Este miércoles 27 de junio, en la panadería La Minka Comunal, ubicada en el centro Caracas, Venezuela; efectivos policiales del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) junto con las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) irrumpieron el local con el fin de «desalojar» al movimiento popular que hace vida en ese comercio y tomar por la fuerza los espacios.
El antiguo dueño (portugués) realizó una demanda para recuperar el local. Recordemos que este local fue intervenido, años atrás, por los organismos del Estado debido a situaciones irregulares e ilícitas cometidas por la antigua administración, y provisionalmente otorgado al movimiento popular “La Minka” el cual ha hecho del espacio un referente para la dotación de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).
La comunidad revirtió el desalojo
Representantes de la comunidad y organizaciones populares, al percatarse del hecho, se manifestaron en defensa de la panadería comunal y ocuparon el espacio con consignas y dispuestos a defender el lugar. Luego de revisar la presunta orden judicial que acompañaba a los funcionarios, determinaron que carecía de legalidad y procedieron a revertir la pretendida acción de desalojo.
En el suceso, intervinó luego la jefa de Gobierno de Distrito Capital, Carolina Cestari, quien medió para detener la desocupación. Por su parte, activistas del movimiento popular se pronunciaron. «Somos débiles jurídicamente ante la recomposición de la burguesía mafiosa y especuladora. La propiedad privada se impone sobre los intereses populares» , expresó Johan Rodríguez, líder social.
Sólo el pueblo salva al pueblo
El hecho se hizo viral en las redes sociales, donde miles de personas y organizaciones sociales del país manifestaron su apoyo a la Empresa de Producción Social que desarrolla la actividad panadera, y brindaron el respaldo mediante imágenes, vídeo y mensajes de apoyo; hasta llegar a altas autoridades.
La panadería comunal «La Minka», en armoniosa articulación con las organizaciones populares, comunitarias y productivas del sector y apoyo de instancias gubernamentales, mantienen una producción diaria de panes, entre 6.000 y 8.000 unidades, los cuales llegan a los habitantes del sector a través de los CLAP.