Desde la autoproclamación como «presidente interino» del líder opositor Juan Guaidó, quien es diputado de la Asamblea Nacional, -parlamento unicameral de mayoría opositora y declarada en desacato por el Tribunal Supremo venezolano-, Estados Unidos ha fomentado a escala internacional, diferentes formas de agresión contra el país caribeño.
Estados Unidos suspende su participación en la Conferencia de Desarme (CD) para las próximas cuatro semanas, mientras Venezuela mantenga la presidencia del foro, declaró el embajador estadounidense ante esa instancia, Robert Woods, palabras en las que se pueden apreciar los ataques incesantes del norte de la América, contra el país caribeño.
«Estados Unidos condena, en los términos más enérgicos, la presidencia de Venezuela en este organismo mientras esté representada por miembros de régimen ilegítimo de Maduro. Por tanto, boicotearemos la CD durante las próximas cuatro semanas», dijo, citado en un comunicado de la misión de EE. UU. en las organizaciones de Ginebra.
Woods informó también de «la decisión del Grupo de Lima de boicotear también toda la presidencia de Venezuela del 27 de mayo al 21 de junio». Cabe destacar que los países que conforman esta especie de club de dirigencia de la derecha suramericana, se encuentran en una “alianza”, con los EE. UU. contra cualquier participación del país petrolero en los escenarios internacionales.
«Además, mientras más de 50 naciones de todo el mundo reconocen a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, numerosas misiones en la CD bajaron el grado de su representación en el organismo. No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras representantes de Maduro usurpan el papel de representantes elegidos de Venezuela en este organismo», afirmó el representante estadounidense.
En el concierto de naciones de componen la Organización de Naciones Unidas (ONU) con un número de 193, solo el 25% ha tomado esta posición de apoyo a un supuesto “presidente interino” autoproclamado.
Tras pronunciar su discurso en contra del Gobierno del presidente Nicolás Maduro, Woods se levantó y abandonó la primera sesión presidida por Venezuela.
El 5 de enero, el diputado Guaidó fue elegido presidente de la Asamblea Nacional, parlamento unicameral de mayoría opositora, en desacato desde 2016.
El 23 de enero, dos días después de que el Tribunal Supremo anulara su designación, el diputado se autoproclamó «presidente encargado» de Venezuela, ante un grupo de sus seguidores, apelando a un artículo de la Constitución que prevé esa figura en caso de que exista un vacío de poder, -hecho que nunca sucedió-,pero no bajo el argumento de «usurpación del cargo», como alegó Guaidó.
El presidente Maduro, quien asumió su segundo mandato el 10 de enero tras unas elecciones que la oposición boicoteó, calificó la declaración de Guaidó de intento de golpe de Estado y responsabilizó a EE. UU. de haberlo orquestado.
Guaidó fue reconocido de inmediato por los EE. UU., a los que se sumaron más de 50 países.
Rusia, China, -con derecho a veto en el consejo de seguridad de la ONU-, así como Cuba, Bolivia, Irán y Turquía, entre otros países, siguen apoyando al Gobierno de Maduro.
México y Uruguay se negaron a reconocer a Guaidó, se declararon neutrales y propusieron un diálogo entre las partes para superar la crisis.
Te puede interesar