Caracas. – El legado integracionista y visionario de Francisco de Miranda “sigue vigente por los caminos gloriosos de la Patria”, así lo manifestó el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, a propósito de celebrarse un aniversario más del natalicio del prócer.
A través de su cuenta en Twitter @NicolásMaduro, el jefe de Estado destacó a este insigne hombre que luchó contra la opresión de los pueblos.
Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez Espinosa, hijo del comerciante canario Sebastián de Miranda Ravelo y Francisca Antonia Rodríguez de Espinosa, de ascendencia portuguesa, nace en la ciudad de Caracas el 28 de marzo de 1750, es el Precursor de la Independencia de Venezuela e Hispanoamérica.
En 1762, inicia estudios de “clase de menores”, en la que recibe clases de Latín, Gramática, con el texto de Nebrija y Catecismo según el compendio de Jerónimo Ripalda, en la Universidad de Caracas. No existe certeza de si recibió de esta Universidad el título de Doctor en Filosofía, ya que la única documentación al respecto es una carta personal suya donde él afirma haberlo recibido. Poco antes de cumplir los 21 años, se embarca rumbo a España, deseoso de servir en el ejército real, el 25 de enero de 1771.
Combatió en el norte de África, en las Antillas y en la intervención contra Gran Bretaña durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, en 1781, su participación en el sitio de la colonia británica de Pensacola (Florida) le valió el ascenso a teniente coronel. Destinado en Cuba, diversas intrigas y acusaciones calumniosas lo determinaron a abandonar la isla en 1783.
El proyecto político de Miranda contemplaba a la creación formar un único Estado iberoamericano independiente, desde el Mississippi hasta la Tierra del Fuego, para el cual había proyectado una constitución, ideado un nombre (“Colombeia”, en honor a Cristóbal Colón) e incluso diseñado una bandera (que sirvió de base para las actuales banderas de Venezuela, Colombia y Ecuador), pero su primer intento de desembarcar en Ocumare fue frustrado por el capitán general de Venezuela, un segundo desembarco en Coro no despertó la adhesión que esperaba por parte de los criollos, por lo que regresó a Europa en busca de refuerzos (1807).
La invasión de España por las tropas de Napoleón Bonaparte en 1808 creó en las colonias americanas una situación de desconcierto y vacío de poder, que los independentistas aprovecharon para lanzar su levantamiento con más garantías de éxito: Miranda fundó el periódico El Colombiano, desde el cual coordinó los movimientos independentistas que estallaron simultáneamente y con características semejantes en toda Hispanoamérica en 1810.
Este año, Francisco de Miranda regresó a Caracas invitado por la Junta, a Londres fueron a notificarlo Simón Bolívar y Andrés Bello. Fue nombrado Jefe del Ejército patriota y dirigió algunas campañas exitosas, pero evitaba la total aniquilación de los enemigos.
Esto les permitió a los españoles reemprender una sanguinaria campaña sobre Puerto Cabello y Valencia que obligó a Miranda a capitular en San Mateo el 25 de julio de 1812.
Viéndose desprovisto de los medios para organizar un ejército eficaz, Miranda tomó la razonable decisión de rendirse tras la caída de Puerto Cabello, plaza defendida por Bolívar, pero aunque contaba con el respaldo de patriotas de la talla de Juan Germán Roscio, Francisco Espejo y José de Sata y Bussy, la firma de la capitulación (24 de julio de 1812) fue entendida como un acto de traición por parte de algunos jóvenes oficiales como Carlos Soublette, Miguel Peña y el mismo Bolívar. Desacreditado por sus errores políticos y militares, y enfrentado tanto a los republicanos radicales como a los terratenientes conservadores, fue arrestado por Bolívar y entregado a los realistas, que le enviaron preso a España, concretamente a la ciudad de Cádiz, donde murió el 14 de julio de 1816.
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