En Venezuela es imposible proyectar la inflación a futuro porque depende de quienes manejan las páginas web que fijan y cambian el valor del dólar diariamente, dijo a Sputnik el economista Tony Boza.
«La inflación en Venezuela es caprichosa, la podemos medir hacia el pasado, lo que ha sucedido, pero como es caprichosa no la podemos proyectar hacia el futuro, sino que depende del señor que está detrás de la tecla de una computadora que le pone valor a la relación bolívar dólar todos los días», afirmó.
A pesar de que el Fondo Monetario Internacional proyectó que Venezuela cerrará este año con una inflación de 13.864%, Boza cree que esas predicciones son inciertas porque en la nación este fenómeno no está asociado a ninguna matriz económica que explique la situación, a diferencia de otras naciones que tienen un exceso de demanda o una contracción de la producción.
«Hiperinflación con estanflación»
«Aquí hay una hiperinflación que está asociada a un proceso de estanflación, hay estancamiento y al mismo tiempo inflación, ¿hasta dónde puede llegar? Desde el plano de la ciencia económica es difícil de calcular porque está sujeto al capricho de un ciudadano que está detrás de una página web», reiteró.
Boza hace referencia a los portales en Internet que fijan la tasa del dólar paralelo, por la cual se rigen un gran grupo de comerciantes para establecer los precios de sus productos importados y nacionales, así como quienes envían remesas al país.
Por ello, Boza insiste que en Venezuela no existe una hiperinflación clásica, sino que tiene dos componentes: uno estructural, que tiene que ver con que en el país no hay un mercado de divisas, con una confluencia de demandante y de oferente, lo otro es que no existe un punto de equilibrio entre oferta y demanda.
De acuerdo a la explicación del economista, la caída de los precios del petróleo, así como el descenso en la producción de crudo, es sólo uno de los factores que inciden en la inflación porque entran menos dólares al país, lo que provoca una disminución en la cantidad de divisas que se otorgan para la producción.
Sin embargo, consideró que «si aumenta la producción petrolera es obvio que aumentarían los ingresos al país, pero eso no es determinante en la inflación», explicó.
Aunado a lo anterior, «en Venezuela el modelo productivo dependiente del petróleo ha hecho que el sector privado no haya producido si no apenas un uno por ciento de las divisas que se producen en el país».
Ante esta situación, lo único que ha quedado es un sector público que a través de empresas básicas produce divisas y las coloca en el mercado no en base al «criterio que cada Gobierno de turno ha establecido, porque simplemente es una política de Estado», culminó.