A partir de este sábado 27 de octubre Maracaibo región de Venezuela se viste de fiesta bajo la celebración de la Feria Internacional de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, con la tradicional bajada de la imagen en su basílica.
Para esta magna celebración la Dirección General de Gestión Urbana de la Alcaldía de la ciudad, continúan los trabajos de recuperación con la rehabilitación de obras de infraestructura en el casco central de Maracaibo.
Seguridad para los feligreses
Omar Prieto, gobernador de la entidad, informó que más de dos mil funcionarios de seguridad y prevención del estado estarán desplegados para custodiar a los feligreses en la bajada de “La Chinita”.
Dos mil funcionarios de todos los componentes de seguridad y prevención están desplegados para garantizar la tranquilidad del pueblo durante los actos religiosos en honor la Virgen de Chiquinquirá.
Será el encuentro más espiritual y hermoso jamás antes visto en el #ZuliaMia pic.twitter.com/5jnGI1gJY2— Econ. Omar Prieto (@Omar_PrietoPSUV) October 26, 2018
Por otro lado,Prieto, invitó al pueblo zuliano y venezolana sumarse a este encuentro, cuya procesión se realiza el 18 de noviembre de cada año y es considera una de las más grande de latinoamérica después de la virgen de Guadalupe en México y La Divina Pastora en el estado Lara.
Llegó el día, se acerca el momento: El encuentro hermoso y especial de nuestro pueblo, de la feligresía con su Patrona, La Virgen de Chiquinquirá.
Todos a la Plazoleta de la Basílica este sábado para unirnos en oración y buenos deseos. pic.twitter.com/XgJ6ypWmlF— Econ. Omar Prieto (@Omar_PrietoPSUV) October 27, 2018
Aparición de La chinita una historia de devoción y fe
La historia popular reza que la Chinita apareció en el año 1709, cuando una humilde lavandera de nombre María Cárdenas, encontró una pequeña tablita a sus orillas; la recogió y llevó a su casa, donde la utilizó como tapa de una tinaja de agua. Existe la creencia de que esta tablita pudo haber caído de algún barco que surcaba nuestras aguas.
El 18 de noviembre, cuando la mujer estaba colando café, se percató que en la tablita había una Virgen, por lo que la colocó colgada en la pared. Luego de un rato escuchó unos golpes como si alguien estuviera llamando. Se acercó para ver lo que sucedía y quedó asombrada ante el brillo que emanaba la imagen de Nuestra Señora de Chiquinquirá.
Tras la conmoción gritó ¡Milagro! ¡Milagro! Los vecinos acudieron a la casa de la señora y corroboraron la existencia de la sagrada imagen.
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