, ya que se reinstitucionalizó al Estado sobre la base ciudadana; se afirmaron las capacidades regulatorias del Estado en la economía; gracias a la Constitución de 2008 se garantizaron los derechos más amplios y se dio prioridad a las condiciones de vida y de trabajo de la población por sobre los intereses del capital.
De acuerdo al Gerente General del Banco Central del Ecuador, Diego Martínez, los altos precios del principal producto de exportación ecuatoriano —el petróleo—, permitieron al gobierno de Correa emprender un programa de mejoras en la infraestructura productiva, vial, educativa y de salud que ampliamente benefició a la población más pobre de la nación.
Además se avanzó en materia tributaria, pues el incremento de la eficiencia en la gestión de la recaudación promovió un aumento de la participación de los ingresos tributarios en el total de ingresos fiscales del Gobierno Central, alcanzando una representación de 76,6% en 2015, frente a 61,6% en 2006.
Lo anterior es sinónimo de que la gestión gubernamental del Presidente Correa permitió erigir una sociedad de oportunidades, que antes de su gobierno le fueron negadas a la mayoría de la población.
El escritor estadounidense John Perkins relató en una entrevista de 2008 que el Gobierno de Correa estaba bajo amenaza debido a sus políticas antineoliberales, sus relaciones con los gobiernos revolucionarios de Venezuela, Cuba e Irán, y su política que buscaba retomar el control de la industria petrolera en Ecuador y reorientarla hacia el beneficio de las grandes mayorías históricamente excluídas.
Finalmente, y a la luz de lo ya descrito, ¿es realmente necesario que una personalidad como Rafael Correa mantenga protección para resguardar su integridad y la de su familia? Por las obras que construyó durante su administración y la cólera que éstas generaron en la plutocracia ecuatoriana y estadounidense, por supuesto que sí. Sudamérica sabe muy bien cómo se desencadena la rabia de las elites conservadoras cuando las prerrogativas de éstas les son arrancadas de raíz.