Solo quedaron los pies. Presumen que la estatua de más de 300 kilos de José Leonardo Chirino, que lideró la insurrección de negros y zambos en la sierra de Coro, en el Centro-Occidente de Venezuela, el 10 de mayo de 1795, se la llevaron varias personas en la madrugada del domingo 9 de septiembre, pero nadie vio nada, indicó una nota del portal venezolano Cactus24.
La estatua estaba en la plaza homónima del líder ubicada en el sector La Toma de Caujarao, donde se bifurca la carretera Coro-Churuguara a pocos minutos de Coro, la capital del estado Falcón. La escultura pedestre de bronce, esculpida por el artista falconiano Henry Curiel, fue partida parcialmente con una segueta a la altura de los tobillos y luego empujada hacia atrás.
Presumen que varias personas debieron atajarla porque no hay evidencia en el piso de que haya caído, señaló el portal citando la denuncia de la periodista Eva Riera en la página del IAM Venezuela. “El monumento estaba montado sobre un pedestal de piedra donde quedaron los pies sujetados al cemento”, indicó la reseña.
“Dado su peso, calculado en más de 300 kilos y su altura de dos metros, se presume que en el hurto participaron muchas personas que debieron trasladarla en un camión”, acotó la reseña. Lo extraño del caso –agregó- es que ninguna de las familias vecinas observó ni escuchó nada. No obstante, la mañana del domingo al notar la ausencia de la estatua, procedieron a hacer la denuncia ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.
El artista Henry Curiel, autor de la pieza, se mostró sorprendido por la sustracción de la obra que, relató, le fue encargada en 1996 por José Curiel, cuando era gobernador de Falcón.
El artista Curiel manifestó que “estamos viviendo una faceta negativa del arte, esta vez le tocó a José Leonardo Chirino, una pieza emblemática que costó mucho dinero en su momento y es lamentable que fuera hurtada”.
La obra mostraba a un Chirino sin camisa y con el pantalón arremangado con un machete que colgaba de su cintura. Esta arma le había sido robada años atrás y en su lugar le habían colocado un machete real.
Es el tercer robo de estatuas de bronce en Coro en menos de tres años. El primero tuvo lugar en el Paseo Monseñor Iturriza, al Este de Coro, de donde se llevaron dos estatuas pedestres de José Caridad y José Leonardo Chirino también, sin que nadie hiciera la advertencia.
De hecho las autoridades policiales se han excusado de iniciar una investigación por no existir una denuncia. El segundo ocurrió en 2017 en la plaza Urdaneta situada en la calle Falcón, de donde sustrajeron el busto del héroe zuliano Rafael Urdaneta, que había sido donado por la gobernación del Zulia.
Las estatuas de bronce y de otros metales ferrosos, de los héroes patrios y personalidades venezolanas, se han convertido en víctimas de las mafias que trafican con estos materiales, que azotan al país caribeño.
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