El ex secretario de la extinta coalición de partidos de oposición en Venezuela Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús «Chúo» Torrealba, ve muy positivo el nombramiento del nuevo CNE, aunque advierte que la reconstrucción de una alternativa opositora «creíble» no será «instantánea».
Pero con «trabajo y mucho», ve posibilidades de ganar importantes gobernaciones y alcaldías. «En el Zulia es abiertamente posible que la oposición retome ese espacio, también Miranda y Bolívar», agregó
Jesús «Chúo» Torrealba, exsecretario general de la extinta Mesa de la Unidad Democrática, en conversación con el canal de noticias Globovisión, afirmó que estas próximas elecciones de gobernadores y alcaldes, las del 21 de noviembre, podrían ser, en sus palabras, «quizás la última oportunidad» de la oposición para reconstruir una alternativa como frente al gobierno de Nicolás Maduro, pero advierte que eso no será «instantáneo».
A dos semanas de haberse designado un nuevo Consejo Nacional Electoral en el país caribeño y cuya directiva ha sido vista en el terreno internacional como «un primer paso» para consensos, organizaciones y gobiernos del mundo se han pronunciado a favor, eso incluye Estados Unidos, la Unión Europea, España y el Reino de Noruega. Torrealba resalta que la oposición está obligada a luchar «en las condiciones que encontramos y no esperar condiciones ideales».
«Hay que buscar los resultados mejores posibles, pero esto tendrá que ver con la claridad estratégica de reconstruir y mantenerse en la ruta democrática, además de tener la madurez necesaria de integrar fórmulas unitarias», agregó.
«Todos los venezolanos, tanto los que están en el gobierno como lo que están en la oposición, debemos hacer un esfuerzo muy grande para retomar el control de la dinámica política venezolana (…) todo esto que está ocurriendo abre una oportunidad inmensa para que la clase política venezolana retome la sintonía con la ciudadanía (…) y aproveche esta oportunidad que podría ser la última (…)», aseguró.
—Para rescatar la confianza en los electores que se debe hacer a partir del nombramiento del nuevo CNE…
—Coincido con la opinión de Vicente Díaz, creo que ésta es la mejor representación que ha tenido el campo no oficialista en el Consejo Nacional Electoral, la combinación de la habilidad política de Enrique Márquez con la fortaleza técnica de Roberto Picón le da un especial perfil a la presencia no oficialista en ese organismo.
Creo además en el papel desempeñado por la sociedad civil, específicamente por el Foro Cívico que marca de manera importante este proceso de designación, los tres suplentes no oficialistas que están allí fueron propuestos por el Foro Cívico y por cierto tiene una representatividad muy importante, son un sindicalista como lo es el señor León Arismendi, presidente del Instituto de Altos Estudios Sindicales; Francisco Martínez, empresario y expresidente de Fedecámaras, y la tercera es una mujer venezolana que además es colega, periodista, Griselda Colina, la Directora del Observatorio Global de Comunicación y Democracia. Tenemos un sindicalista, un empresario y una activista de la sociedad civil dentro de trío de suplentes que quedaron designados, además uno de ellos logrará ser suplente incorporado.
(…)Teniendo el oficialismo mayoría calificada en la instancia que designa; sin embargo, producto de la realidad institucional y de las presiones internacionales, el oficialismo transige y permite que el campo no oficialista tenga una representación que duplica la que anteriormente teníamos y que tengan un perfil muy importante.
Reconstruir la ruta democrática
«Una dirección política partidista de oposición, inmadura (…) no supo digerir el triunfo de 2015»
Torrealba destaca que «más importante que 3-2, 2-1, más importante que cualquier correlación aritmética es la decisión estratégica de reconstruir la ruta democrática, solamente puede obtener mejores condiciones electorales quien esté comprometido a ejercer esa mejores condiciones».
En este momento, creo que llegamos a un punto de agotamiento de aquella fase de demagogias y mentiras que se abrió en 2016 cuando una dirección política partidista de oposición, inmadura, poco seria, poco responsable no supo digerir el triunfo de 2015 y se metió en una dinámica inmediatista que le hizo el juego a la oposición autoritaria del gobierno y terminó despilfarrando el capital político acumulado y gastándolos en estos 5 años de derrotas.
Ese capítulo se cierra definitivamente, el pasado 5 de enero de 2021, el capítulo de la Operación Gedeón, el capítulo del levantamiento bufo del Distribuidor Altamira, El Cucutazo, ese capítulo de derrotas tiene que ser cerrado y tiene que reiniciarse el camino de reconstrucción de la única vía que le ha dado a la oposición un éxito mesurable que es la vía democrática, todo esto que está ocurriendo abre una oportunidad inmensa para que la clase política venezolana retome la sintonía con la ciudadanía (…) y aprovecha esta oportunidad que podría ser la última (…).
—Pero hay escepticismo en muchos venezolanos, ¿cómo es posible que después de tantos años y derrotas, opositores sigan llamando a la abstención?
— (…) En Venezuela los políticos fracasan y siguen diciendo hasta el final que tuvieron la razón, en nuestro caso tenemos un liderazgo opositor y un sector de la población cada vez más menguante que se niega a ver lo evidente. Yo diría humildemente, y con todo el respeto del mundo, que lo que hay que hacer es no engancharse con la discusión de quienes nunca van a cambiar de opinión. No pueden generar los cambios aquellos que están más preocupados por defender sus errores del pasado.
El tema es no enfrascarse en esa discusión y de ir al encuentro de ese país mayoritario que quiere cambios, pero los quieren en paz, en democracia y en libertad.
Voy a poner un ejemplo, en 2004, el presidente (Hugo) Chávez ganó el Referéndum Revocatorio y la oposición venezolana de ese entonces en vez de investigar lo que había ocurrido y aprender de esa derrota, donde por cierto mucho hubiesen aprendido, lo que hizo fue cantar fraude y exponer unas estadísticas rarisímas y atravesadas (…) y como consecuencia se fueron al 2005 con la abstención con resultados catastróficos .
—¿Cuáles considera que son los líderes políticos que deben salir a motivar el voto?
—Parte de esa recuperación de la política como racionalidad pasa necesariamente por la generación de un nuevo liderazgo, que nosotros tengamos hoy después de 21 años en la dirección opositora más o menos las mismas caras, da cuenta de una o dos razones, o no hay vitalidad en el campo opositor para generar nuevas realidades dirigenciales o hay unas cúpulas que han obstruidos la expresión de esas nuevas realidades, yo creo que es lo segundo. Creo que se ha combinado la represión oficialista con la terquedad de la cúpula opositora para no dejar avanzar un necesario remozamiento de los cuadros dirigentes en la oposición(…).
Las elecciones de gobernaciones y alcaldías son una oportunidad de oro porque ese remozamiento del liderazgo no puede ser del resultado de una reunión de cuatro mini-partidos en un cuarto oscuros repartiéndose cuotas (…) ese voto se acabó, ese escenario se agotó, en Venezuela no hay partidos grandes ni pequeños, hay partidos chiquitos y más chiquitos todavía, y todos esos partidos están divorciados del sentir nacional, en consecuencia quien tiene que decidir sobre el nuevo liderazgo del campo democrático, es el voto del ciudadano.