Crisis de transporte en Venezuela ¿Un desencadenante de la guerra económica o falta de Gobierno?

Vivir en las llamadas ciudades dormitorio o en el Distrito Capital ya casi no representa ninguna diferencia para los que se trasladan diariamente en transporte público desde sus hogares hasta su lugar de trabajo.

Diversos son los factores que contribuyen a que hoy sea una travesía -al punto de catalogarse una odisea– el simple hecho de ir a trabajar, estudiar, hacer una diligencia o regresar a casa.

Para los habitantes, diariamente pueden ser una o dos horas lo que se tardan en llegar al lugar de destino, incluso estando en la propia ciudad capital. Mientras que para quienes provienen de estados vecinos como Miranda -Charallave, Cúa, Ocumare, Santa Teresa del Tuy, Valles del Tuy, Guarenas, Guatire- o Vargas -La Guaira- esto puede significar tres, cuatro y hasta cinco horas.

Metro de Caracas

La mayoría de las personas utilizan el sistema subterráneo caraqueño, el cual traslada aproximadamente a dos millones de personas diariamente y, aparte de ser gratuito, es supuestamente más rápido. Sin embargo, la falta de mantenimiento, poca oferta de unidades, robo de cables, falta de seguridad y constantes fallas eléctricas hacen impredecible su correcto funcionamiento.

Esta situación parece agravarse cada vez más, por lo que en respuesta a las denuncias de los usuarios sobre el mal servicio, recientemente, el presidente de la institución, César Vega, anunció el lanzamiento del Plan de 100 días, una gran iniciativa impulsada por el Ministerio de Transporte y entes adscritos, con el objetivo de optimizar la operatividad.

En este sentido, se tiene previsto cumplir con un cronograma de mantenimiento para ir mejorando la flota de trenes, Metrobús y Bus Caracas, con el objetivo de garantizar más unidades y estabilizar los trenes en todas las líneas, así como también se realiza una inversión en el área de climatización para mejorar el ambiente dentro de los vagones.

Falta de efectivo

La falta de dinero circulante es una realidad más que golpea el día a día de la población, y cuando se trata del transporte es un factor agobiante por el hecho de que, básicamente, es necesario para cancelar el pasaje, cuyo costo es de 5.000 bolívares (unos 5 centavos de dólar).

No obstante, algunas líneas y transportistas inescrupulosos se aprovechan de la situación actual para cobrar tarifas por encima de la establecida, que pueden variar desde 10.000, 15.000 o 20.000, dependiendo de la ruta. El cajero de un banco solo da 10.000 bolívares diariamente.

A pesar de que el Gobierno Nacional, luego de varias mesas de trabajo sostenidas con representantes del sector, asomó la posibilidad de implementar un sistema de pago electrónico en el transporte público, en el que pudiera efectuarse el pago previo del pasaje, mediante el uso de una tarjeta especial o tickets, este proyecto aún no se ha concretado.

Sin embargo, luego de la designación del nuevo ministro, se retomó este planteamiento, pero en esta ocasión a través de la implementación del Carnet de la Patria como herramienta digital, con el objetivo de evitar que los usuarios sean víctimas de especulación y aumentos arbitrarios de pasaje, y del mismo modo, para contrarrestar el déficit de efectivo.

No hay repuestos

Un elemento que es consecuencia directa de la denunciada guerra económica y financiera que mantienen desde hace algunos años los poderes internacionales y que cada vez arrecia más, es la carencia de repuestos automotrices.

Este es un factor clave y sumamente importante que ejerce un impacto negativo en el parque automotor, debido a que, en Venezuela, a pesar de ser productor de petróleo y ser la nación con mayores reservas de crudo en el mundo, es un país que no ha sabido sacarle provecho a la industria a partir del hidrocarburo como materia prima.

La mayoría de las autopartes son importadas, y debido al asedio extranjero, la caída de los precios del petróleo que originó el descenso abrupto de los ingresos en divisas al Estado, las sanciones promovidas por Estados Unidos, la Unión Europea y otros, se ha dificultado el proceso de importación de estos bienes.

Sin embargo, aunque en el territorio nacional existen algunas empresas trasnacionales dedicadas a la fabricación de cauchos, por ejemplo, lo que producen es insuficiente para la demanda. Aunado a ello, la hiperinflación que aqueja al país impide el acceso a este tipo de artículos.

La solución del Gobierno fue el lanzamiento, años atrás, de la Misión Transporte y la creación de proveedurías para la venta de insumos –a precios justos– a los profesionales del volante. No obstante, muchos han sido los casos de denuncias sobre la distribución de aceites, cauchos y baterías, una de las problemáticas que afecta a los profesionales del volante y que tiene paralizados alrededor del 25% al 30% del parque automotor, según cifras oficiales dadas a conocer por el propio ministro Hipólito Abreu.

“Nosotros tenemos que revisar a fondo los mecanismos que estamos utilizando para la distribución de estos insumos, que no es el adecuado”, reconoció.

Nueva gestión ¿Nuevas estrategias?

El pasado 14 de junio, el presidente Nicolás Maduro anunció la designación de Hipólito Abreu como nuevo ministro de Transporte, en sustitución de Carlos Osorio.

El nuevo encargado del ente estatal admitió que el sector requiere un plan estratégico sectorial que atienda las necesidades como, por ejemplo, un nuevo sistema de distribución de insumos, así como el monitoreo y control de cada asociación de transportistas para la eficiente atención a los usuarios.

Para ello tiene previsto establecer un “plan de alianza interinstitucional”, en conjunto con las alcaldías, dirigido a combatir la corrupción, para controlar los focos de conflicto en el territorio nacional.

Hipólito Abreu es el nuevo ministro de Transporte

Igualmente, ante tantas irregularidades, fue habilitada la línea telefónica 0800-Infovia (0800-4636842), para que las personas puedan tramitar denuncias de especulación en el costo del pasaje y salida de ruta de las unidades, como parte de las acciones implementadas para combatir las mafias.

Con ello, los venezolanos quedan a la espera, porque sólo el tiempo determinará si se logrará avanzar en la solución de esta problemática o se supera definitivamente la etapa crítica por la que actualmente atraviesa el transporte.

Mientras el Gobierno responsabiliza a una parte del sector, cuyo propósito parece ser sabotear el servicio para asediar al pueblo, y los representantes del gremio acusan y señalan las erradas políticas estatales de ser los causantes de este caos, el venezolano “de a pie” queda atrapado en medio de esta batalla campal, esperando soluciones.

Medida de contingencia

La activación de los vehículos llamados “perreras” para movilizar a los caraqueños ha sido la medida más extrema adoptada por  la Alcaldía del Municipio Libertador y que puede abarcar hasta 60 personas, entre las que van sentadas y las que van de pie.

Pese a que muchos no les queda otra opción que aceptarlo, este medio de transporte ha sido duramente criticado, debido a que no es apto para el traslado de personas. Además, estas unidades improvisadas representan un riesgo vial gravísimo por no disponer de los elementos básicos de seguridad, como asientos adecuados o puertas.

Varios han sido los reportes de accidentes de tránsito en los que las «perreras» han quedado sin freno, se han caído usuarios y han resultado fallecidos o heridos. Sin embargo, algunos deciden desplazarse utilizando estos vehículos o, incluso, camiones de volteo, camiones cava, los enrejados para llevar las aves , cerdos y el ganado, que, además, cobran altas tarifas para rebuscarse, aprovechándose de la emergencia en el sector.

A pesar de que el Gobierno firmó un convenio con China para que se instalara una fábrica y se importaran autobuses Yutong, esta alternativa se ha vuelto insuficiente y no ha podido atenuar el déficit de unidades.

Testimonios

Durante un recorrido realizado por el equipo de El Ciudadano en el centro capitalino, para conocer las opiniones de los caraqueños, la señora Miriam Pineda se quejó de que los choferes no ofrecen un trato justo a los adultos mayores y evitan prestarles el servicio, debido a que legalmente están exentos de cancelar el pasaje.

“Aumentan todos los días el pasaje. A nosotros los viejos no nos paran las camionetas, tenemos que ponernos con otras personas en las paradas para poder montarnos”, dijo, aunque reconoció que “las camionetas están paradas por los cauchos, los repuestos están súper caros”.

Por su parte, Gloria López exhortó al Gobierno a habilitar más trenes en el Metro de Caracas, el cual «hace muchos años era un excelente medio de transporte reconocido en toda Latinoamérica».

Otra usuaria, que prefirió no dar su nombre, hizo referencia a un punto importante con relación al mantenimiento de las unidades de transporte, debido a la contaminación que producen en el ambiente.

Mientras que Víctor Vargas, colector del autobús, aseguró que “la situación en el país está caótica” y lamentó que a pesar de que los insumos llegan “se desaparecen, son pocas las unidades que tienen la posibilidad de tener esa ayuda del gobierno y hay que comprarlos bachaqueados”.

Alertó que si el problema no se resuelve a tiempo en noviembre o diciembre de este año, el servicio colapsará. “Hace falta ayuda de los entes del Gobierno. Ellos son los que tienen el poder, ellos deberían solucionar el problema, pero lamentablemente no están haciendo lo que tienen que hacer”.

Finalmente, el conductor de una “camionetica”, Luis García, aseveró que “no se consigue nada y, si lo consigues, lo consigues carísimo”, por lo que consideró importante “surtir los repuestos, traer (importar) los repuestos que no hay”.

No obstante, reconoció la intención y disposición del presidente Nicolás Maduro para atender al sector, pero lamentó que “alrededor lo que tiene es pura alimaña”.

https://www.elciudadano.cl/venezuela/venezuela-sin-servicio-de-transporte-estaciones-del-metro-de-caracas-en-el-oeste-por-robo-de-cables/06/24/