El Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas (CDH-UCAB), Venezuela, denunció maltratos hacia una familia venezolana detenida en la frontera norte de Chile con un niño de ocho años que padece síndrome de Down y un bebé de un año, publicó RT.
Funcionarios de migración chilenos les impidieron el paso y les gritaron en repetidas ocasiones sin tener en cuenta la condición del menor con discapacidad, quien a raíz del incidente «presenta ansiedad y miedo», aseguró esa ONG en una serie de mensajes publicados en Twitter.
La semana pasada entró en vigor un decreto de estado de emergencia en cuatro provincias de la Macrozona Norte de Chile para controlar la crisis migratoria, agudizada tras el asesinato de un camionero el 10 de febrero en la región de Antofagasta.
El gremio de conductores protestó con un fuerte bloqueo de carreteras e intenta atribuir la responsabilidad del hecho a la población migrante.
En este contexto, el CDH-UCAB hizo un llamado urgente a las autoridades chilenas y criticó que a la familia no le han dejado solicitar refugio aduciendo que «no tiene derecho» a hacerlo porque «entraron de manera irregular al país» y debido al estado de excepción actual.
«Están en un centro de detención y les hicieron proceso de deportación. Les dicen que están esperando que lleguen más personas para completar un avión para deportar a Venezuela», detalló la ONG.
«El estado de emergencia no puede ser excusa para la negación de derechos, incluyendo el acceso a territorio y a procedimiento de refugio», defendieron los académicos del centro, añadiendo que esa situación no puede «justificar el maltrato a un niño» y mucho menos si este tiene una condición especial.
En los últimos meses, el rechazo de parte de la población local a las personas que llegan de otros países ha dado pie a manifestaciones y ataques contra personas migrantes en situación de vulnerabilidad, una situación que ha causado repudio en la comunidad internacional.
Uno de estos episodios se produjo a finales de enero, cuando residentes de Iquique, entre consignas xenófobas y portando banderas negras y de Chile, atacaron y destruyeron un campamento de venezolanos situado en una transitada avenida. Al día siguiente, también realizaron un paro regional y un bloqueo a la ciudad.