Autoridades venezolanas evalúan una ruta de traslado seguro para la repatriación, desde Alemania, de la piedra Abuela Kueka, un ícono sagrado para el pueblo Pemón de la Gran Sabana, región ubicada al sureste del territorio nacional.
El gobernador del estado de Bolívar, Justo Noguera Pietri, será el encargado de recibir la roca de jaspe que pesa alrededor 30 toneladas, y explicó a la prensa que realizaron los estudios pertinentes en el área donde será colocado el símbolo cultural venezolano, extraído del Parque Nacional Canaima en 1998.
Noguera adelantó que el canciller de la República, Jorge Arreaza, envió una comisión hasta Alemania para ejecutar los trámites administrativos y confirmar la correcta devolución.
Alejandra Loyola, miembro del pueblo Pemón al frente de la comisión para gestionar el retorno del monolito, expresó que «la extracción de la Abuela Kueka del territorio nacional desgarró a los nativos, quienes por más de 20 años mantienen oraciones ancestrales para lograr su devolución».
Más de 20 años fuera de casa
Fue el presidente Rafael Caldera (1994-1999) quien autorizó la “donación” de la Abuela Kueka al escultor alemán Wolfgang Kraker von Schwarzenfeld, para formar parte de la exposición Global Stone.
Schwarzenfeld intervinó la pieza puliéndola para mostrar el tipo de piedra, siendo esto «un acto de tortura doloroso para la comunidad indígena más que el mismo robo», según denunció un informe de la Agencia Venezolana de Noticias (AVN).
Reencuentro de Kueka con sus hijos
Luego de dos décadas, en 2018 los reclamos pemones se escucharon en territorio alemán, tras una reunión sobre patrimonio en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por su sigla en inglés), donde la delegación venezolana abordó el tema. Este intercambio dio pie al envío de un grupo de los originarios a Alemania, al mismo lugar donde aún reposa su abuela Kueka, a quien ofrendaron un ritual de purificación para restaurarla espiritualmente previo al retorno.
Kueka patrimonio
El Parque Nacional Canaima, donde se encontraba ubicada la piedra, fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad en 1994, por sus tres millones de hectáreas cubiertas de tepuyes y sus «características biológicas únicas», hecho que implica que ese territorio esté bajo salvaguarda especial.
La Convención de 1970 de la Unesco establece los protocolos para impedir «la importación, exportación y la transferencia de propiedad ilícitas de los bienes culturales». Por todo ello, la Unesco le otorga a la piedra la valía de ser tres veces patrimonio: mundial, natural y cultural.
El dolor de los pemones
Tras encontrarse este año con su abuela, la delegación indigena Pemón indicó que vieron a su ancestro en estado delicado. “La encontramos enferma. Las abuelas en sus sueños, en sus visiones la han visto llorando porque extraña estar en su madre tierra, Venezuela”, ha dicho una de las pemones que acudió en la búsqueda de su abuela, que lleva dos décadas separada por más de ocho mil kilómetros de su compañero, hijos y nietos.
La historia de amor
La abuela Kueka es el producto de una historia de amor más antigua que la de Romeo y Julieta. La abuela es la unión del amor de los Pemones y los Macuxi, quienes sólo se podían casar con los de su misma tribu, según las exigencia de Makunaima (dios celoso y estricto).
Los jóvenes enamorados desobedecieron, se casaron y hulleron, pero Makunaima los persiguió, los encontró y les dijo: «Awarokuruu, Amoro aukowamumo Chokroro tatapiche anapo daro…» (¡Vivirás siempre abrazado con tu esposa!). Makunaima sopló al viento esta oración y el joven y su esposa se convirtieron en enormes piedras denominadas Kueka. Hoy son los ancentros, abuela y abuelo Pemón.