Al noreste de la Península de Paraguaná, en el costero estado venezolano de Falcón, se encuentran Las Cumaraguas, unas salinas que regalan al visitante un espectáculo de atardeceres rojizos que irradia la superficie del agua.
Se encuentran ubicadas al este de la población El Vínculo, con una extensión de 20 kilómetros cuadrados y sirven de hábitat para aves como el flamingo, que se alimenta de los crustáceos que allí se encuentran.
Cumaragua es el nombre de un pequeño cangrejo de caparazón rosado que habita en la zona. Se dice que en lengua indígena significa «espuma rosada».
El momento ideal para acercarse a las Salinas de Las Cumaraguas es antes del atardecer, el acceso es por vía terrestre, se encuentra entre las poblaciones de El Vínculo y Las Cumaraguas, cercanas al Cerro El Alto, reconocido por el hallazgo cartográfico de un conglomerado de cuarzo bien redondeado en una matriz arenosa rojiza.
Estos cuarzos se encuentran en agujeros profundos, preservados por el tope de un acantilado marino excavado y que presenta una base erosiva sobre sedimentos de hace millones de años.
Falcón cuenta con cinco salinas naturales y dispone de aproximadamente 220.000 hectáreas de zonas calificadas aptas para la creación de salinas artificiales, en toda la costa venezolana.
Los atardeceres en Las Cumaraguas se tornan inolvidables debido al tanino que contienen las aguas que corren por ese sector que toman un color rojizo que junto al reflejo del atardecer arman una escena crepuscular que deja a cualquiera sin aliento.
Las Salinas de Las Cumaraguas posee playas idóneas para practicar Windsurf, también se acostumbra hacer regatas internacionales, la fauna se caracteriza por restos de moluscos y placas de especies equinodermas.
Destacan entre ellos la Artemia salina, un minúsculo camarón que forma parte de la fauna de las salinas de casi todo el mundo, explicó el portal blastingnews.com.
Debe su nombre a Artemisa, la diosa Griega que era capaz de sobrevivir en ambientes muy hostiles. Inicialmente se le conocía como Cáncer Salinus, a partir de 1875 se le denominó Artemia Salina, sin embargo en la actualidad se le llama Artemia Sp.
Este crustáceo constituye una importante fuente de proteína en la alimentación de especies de gran valor comercial en la acuicultura, especialmente de los camarones, sobre todo en las fases iniciales de su crecimiento, lo cual le da una importancia en la nutrición de las especies acuáticas en cultivo.
Al pasar al mediodía por las salinas de Las Cumaraguas, bajo la luz del sol sus aguas con su peculiar tono rosáceo, nos confirman la gran cantidad de crustáceos que allí se encuentran, incluida la Artemia.
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