Pese a que el gobierno de Nicolás Maduro insiste en el diálogo y paz, la amenaza de un conflicto armado pende sobre Venezuela. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha indicado en varias ocasiones que no descarta  el uso de la fuerza militar contra la nación suramericana,  como medida para derrocar al jefe de Estado venezolano.

De producirse la intervención, los venezolanos combatirían. Así lo señaló recientemente el propio Maduro. «Tendríamos que ir con dolor a defender el derecho de nuestro país a existir», dijo en  entrevista a la BBC.

Preparados para la defensa

De acuerdo con los datos del Ministerio de Defensa, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana cuenta 235 mil hombres y mujeres en primera línea, cifra a la que habría que sumar los miembros de la Milicia Nacional, que suman un millón 600 mil.

La Milicia Nacional Bolivariana se basa en la premisa de la unión cívico-militar, doctrina promovida  por el líder revolucionario, Hugo Chávez.  A este componente se han sumado un mayor número de venezolanos, luego que el presidente Nicolás Maduro anunciara que la meta es alcanzar los dos millones de milicianos para el mes de abril.

También forman parte de las fuerzas armadas los miembros de la Guardia Nacional, un cuerpo militar con funciones de orden público y seguridad ciudadana.

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En cuanto a los medios, en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, con la llegada del  Comandante Hugo Chávez se emprendió en la institución castrense una ambiciosa renovación con el apoyo de Rusia y a China como principales proveedores.

Rusia suministró aviones y helicópteros, así como tanques y unidades de artillería. Siendo su mayor aportación la venta de los cazas Su 30Mk2, un equipo capaz de competir con los más avanzados aviones de combate estadounidenses por  su potencia de fuego, maniobrabilidad y prestaciones. Igualmente adquirió sistemas de misiles antiaéreos de la nación euroasiática.

El apoyo ruso también se materializó cuando desplazó a Venezuela dos modernos bombarderos Tu-160 para ejercitarse conjuntamente con la aviación venezolana.

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China por su parte suministró radares que de acuerdo con el portal especializado Infodefensa podría describirse  como «el mejor sistema de defensa aeroespacial de la región latinoamericana».

De igual forma, el gobierno venezolano renovó la flota que tiene su epicentro en la base naval de Puerto Cabello, en la costa septentrional del país, y que recientemente protagonizó un incidente con un buque de la petrolera estadounidense Exxon Mobil cuando operaba en una zona que la nación caribeña se disputa con la vecina Guyana.

La página web Global  Firepower  por sus medios humanos y técnicos colocó en 2018 a Venezuela en el puesto 46 del ranking mundial de países con mayor fortaleza militar.

Lealtad absoluta

Sumado a los medios técnicos y humanos, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana ha ratificado mediante pronunciamientos su lealtad al presidente constitucional y legítimo de Venezuela, Nicolás Maduro, así como a las leyes e instituciones democráticas del país.

Ted Galen Carpenter, experto en Defensa y Política Exterior del centro de análisis Cato Institute, le dijo a BBC Mundo que «Nadie puede hacer frente a Estados Unidos en una confrontación abierta, pero Maduro conserva aún un núcleo duro de seguidores y lo que podrían hacer los venezolanos es oponer una guerra de guerrillas».  «Eso también puede ser muy efectivo», advirtió.

Carpenter alertó que pese a tener una abrumadora superioridad,  el recurso de la fuerza para decantar la crisis venezolana podría acabar costándole  a Estados Unidos mucho dinero y muchas vidas pérdidas.

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Palabras como las de este analista remueven en la conciencia colectiva estadounidenses el recuerdo de la guerra de Irak o la de Vietnam, en las que el ejército de las barras y estrellas sufrió numerosas bajas en su intento por imponer un cambio político en países lejanos.

Un episodio histórico que ha sido recordado por el presidente Nicolás  Maduro quien alertó que «Venezuela se convertiría en un Vietnam si un día Donald Trump manda al Ejército de Estados Unidos a agredirnos».

Desde Washington se han orquestado intentos de golpe de Estado contra Maduro, y desde el Departamento del Tesoro se han aplicado sanciones que tienen como finalidad asfixiar la economía venezolana.

Hasta elmomento Trump no ha dado luz verde a la intervención militar de tropas norteamericanas en territorio venezolano, porque está al tanto del rechazo internacional que desencadenaría esta acción.

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