El estado Miranda, el segundo más poblado de Venezuela, después de ser catalogado como el más violento del país, logró reducir en 75% su incidencia delictiva en cinco años, aseveró el director de la policía de esa región y secretario de seguridad ciudadana, José García Pinto.
«De 700 delitos semanales que teníamos estamos en promedio entre 100 y 150 delitos semanales, es una reducción de 75% del delito general, el homicidio pasó de unos 70 homicidios, cerramos el año pasado con un promedio de 10 y actualmente está en siete y sigue bajando, lo que representa una reducción del 80%», sostuvo el funcionario a través de un entrevista ofrecida a Sputnik.
El estado Miranda está ubicado en el norte de Venezuela, y de los 21 municipios que lo integran, cuatro forman parte del Distrito Capital, y el resto se divide entre zonas montañosas y costeras, en algunos casos sectores rurales de difícil acceso.
Por ello, García Pinto explicó que los primeros pasos que dio el actual gobernador Héctor Rodríguez, cuando asumió su primera gestión en 2017, fueron equipar a los cuerpos de seguridad, aumentar el número de policías y reforzar el sistema de formación.
A esto se sumó la estructuración de una organización impulsada por el Ministerio de Interior y Justicia, que se denomina Cuadrantes de Paz, en los que las comunidades demarcadas de acuerdo a su población y sector elaboran planes con los cuerpos de seguridad con el objetivo de atacar las causas estructurales del problema.
El secuestro de empresarios, comerciantes y sus familiares también se había hecho común en este estado, y García Pinto explicó que, en 2017, se registraban 15 secuestros semanales, y 2022, cerró con menos de 0,5%, «el promedio es de un secuestro cada cinco semanas aproximadamente en 2021, lo que representa una reducción del 89%», acotó.
Analizar cada municipio para determinar las variables de la violencia también ha sido clave, agregó el funcionario, para detectar las variables de los delitos que se cometen y en función de eso organizar el despliegue policial.
Hace cinco años, en el estado Miranda, explicó el funcionario, existían zonas a las cuales los cuerpos de seguridad no podían ingresar, porque estaban bajo el control de grupos delictivos.
No obstante, reconoció que, aunque aún existen zonas en las organizaciones criminales continúan afectando la vida de la población, la policía de Miranda se encuentra diseñando programas para erradicarlos.