El Gobierno de Venezuela evalúa ajustar las tarifas del transporte urbano, pero mientras se finiquitan los nuevos avisos que prepara el Ejecutivo en la materia, que serán consensuados con los transportistas, aseguran que «los precios del pasaje se mantendrán inalterables».
El ministro de Transporte, Hipólito Abreu, fue categórico y negó que esté previsto un aumento del pasaje a 50.000 bolívares (0,01 céntimos de dólar), como parte de la entrada en vigencia del nuevo cono monetario (que eliminará cinco ceros al bolívar), tal y como algunos bloques de transportistas de Caracas habían propuesto.
Durante una entrevista, Abreu señaló que el aumento «no está dentro de lo que debe ser», ya aseguró que lo que se busca es «la normalización de la situación que vive el venezolano», sin dar mayores detalles acerca del precio del pasaje, pues indicó que el tema tarifario «se está desarrollando en mesas de transporte».
A pesar de la regulación de las tarifas, los transportistas han ido ajustando los precios del pasaje sin atender las órdenes gubernamentales, «para cubrir la hiperinflación por la que atraviesa el país», argumentan los gremios del sector.
El paliativo para la población de la capital, Caracas, es que el transporte en el Metro dejó de cobrarse. Sobre el tema, Abreu anunció que existen «estimaciones iniciales» para la tarifa del subterrańeo.
«Todo sistema debe tener un aporte por parte del usuario a los efectos de garantizar su operatividad y el Metro no escapa de ello», comentó el Ministro.
«Esperamos que en poco tiempo podamos tener el sistema de cobro de pasaje bajo diferentes esquemas, para garantizar que el usuario aporte para mantener el sistema. Estamos analizando una tarifa, pensada dentro de lo que es el socialismo, el sostenimiento del sistema y la garantía de que no afecte la economía cotidiana del pueblo venezolano», apuntó.