Un hecho que no resulta increíble es que la oposición venezolana, después de tantas derrotas y ante el derrumbe de “popularidad”, recurra al fanatismo religioso para seguir tratando de negar la realidad: que fueron engañados, otra vez, por sus dirigentes
Matrix es una trilogía de películas de ciencia ficción que plantea un futuro –palabras más, palabras menos- en el que los seres humanos son esclavos de las máquinas, hasta que un oráculo asegura que un sujeto llamado Neo es “el elegido” para salvar a la humanidad. Y la salva.
Bien, en Venezuela la oposición pareciera vivir en un mundo surrealista, ficticio, contradictorio y hasta un tanto distópico en ocasiones; quizás para “endulzar” sus sucesivas y repetidas derrotas políticas. En pocas palabras: la oposición venezolana vive en su propia Matrix.
Por un lado, quienes adversan al Gobierno de Nicolás Maduro -incluidos medios de comunicación- defienden al astrólogo que asegura que Juan Guaidó (el diputado que preside una Asamblea Nacional en desacato y que se autoproclamó “presidente interino” en una plaza pública, apoyado por Estados Unidos) es “el elegido” para salvar al pueblo venezolano.
La historia habría pasado desapercibida si no fuera porque –días atrás- el periodista estadounidense Jon Lee Anderson publicó en la revista The New Yorker una crónica-reportaje en la que relata su experiencia acompañando a Guaidó durante un día y las conversaciones que sostuvo con su astrólogo David, así, sin apellido.
Por el otro lado, esos mismos actores –incluidos también medios y dirigentes de la cúpula opositora muy allegados a Guaidó- hacen eco de denuncias infundadas y sin pruebas veraces que aseguran que a Maduro lo mantienen en el Gobierno unos brujos, santeros y hechiceros cubanos, prácticamente con “magia” negra.
¿Irracional? ¿Incoherente? ¿Doble moral? ¿Poco creíble? No importa. En la sociedad globalizada actual –en términos generales, por supuesto- importa lo que publiquen los grandes medios. Nada más, nada menos.
Es por eso que, como ¿seres pensantes con capacidad de raciocinio?, para muchos es buena y necesaria la profecía del astrólogo de Guaidó, mientras los presuntos “embrujos” en favor de Maduro son malos y repudiables.
Un hecho que no resulta increíble es que la oposición venezolana, después de tantas derrotas políticas y electorales, y ante el derrumbe de la “popularidad” fugaz que tuvo su “salvador” (Guaidó, no Jesucristo), recurra al fanatismo religioso y conservador para seguir tratando de negar la realidad. Pero, ¿cuál es esa realidad? Que fueron engañados, otra vez, por los mismos actores políticos que llevan 20 siendo oposición en Venezuela.
David, el ¿profeta? de Guaidó
El trabajo publicado en The New Yorker ha sido citado en infinidad de medios y portales informativos, al punto de volverse viral en redes sociales.
Relata Anderson que conoció a David una mañana de marzo en la ciudad natal de Guaidó, La Guaira (centro-norte).
“Para el viaje de una hora en automóvil desde Caracas, nos sentamos en la parte trasera de un vehículo blindado. Un hombre con anteojos búho se sentó entre nosotros. Se presentó a sí mismo como David, el astrólogo del presidente“.
De acuerdo con Anderson, ese día, David definió a los colectivos (grupos civiles armados que defienden al Gobierno legítimo) como “la encarnación del mal” y “representantes del diablo en la Tierra”.
Luego, le aseguró que Guaidó era descendiente de Guaicaipuro, un jefe indígena del siglo XVI que luchó contra los conquistadores españoles y cuyos restos simbólicos reposan en el Panteón Nacional, junto al resto de los próceres venezolanos.
Respecto a Maduro, lo calificó como “el eje del mal”, y argumento que “los cubanos, el rumoreado equipo de asesores secretos de Maduro, han practicado las ‘artes oscuras’ de la santería para llevar a Maduro al mal”.
Asimismo, David le contó al periodista que conoció a Guaidó en diciembre de 2018 y las primeras palabras que le dijo fueron: “Tú eres el elegido”.
“Venezuela está llamado a ser el mejor país de la región, y después de una guerra mundial, que ahora se está desarrollando, recibirá a muchas personas de todo el mundo (…) Sin embargo, para estar listo, debe ser liberado”, sostiene David, según relata Anderson.
Otros astrólogos y adivinadores de oficio
La presunta predicción de David no es nueva. Mientras muchos políticos ganan popularidad por su visión, liderazgo y accionar, el caso de Guaidó es “peculiar”.
Su figura ha recibido un enorme apoyo “publicitario”, en poco tiempo, porque astrólogos, numerólogos y otros adivinadores de oficio –con complejos de mentalistas- afirman que el zodíaco, los planetas y el universo cósmico le proporcionan características que lo vuelven un “líder” natural destinado para dirigir y salvar a Venezuela.
Las teorías han rozado y hasta superado el absurdo de cualquier obra de Eugene Ionesco. Por ejemplo, el astrólogo Roberto Gutiérrez intenta –con fundamentos en el horóscopo- vincular a Guaidó con grandes hombres nacidos en Venezuela.
“En Venezuela hay personajes del signo Leo que han sido fundamentales para la historia del país”, destacó en un artículo del portal Caraota Digital.
Detalló que algunos de esos personajes han sido el Libertador Simón Bolívar y el exdictador Juan Vicente Gómez (1908-1935). Aunque también hace referencia a personajes tan diferentes entre sí como Álvaro Uribe, Barack Obama, Fidel Castro y Napoleón Bonaparte.
Ahora, con astrología también pretenden “ganarse” a la base chavista. Según Gutiérrez, “Guaidó nació el 28 de julio de 1983, así como Hugo Chávez nació el 28 de julio de 1954. Es decir, no solo nacieron el mismo día de años diferentes, sino que, por consiguiente, ambos son de signo Leo”.
La carta astral y los planetas
Por su parte, la astróloga venezolana Adriana Azzi –fiel detractora del chavismo- aseguró que la carta astral de Guaidó reveló que «está en el mejor momento político para asumir las riendas de Venezuela».
Según ella, el dirigente de Voluntad Popular tiene todos los planetas e influencias necesarias para llevar a Venezuela a un punto de cambio importante y de transición.
“A nivel astrológico, tiene el Sol en Casa 10, lo que indica que tiene la luminaria solar en un sector de poder presidencial”, fueron sus palabras.
En tanto, Mario Vannucci, un astrólogo muy conocido en la televisión hispana en Estados Unidos, también consultó con los astros el futuro de Guaidó.
En una entrevista con el youtuber Oscar Alejandro, Vannucci afirmó que, de acuerdo con sus estudios de la carta astral, “el Sol tocó la casa IV de Venezuela que está entre los signos Capricornio y Acuario y fue cuando emergió la figura de Juan Guaidó como opción de cambio”.
“Guaidó es Saturno y hará este cambio. Júpiter desde la casa III, que es sagitario y extranjero, es la que va a sacar esto, porque representa los acuerdos internacionales”, señaló.
El vidente, entrevistado por Telemundo, aseguró que “Maduro se va, y las cartas dicen que huye. Para mí, ellos salen como un gato escaldado cuando le echan agua y viene un proceso de nacimiento de lo nuevo”.
Cuando le preguntaron por el futuro de Guaidó, afirmó que será ratificado como Presidente de la República en unas elecciones este mismo año 2019, y luego de un periodo gubernamental será sucedido por María Corina Machado, la dirigente del partido Vente Venezuela.
Numerólogos y otras adicciones
El portal web 800Noticias, con base en la numerología, halló «similitudes» y curiosidades entre Chávez y Guaidó, las cuales sentenciarían que “el momento de Guaidó ha llegado”:
- El chavismo lleva 20 años en el poder (desde 1999).
- Chávez nació en 1954 (la numerología cuenta los dos últimos números del año: 5+4=9).
- Guaidó nació en 1983 (8+3=11).
- La suma de ambos resultados: 9+11=20 (años). Esto, aparentemente, cierra el ciclo.
Otros datos comparan la cantidad de letras de los nombres de ambos líderes:
- Juan es un nombre de 4 letras, y Guaidó es un apellido de 6 letras.
- Hugo es un nombre de 4 letras, y Chávez es un apellido de 6 letras.
Adicionalmente, reseñan que al nacer en el año 1983, Guaidó pertenece a la generación de personas nacidas para “transformar el mundo” y romper estructuras.
Desde esta redacción nos preguntamos: Si éstas no son pruebas fehacientes, ¿qué lo serían entonces? Y agregamos: denótese el sarcasmo.
Las “artes oscuras” de Maduro
Por otro lado, grandes medios vinculados a la derecha internacional, como El Nacional (Venezuela), El Comercio (Perú) y El Mundo (España), entre tantos otros, optan por emprender una guerra contra Maduro, enfocada en sus presuntos vínculos con las llamadas “artes oscuras”.
Estos medios citan al periodista venezolano David Placer, quien recientemente presentó en Estados Unidos su libro “El dictador y sus demonios, la secta de Nicolás Maduro que secuestró a Venezuela”.
En un trabajo publicado por El Comercio, Placer explica que el chavismo adoptó casi como política de Estado la santería cubana y la doctrina del gurú indio Sai Baba, prácticas en las que derrocha grandes cantidades de dinero.
En esas prácticas, el periodista pretende involucrar no solo a Maduro, sino también a altos dirigentes del Gobierno, incluidos varios ministros y la primera dama de Venezuela, Cilia Flores.
“Desde los años ‘50, todos los presidentes (venezolano) menos uno, Rafael Caldera, han tenido cerca algún brujo (…) pero con el chavismo, y sobre todo con Maduro, se ha llevado la brujería a extremos insospechados”, destaca Placer.
Incluso, siguiendo la línea política y discursiva que ordenó el enviado especial de Donald Trump para Venezuela, Elliott Abrams, Placer también opta por intentar dividir al chavismo en este tema, pues asegura que Diosdado Cabello (el titular de la Asamblea Nacional Constituyente y número dos del chavismo) no cree en esas prácticas, así como también otros altos políticos cercanos al Jefe de Estado la rechazan.
Más de allá de utilizar fuentes anónimas o de personas hoy solicitadas por la justicia venezolana y que por ello decidieron desligarse del chavismo, también los medios utilizan a “especialistas en la materia” para que hagan un análisis “profundo” del lenguaje corporal de Maduro.
El Mundo, por ejemplo, cita a uno de esos “expertos” llamado Jesús Enrique Rosas, quien sostiene que en la polémica entrevista de Maduro con el “periodista” de Univisión Jorge Ramos, el Presidente repitió un lenguaje corporal “con especial énfasis en las manos en forma de cúpula/oración y el mentón bajo para demostrar santidad” a esos cultos.
La inminente caída
Mientras todo esto ocurre y se viraliza, la imagen de Guaidó va en picada. Las voces más importantes en Washington cuestionan su liderazgo. En Venezuela, el ciudadano opositor le reclama avances, mientras otros sectores de la misma oposición condenan su lenguaje belicista y su incapacidad para producir resultados en favor del pueblo.
El Secretario de Estado, Mike Pompeo, ha reconocido que Guaidó no tiene el apoyo de los militares venezolanos para tomar el poder y que ha sido incapaz de unir a una oposición en la que, al menos, 40 personajes aspiran hacerse con el Poder Ejecutivo.
El presidente Donald Trump demanda logros concretos a su equipo designado para Venezuela. Elliott Abrams ha llamado a “abrirse” y dialogar con sectores chavistas para obtener resultados palpables.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, requirió una investigación profunda a las denuncias del apropiamiento ilegal de los fondos destinados como ayuda humanitaria a los venezolanos en Colombia, un robo que habría sido perpetrado por delegados designados por el mismo Guaidó.
Han pasado casi cinco meses desde que se autoproclamó “presidente interino” en una plaza de Caracas, y más ha logrado el VAR (árbitro asistente de video) que le anuló dos goles a Perú contra Venezuela en el inicio de la Copa América Brasil 2019, que el propio Guaidó y su interminable lista de mentiras.
En realidad, el único logro de su “rebelión” no es de él, sino del Gobierno de Estados Unidos, que confiscó decenas de miles de millones de activos venezolanos en el extranjero y comenzó a repartirlos a su “imagen y semejanza”.
Mientras todo eso sucede, y tras las hipótesis fallidas de la quema de la ayuda humanitaria, el golpe militar, la presencia de Hezbolá y el ELN en Venezuela y la supuesta “usurpación” de Maduro, ahora le llega el turno a las “artes místicas” para tratar de que el Titanic Guaidó no se hunda. “Cosas veredes”.