Creyentes esperan que Hernández sea declarado el cuarto beato venezolano
Este 29 de junio se cumplirá un centenario de la muerte del doctor José Gregorio Hernández, mítica figura religiosa y del imaginario popular venezolano, mejor conocido como “el Médico de los Pobres”.
Hernández destacó por sus virtudes humanas y cristianas: nobleza, respeto, habilidades como docente e investigador.
Señalan los historiadores que de su gran fe en Jesucristo surgió su inmensa caridad y servicio generoso y competente por los enfermos, demostrando ser un hombre ajeno al egoísmo y a la mediocridad, reseñó el diario El Universal.
José Gregorio Hernández nació en una familia sencilla del pueblo andino Isnotú, estado Trujillo. Se trasladó a Caracas por sugerencia de su maestro para concluir el bachillerato, estudió medicina con dedicación y esmero en la Universidad Central de Venezuela.
Luego se radicó en París y Berlín para especializarse en diversas áreas: microbiología, histología, patología, bacteriología, embriología y fisiología experimental, entre otras.
Esta preparación le sirvió para aportar un decisivo impulso de modernidad al desempeño médico y a la enseñanza universitaria de la medicina. A él se debe la introducción del microscopio en Venezuela.
A lo largo de su ejercicio profesional Hernández dio muestras de preparación, servicio, dedicación generosa y excelencia.
Todo lo puso a disposición para servir a los enfermos y preparar los futuros médicos. La academia de Medicina en repetidas ocasiones ha profundizado en este aporte.
Ante su presencia todos teníamos deseos de ser mejores
El médico, científico, profesor y filántropo de profunda vocación religiosa José Gregorio Hernández nació el 26 de octubre de 1864 y falleció el 29 de junio de 1919, luego de ser atropellado por el único vehículo que existía en Caracas en aquella época.
Cuenta la historia que el día de su muerte, Hernández salió en horas de la tarde, a la esquina de Cardones a atender a una enferma de escasos recursos, pero no pudo llegar porque fue atropellado por Fernando Bustamante, un joven mecánico de 28 años de edad, dueño de un Essex.
El galeno cayó golpeándose la cabeza contra el filo de la acera, lo que ocasiono una fractura en el cráneo. Fue atendido en el Hospital Vargas donde falleció.
El escritor venezolano Rómulo Gallegos, expresó el día de su entierro: “ante su presencia todos teníamos deseos de ser mejores. Esto es lo que hemos sentido quienes hemos conocido su vida: un ideal de hombre y de cristiano”.
El 16 de enero del año 1986 el papa Juan Pablo II declaró Venerable al doctor José Gregorio Hernández.
Ejemplo para la comunidad católica.
De esta manera la iglesia promovió la vida del laico como ejemplo para la comunidad católica.
“Saludo a la peregrinación de Venezuela en honor del Venerable José Gregorio Hernández. Que vuestra visita a la tumba de San Pedro os ayude a incrementar vuestra fe y vuestro amor a la Iglesia”, expresó su Santidad. Posteriormente, el Vaticano le otorgó el título de Siervo de Dios.
En 2013 se fortaleció el interés de la iglesia venezolana de lograr la beatificación del “Médico de los Pobres” y la posibilidad se abrió cuando el papa Francisco expresó su intención de ver de manera oficial al Venerable como un Santo de la Iglesia Católica.
En diciembre de 2018, en comunicación enviada desde Roma, la Congregación para la Causa de los Santos aprobó la postulación de la peticionaria doctora Silvia Correale, para que se analice una nueva propuesta por la Causa de Beatificación de José Gregorio Hernández.
Existen cuatro vías para llegar a la declaración de canonización: la vía de las virtudes heroicas, la vía del martirio, cuando la persona fue martirizada por causa de la fe, la vía de las causas excepcionales y el ofrecimiento de vida.
La devoción popular que identifica a José Gregorio como el médico de los pobres está en la mente del pueblo sencillo. Para todos él es un “santo”. Por ello a José Gregorio se observa en los altares. Es un ejemplo de ciudadano y de cristiano.
El 29 de junio próximo realizarán una serie de misas desde las 12 de la medianoche hasta las 5:30 de la tarde en la iglesia de la parroquia Candelaria, en Caracas, lugar donde reposan los restos del venerable
Los devotos esperan que el Siervo de Dios sea considerado el cuarto beato venezolano, después de la Madre María de San José (1995), Madre Candelaria de San José (2008) y la Madre Carmen Rendiles Martínez (2018).