Un grupo de investigadores venezolanos dedicados al estudio y conservación del único oso autóctono de Sudamérica, el Frontino, también conocido como Jukumari y ucumari, publicó imágenes de dos cachorros de esta especie en estado silvestre en la región andina de Venezuela, donde la especie se encuentra en peligro de extinción.
El Tremarctos ornatus (nombre científico de la especie) también es referenciado como oso andino, suramericano, «el salvaje», gran oso decorado o de anteojos, y tiene presencia en la Cordillera de los Andes, en las montañas frías de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia; con posibles avistamientos al norte de Argentina e incluso en el Darién de Panamá.
Los investigadores que forman parte de la Red de Oso Andino de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) pertenecen a la Organización No Gubernamental Proyecto Oso Andino Guaramacal, un grupo fundado en 2016 en Boconó, estado Trujillo (al occidente de Venezuela), por Marcos Hidalgo, un ingeniero y docente de Ecología de la Universidad de Los Andes (ULA).
Según reseña Actualidad RT, el hallazgo se logró a mediados de junio de este año, cuando el equipo captó imágenes «inéditas» con «cámaras trampas» de una osa acompañada por dos cachorros de cuatro a cinco meses de edad, mientras caminaban por un camino del Ramal de Calderas, zona montañosa con 2.346 metros de altitud (aún no protegida) que comparte límites con los estados Barinas, Trujillo y Mérida.
El avistamiento se produjo tras una exploración realizada en noviembre de 2020, en las Calderas, donde vieron una guardería de osa y decidieron montar cámaras para ver su evolución, dicha iniciativa permitió registrar a los cachorros.
Hidalgo indica que las cámaras permiten ver el desarrollo de las crías, proceso que mantendrán mientras la hembra siga transitando por el lugar. «Si la hembra está allí es porque está tranquila y tiene condiciones. Si se llega a ir, algo pasó (…). Este es un hecho que trae mucha esperanza, (…) nos llena de compromiso para proteger estos territorios junto con las comunidades, por el oso andino y las especies asociadas a su presencia».
Lo especialistas explican que el oso Frontino es una especie solitaria que no representa peligro para el ser humano. Su alimentación es variable, puede ser vegetariano, carnívoro u omnívoro.
«Le dicen oportunista, porque come lo que tiene a su disposición. Plantas, frutas, verduras, puyas de aristiguieta, de bromelias, higuerones, palmas, huevos, pequeños vertebrados, peces y miel», explicó Hidalgo.
Su tamaño es mediano en comparación con otros osos. El macho es más grande que la hembra. Puede tener una estatura entre 1,30 y 1,90 metros, y pesar entre 80 y 125 kilos. Es de pelo áspero y de color uniforme, entre negro y café oscuro.
Hidalgo reiteró al medio citado que «hay que educar en lo cultural y en lo socioproductivo para que se respete su hábitat, que la gente sepa que los osos no son malos, no representan peligro, y sobre todo, lo más importante, que no los maten».
La mayor amenaza para este especie es el ser humano y la cacería, actividad que aún persiste, también los afecta la expansión de la frontera agropecuaria y las actividades productivas sin regulación, porque generan fragmentación de los territorios y pérdida de hábitat.
«Una de las principales preocupaciones, una vez se dio a conocer la noticia de los cachorros, es cómo protegerlos. Estamos trabajando con las comunidades, para que la gente entienda lo que estamos haciendo, para que no maten al oso, que sepan que no es una amenaza», reitera Hidalgo.
Actualmente, existen en el mundo ocho especies de osos: Polar, Pardo, Negro americano, Panda, Bezudo, Malayo, Negro asiático y el Frontino. Por esta razón se hace de suma importancia proteger las zonas donde se encuentran, y los Frontinos son «catalogados como especie vulnerable en Sudamérica y en peligro de extinción en Venezuela», afirma Hidalgo.
Fuentes: Actualidad RT/VTV.