El Fiscal General de la República, de Venezuela, Tarek William Saab, anunció que el Ministerio Público propondrán una revisión de la legislación en los casos de abusos sexuales para evitar que agresores evadan la justicia.
«Hemos decidido proponer una revisión de la legislación relativa a los casos de abuso sexual, a los fines de corregir los vacíos que puedan existir, de tal manera de evitar que este tipo de agresores puedan evadir la acción de la justicia», aseveró Saab en una rueda de prensa.
«La violencia, el acoso y el abuso de poder en contra de las mujeres serán perseguidos con todo el peso que la ley porque estamos protegiendo los DDHH», enfatizó el funcionario público, en relación a denuncias sobre abusos y acosos sexuales en Venezuela.
Acusaciones por delitos sexuales contra menores sacude a Venezuela
Una avalancha de acusaciones por delitos sexuales contra menores de edad cometidos por músicos, artistas y escritores sacude a Venezuela, donde la etiqueta #YoSíTeCreo se viralizó en redes sociales en respaldo a las denunciantes y llevó a las autoridades a abrir investigaciones, publicó el diario estadounidense Nuevo Herald.
Una mujer, identificada con el pseudónimo de Pía, acusó al escritor venezolano Willy Mckey de haber abusado sexualmente de ella cuando tenía 16 años y el escritor 36. Este, que estaba residenciado en Buenos Aires, reconoció en un comunicado haber cometido “estupro”. Autoridades argentinas reportaron, posteriormente, que el escritor se habría suicidado tras la revelación.
Ante acusaciones como esas, hechas por decenas de mujeres, el fiscal general venezolano, Tarek William Saab, anunció una “investigación penal”.
“Saludamos la valentía de quienes han dado estos testimonios, pero queremos destacar la importancia de la denuncia ante las autoridades competentes”, dijo Saab en una declaración televisada, en la que tildó a los acusados de “depredadores sexuales”.
“Son personas que con fama y poder han realizado actos de acoso o abuso en contra de adolescentes y menores”, agregó.
Todo comenzó en la red social Instagram, con una cuenta abierta para denunciar a Alejandro Sojo, el cantante de la banda de pop rock venezolana Los Colores, por abuso a menores de edad.
El primer mensaje, el 19 de abril, llamaba a “recolectar testimonios” para proceder penalmente en su contra y alertaba de casos de jóvenes de 14, 15 y 16 años documentados con “conversaciones de WhatsApp, FB (Facebook) e Instagram” que, poco a poco, han sido divulgadas.
“Lamento profundamente todo el daño que mis errores del pasado hayan podido causar”, respondió en un comunicado Sojo, quien también reside en Argentina.
Siguiendo el eco del globalizado movimiento #MeToo, comenzó a encenderse la consigna “Yo sí te creo” como señal de respaldo a las víctimas.
El caso trajo señalamientos en cascada contra miembros de otras bandas musicales locales, como Tony Maestracci (baterista de Tomates Fritos) y personajes de la escena teatral como los directores Juan Carlos Ogando y José Pepe Arceo, así como el escritor McKey.
El gobierno de Venezuela, en un comunicado del Ministerio de la Mujer manifestó “solidaridad” con “las mujeres que han venido expresando de manera pública los diversos actos de violencia sexual de los que han sido víctimas” en “ámbitos vinculados a las artes y el mundo del espectáculo”.
Fernando Pereira, directivo de la organización defensora de derechos de los niños y adolescentes CECODAP, considera que la situación “evidencia un fenómeno” que ha sido “tabú” en una sociedad “que sigue llenando de culpa, de vergüenza, a las víctimas”.
“Nos tocó la puerta, nos explotó en la cara, y como sociedad nos está indicando que la mayoría de las víctimas que se han expresado son adolescentes. Hay una relación de poder, una asimetría, con personas adultas que se valieron de tener más edad, más información, más experiencia” para cometer abusos, dijo Pereira a la AFP.
De acuerdo con Saab, desde que asumió el cargo de fiscal general en agosto de 2017, han sido presentadas en Venezuela 8.450 imputaciones por delitos sexuales de diversa índole, emitiéndose 1.676 órdenes de aprehensión.
Sin embargo, Pereira denuncia opacidad en las cifras oficiales: “Estamos en la edad de piedra”.
El activista subraya que la gran mayoría de los abusos sexuales contra menores ocurren en su entorno cercano, familiares, amigos, personas de los sitios que frecuentan. El 80% de las víctimas, sostiene, son niñas.