Caracas. — El Ministerio del Poder Popular para el Proceso Social del Trabajo (MPPST) puso en marcha oficialmente el Sistema Nacional de Formación y Autoformación de la clase obrera, para que los trabajadores a nivel nacional puedan constituirse en profesionales. En este marco, se llevaron a cabo varias jornadas de inauguración en todo el país, particularmente destacan las realizadas en los estados: Cojedes, Portuguesa, Anzoátegui y Monagas.
Las misiones Robinson, Ribas y Sucre son las que tendrán la labor de certificar, acreditar y supervisar los esfuerzos educativos que realice la clase obrera en el proceso de finalización de sus estudios a nivel primario, secundario y terciario, así como de acompañarlos en su plan de estudios respetando su autonomía y generación de conocimientos. También existen desde el pasado mes de diciembre convenios con 12 universidades del país que se hicieron en los preparativos para la creación de este sistema, y que también colaborarán en el proceso de acreditación de saberes e incluso la continuación de estudios en todos los niveles: técnico, pregrado, posgrado, maestría, doctorado y de diplomados.
“Dando inicio a la presentación y puesta en marcha del sistema nacional de formación y autoformación de la clase obrera enmarcado en los consejos presidenciales populares instruidos por el presidente Nicolás Maduro”, informó el viceministro de Educación y Trabajo Libertador, Edgar Blanco.
Este proyecto orientado a la profesionalización de la clase obrera venezolana fue propuesta originalmente por el titular de la cartera laboral, José Ramón Rivero, quien impulsó además la conformación de equipos de trabajo en todo el territorio nacional para gestionar el proyecto, y acotó que este debe estar orientado hacia el aprendizaje práctico y el saber productivo.
La idea, enfatizó, es que los trabajadores aprendan a su propio ritmo y de manera acorde con sus experiencias laborales y vivenciales, aclaró que no se trata de un proceso academicista sino de uno firmemente sementado sobre las bases de la dignidad humana y el respeto por los derechos de los obreros.
Expresó además esperanzas de que la acreditación y formación profunda de la masa trabajadora servirá para apuntalar el desarrollo y la soberanía en materia tecnológica, agrícola, industrial, pesquera, minera y comercial, de forma que se puedan hacer frente a los efectos de las medidas coercitivas unilaterales.
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