Un grupo de 133 venezolanos que estaban en situación de apremio en Estados Unidos (EE.UU.) retornó el viernes a la nación caribeña mediante un vuelo humanitario proveniente de México y habilitado por la aerolínea estatal de Venezuela, Conviasa.
El vuelo humanitario trasladó a 154 pasajeros desde Venezuela a México incluyendo a 20 estadounidenses que querían regresar a su país en medio de la pandemia del COVID-19
El vuelo V07810 aterrizó en la ciudad de Toluca, cumpliendo las más estrictas normas de higiene y seguridad, y luego retornó con 133 venezolanos que habían quedado varados en territorio estadounidense, precisó el vicecanciller venezolano para América del Norte, Carlos Ron.
Ron, quien recibió a sus compatriotas acusó de «intransigencia» a la administración de Donald Trump por negarse a permitir la entrada a Estados Unidos del avión de Conviasa, lo que obligó a planificar a manera de escala una ruta hacia México.
«Este traslado hacia México ocurrió ante la intransigencia de la administración de Donald Trump de permitir que el vuelo humanitario de Conviasa ingresara a ese país para llevar a ciudadanos estadounidense y rescatar a los connacionales», explicó.
«Nosotros habíamos pedido al gobierno de los Estados Unidos que permitiera la entrada de un vuelo de Conviasa por 48 horas, pero fue inflexible», subrayó en declaraciones a los medios.
El vicecanciller venezolano informó que a todas las 33 personas que regresaron a su país se les aplicaron las pruebas rápidas para el despistaje del coronavirus COVID-19.
El pasado 7 de febrero, Estados Unidos incluyó a Conviasa en su paquete de sanciones unilaterales y coercitivas contra Venezuela.
Debido a esta medida, ciudadanos y empresas estadounidenses tienen prohibida cualquier transacción con la compañía estatal venezolana.
El Gobierno de Nicolás Maduro solicitó, en días pasados, a las autoridades estadounidenses que permitieran la repatriación de los ciudadanos venezolanos que se encuentran en ese territorio y desean regresar al país, ya que cuentan con los aviones para realizar los vuelos. Sin embargo, Washington ha negado la autorización para hacerlo.
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