Las fuerzas militares venezolanas informaron sobre las acciones que llevan a cabo en zonas rurales del estado Apure, fronterizo con Colombia, para recolectar y desactivar los explosivos que habrían sido dejados por grupos Terroristas Armados Narcotraficantes Colombianos (Tancol) en territorio venezolano, reseñó RT.
En varios tuits, el comandante estratégico operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), Domingo Hernández Lárez, explicó que realizan «labores de limpieza y barrido de explosivos» en los poblados apureños, separados de Colombia por el río Arauca –frontera natural entre ambos países–, en el marco de la ‘Operación Escudo Bolivariano 2022 Vuelvan Caras’.
En un reporte en video del comandante de la Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI) en el estado Apure, Leonardo Bello Ortega, compartido por Hernández Lárez, se muestra el despliegue militar en los caseríos rurales apureños de El Ripial y La Victoria, donde se ha hallado una «gran cantidad de explosivos».
Este material sería utilizado por grupos de narcotraficantes y paramilitares que operan desde hace décadas en el conflicto armado colombiano y que ahora se han infiltrado en territorio venezolano, a los que Caracas denomina Tancol.
En el registro también se muestran los artefactos encontrados y el recorrido realizado por los militares, tanto a pie como en tanques, en las comunidades afectadas por la presencia de esas organizaciones criminales.
En otro clip, publicado por el jefe del comando estratégico operacional, se observa la detonación de los explosivos que habrían sido dejados en una zona boscosa por «los grupos narcoterrotistas durante maniobras de persecución».
En las imágenes, también se registró la quema de unas improvisadas construcciones que serían «campamentos ilegales» desde donde operarían los grupos Tancol.
La tensión en esta zona fronteriza se mantuvo constante durante el año pasado producto del conflicto entre los grupos armados que operan principalmente en las zonas campesinas del departamento colombiano de Arauca.
Ya el pasado 5 de enero, Venezuela informó que había proporcionado asistencia a las personas que habían cruzado la línea limítrofe escapando de la oleada de violencia que se vive en varios municipios de Arauca, donde desde principios de año se contabilizan al menos 34 muertos y más de 1.000 desplazados.