Venezuela rechazó las declaraciones emitidas este jueves 11 de marzo por la alta comisionada de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Michelle Bachelet, sobre el país sudamericano.
Durante la 46ª sesión ordinaria del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Bachelet presentó un informe oral y dijo que su oficina continúa recibiendo denuncias sobre supuestas «ejecuciones extrajudiciales» en operaciones de seguridad en Venezuela, y manifestó su preocupación por los «crecientes signos» de reducción del espacio cívico en el país sudamericano.
También dijo que se ha «agravado la situación humanitaria» en el país y que su oficina había documentado unas 66 denuncias de intimidación y criminalización a periodistas, defensores de derechos humanos, líderes sindicales, miembros de la oposición política, entre otros.
A través de un comunicado, publicado por el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, Caracas respondió a Bachelet y calificó de «desacertadas» sus palabras.
«Es muy preocupante que la alta comisionada ceda ante la presión de actores antivenezolanos«, dice el comunicado, en el que, además, indican que el reporte está «desbalanceado» y ha sido emitido «por mandato de una politizada resolución del Consejo de Derechos Humanos, promovida por el Gobierno de los EE. UU. a través del autodenominado Grupo de Lima», cónclave de países conformado en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA), que no reconocen la legitimidad del mandatario Nicolás Maduro.
«Sesgadas»
Caracas, además, calificó de «sesgadas» y «alejadas de la verdad» las afirmaciones de Bachelet.
Asimismo, criticó que la información que proporcionó la alta comisionada «no dista mucho de la que difunden los Gobiernos y medios que aspiran a un escenario de violencia en Venezuela«; a pesar de que cuentan con una oficina de la institución «en el terreno» y existen «fluidos mecanismos de diálogo» con el Estado venezolano.
Ante esta situación, dice el comunicado, Venezuela «someterá a revisión» la relación con la oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos y la próxima renovación de la Carta de Compromiso, que facilita los mecanismos de diálogo, asistencia técnica y cooperación entre las partes.
«Venezuela aspira mayor rigor y objetividad por parte de la Alta Comisionada y sus equipos técnicos», enfatiza Caracas en el documento.
«No han sido comprobadas»
Luego de la intervención de Bachelet, el embajador de Venezuela ante la ONU, Héctor Constant Rosales, habló ante el Consejo de Derechos Humanos y manifestó que tomará nota de las preocupaciones de la alta comisionada.
Sin embargo, lamentó que la presentación oral de Bachelet careciera «una vez más del balance necesario» y tuviera «información no verificada» que, a juicio de Caracas, alimenta «la campaña mediática» contra Venezuela.
«Preocupa a Venezuela que la alta comisionada presente hechos y circunstancias que no han sido comprobados con las autoridades venezolanas», añadió.
La semana pasada, Arreaza informó que el presidente Maduro tuvo una «cordial reunión» con Bachelet, en la que se trataron temas como la colaboración de Caracas con la oficina de la Alta Comisionada, el «impacto negativo de las sanciones que pesan contra Venezuela», y el abordaje del Gobierno sobre la pandemia de coronavirus.
Fuente: RT.