Tras el anuncio realizado por el jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro, de estar evaluando la posibilidad de eliminar las jornadas intersemanales de cuarentena radical (7+7) para frenar el coronavirus, ciudadanos de la capital del país caribeño compartieron su percepción con Sputnik sobre una posible suspensión de esta medida.
«Sí, que lo levanten. Eso es un alivio, y la verdad es que ya casi todo está abriendo en las semanas radicales, pero hay algunos comerciantes que nos vemos más afectados que otros, por nuestra ubicación, o por los policías a los que le corresponda la jornada», dijo un comerciante que prefirió mantenerse anónimo.
En junio de 2020, las autoridades venezolanas acordaron aplicar una semana de flexibilización por dos de distanciamiento social, y en octubre del mismo año, este esquema pasó a ser intersemanal y así se ha mantenido desde entonces.
Desde este lunes 19 al domingo 25 corresponde en Venezuela una semana flexible, donde la mayoría de los negocios pueden trabajar manteniendo medidas de bioseguridad. Mientras que, entre el 26 de julio y el 1 de agosto, correspondería una semana radical, cuando hay cierre de bancos, playas, centros comerciales, entre otros comercios considerados como no esenciales, incluyendo parques nacionales e infantiles.
En los últimos meses, los dueños de negocios se las han ingeniado para violar el control que mantienen las autoridades, y abren sus restaurantes, tiendas, centros comerciales, entre otros. Haciendo adaptaciones en las vidrieras o levantado paredes para disimular la presencia de clientes, recoge el medio citado.
«Tienen que abrirlo, porque la gente no lo cumple, esto se ha convertido en un vicio, y militares y policías se aprovechan de cobrarle a uno que no tiene un carnet que lo valide como trabajador esencial, en los puntos de control en las autopistas, en los autobuses, taxistas», denunció Rafael Hurtado de 38 años.
La semana pasada, durante una reunión con el parlamento, el presidente Maduro recibió la denuncia de que en las alcabalas numerosos trabajadores estaban siendo extorsionados por militares y policías para poder acudir a sus puestos de trabajo, y pidió la suspensión de estos controles en el acceso a los estados.
En este punto, indicó que estaba estudiando la posibilidad de migrar hacia una liberación controlada de la cuarentena, que se traduciría en el fin del sistema llamado 7+7, que ha sido calificado como positivo por las autoridades y la población como medida para evitar los contagios masivos.
«¡Pueblo de Venezuela! Seguimos evaluando el Método 7+7 a través de una encuesta en el Sistema Patria. Mientras tanto, desde mañana lunes 19 de julio hasta el domingo 25 de julio estaremos en semana de flexibilización. ¡Todos y todas a cuidarse de la pandemia», escribió el mandatario en un mensaje publicado en su cuenta oficial de Twitter.
La encuesta en la plataforma Patria consta de las siguientes preguntas:
- ¿Están de acuerdo con sustituir el método 7+7 con una mayor flexibilización? (sí o no).
- A pesar de la flexibilización ¿prefiere que se mantengan las medidas de higiene y distancia social, uso del tapabocas, distancia de más de 2 metros y evitar aglomeraciones en sitios cerrados? (sí o no).
- ¿En qué sectores pudiera generarse una mayor flexibilización?:
- Banca
- Comercio y servicio
- Recreación
- Trabajo
- Trámites oficiales
- Tránsito entre ciudades
- No aumentar flexibilización
Pese a que la mayoría de los consultados por Sputnik en Caracas aseguraron estar a favor de la suspensión de la cuarentena intersemanal, hubo quienes manifestaron su temor.
«Yo al principio no confiaba en este sistema, porque no le veía sentido, pero en este momento a mí me parece que es un error levantarlo, porque hay muchos casos, y siento que aún la gente no tiene consciencia y no está todo el mundo vacunado», dijo Romina Puerta, de 65 años.
Los emprendedores y comerciantes manifestaron desesperación por la eliminación del 7+7, y también pidieron no ser identificados, y los dueños de bares explicaron que han pagado hasta 1.000 dólares semanales a funcionarios de seguridad a cambio de que les permitan trabajar, pero no se atreven a denunciar por temor a represalias. Quienes dependen del turismo también dijeron que esperaban con ansias el anuncio del fin de este sistema.
Fuentes: Sputnik/@NicolásMaduro/VTV.