La actividad de 30.000 colombianos dedicados al contrabando de gasolina en la frontera con Venezuela, estaría en jaque, con la instrumentalización del sistema subsidiado de venta del combustible, que avanza en el país petrolero a través del Carnet de la Patria y el sistema biométrico.
Este medida permitirá a la población venezolana censada seguir adquiriendo gasolina subsidiada por el Gobierno y será vendida a precios internacionales por parte de la población, que no quiso censarse por diversas razones, entre ellas las de carácter político. No obstante, las cifras del gobierno de Venezuela, indica que 3.385.837 conductores se matricularon para seguir adquiriendo el combustible subsidiado.
El instrumento se puso en práctica en estados fronterizos, como Zulia, Táchira, Amazonas, Apure, Bolívar, Falcón, Delta Amacuro y Sucre. El 24 de septiembre se iniciaron las pruebas del sistema en otros estados del interior del país caribeño. En Lara, por lo menos, en el Centro-Occidente de Venezuela, en cerca de un centenar de estaciones de gasolina se cumple con el proceso de adaptación del sistema biopago.
«Es la primera vez que hago la prueba y me ha parecido fácil», aseveró Elmer Colmenarez, uno de los venezolanos que probó el sistema biométrico en una de las estaciones de gasolina del Este de Barquisimeto, la capital larense, situada a 365 kilómetros de Caracas.
«El proceso es sencillo y hay que acostumbrarse. Uno coloca el dedo pulgar y el sistema lee los datos del vehículo», explicó Colmenarez. Agregó que este sistema es una forma de «organizarnos mejor y evitar que la gasolina que producimos se vaya a otros países a través del contrabando. El país es de todos y todos tenemos que colaborar».
Gabriela Suárez, por su parte, dijo «creo que es una medida que ayudará al país y a nosotros como población, me explicaron cómo es el procedimiento y lo hicieron con mucha decencia» los jóvenes del programa nacional Chamba Juvenil, incorporado a la prueba en las estaciones de gasolina.
Agregó que «probé y fue exitoso, puede resultar positivo para seguir gozando de un beneficio como venezolana e impedirá que nos sigan robando la gasolina, que producimos en el país».
Otras personas no están de acuerdo con el sistema. “Por qué debo utilizar un carnet para abastecerme de gasolina, pareciera que hay un país de los que tienen el Carnet de la Patria y otro de los que no lo tienen”, se quejó Silvia Salgado.
Pérdidas para Venezuela van de 6.000 y 12.000 millones de dólares
Esta medida del Gobierno venezolano busca frenar el contrabando de extracción de gasolina hacia Colombia, donde hay alrededor de 30.000 personas dedicadas al trasiego de gasolina desde Venezuela y otras modalidades de fuga ilegal, que le generan pérdidas anuales al país petrolero estimadas entre 6.000 y 12.000 millones de dólares, destacó un reportaje de Rusia Today (RT) en español.
El reportaje resaltó que en medio de la coyuntura económica que vive Venezuela, la medida le permitirá ahorrar combustible y obtener mayores ingresos por concepto de venta de carburantes, con miras a la meta de reducción del déficit fiscal. Al precio actual, con un dólar estadounidense se podrían comprar unos seis millones de litros.
La estrategia venezolana para la recuperación de su economía puede generarle a Colombia severos problemas. Según las estimaciones más conservadoras, 70 % de la gasolina que se vende en Norte de Santander es de Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Una ley creada por el ex presidente Álvaro Uribe legalizó los «centro de acopio» de gasolina extraída ilegalmente de Venezuela bajo la figura de «cooperativas», lo que permite su distribución dentro de Colombia con márgenes de ganancia de 3.700 %. Aun así, ese carburante cuesta la mitad del que expenden las empresas colombianas.
Tema de la “migración venezolana”, una fachada para Colombia
Para el activista de Derechos Humanos y director de la Asociación de Colombianos y Colombianas en Venezuela, Juan Carlos Tanus, la decisión de Caracas de cobrar la gasolina a precios internacionales es la principal razón para que Bogotá se movilice a escala internacional para tratar de mitigar el «hueco fiscal» que le generará la pérdida de 12.000 millones de dólares anuales a su economía.
Según Tanus, la estrategia de Bogotá es usar el tema migratorio para exigir más recursos en el área de frontera. De hecho, en la Declaración de Quito, suscrita este mes de septiembre, se expresa el deseo de Colombia de pedir más dinero a organismos internacionales para «atender» a los venezolanos que cruzan a su territorio.
Otra de las aristas que apunta el activista es que Colombia no tendrá petróleo en cuatro años, tal como lo han reconocido sus propias autoridades, por lo que suplir la demanda de combustible sin la «provisión» de Venezuela a precios irrisorios, tendrá un peso indudable en su economía.
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