La controvertida empresa de seguridad privada norteameoricana, Blackwater, tristemente recordada por sus excesos en Irak y Afganistán, quiere formar un ejército de mercenarios para derrocar a Nicolás Maduro.
Aunque el plan parece descabellado, varias fuentes le revelaron a agencias de noticias como Reuters que Erik Prince, dueño de la empresa de seguridad privada Blackwater y gran admirador del presidente Donald Trump, está buscando apoyo para armar un ejército de mercenarios que ayuden a derrocar al presidente constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro.
Según los medios estadounidenses, Prince ha solicitado inversión y apoyo político para reclutar a 5.000 soldados a sueldo que se encarguen de intervenir a Venezuela y que luchen a favor del diputado opositor Juan Guaidó.
Según la revista NewsWeek la operación comenzaría con la «recopilación de inteligencia y luego se desarrollaría en misiones de combate y estabilización».
La idea es crear un «evento dinámico» que rompería el estancamiento entre ambos bandos, señaló este medio.
Prince prevé formar un ejército de merenarios «peruanos, ecuatorianos o colombianos» ya que estos soldados serían más aceptables políticamente que otros contratados en EE.UU.
El fundador de Blackwater, estaría buscando 40 millones de dólares de inversionistas privados. También espera obtener fondos de los miles de millones de dólares de activos venezolanos que han sido congelados por las sanciones unilaterales impuestas por Wasshington y la Unión Europea (UE) a la nación caribeña.
Fuentes en Washington le dijeron a Reuters que Prince no sólo ha buscado apoyo en Estados Unidos, también ha viajado a Europa en busca de respaldo para formar su ejército.
El vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Garrett Marquis, no ha querido hacer comentarios sobre el tema.
Mercenarios para Guaidó
Por otro lado, se dijo que el dueño de Blackwater había mantenido reuniones sobre este tema con representantes de Juan Guaidó a mediados de abril, aunque Edward Rodríguez, uno de los colaboradores del auroproclamado “presidente interino”Guaidó, dijo que la oposición no había hablado con él.
Sin embargo, Reuters reportó que Lital Leshem, director de relaciones con los inversores de Frontier Resource Group, la firma actual de Prince, confirmó previamente el interés del empresario en las operaciones de seguridad en Venezuela.
«Tiene una solución para Venezuela, igual que tiene una solución para otros muchos países», sostuvo, sin entrar en detalles.
¿Qué es Blakwater?
Blackwater es la empresa de seguridad privada más grande del mundo y también la más temida. Surgió hace más de dos décadas como una multinacionial militar encargada de proveer servicios en las guerras de Afganistán e Irak, pero pronto comenzó a ser señalada por cometer crímenes en Medio Oriente.
En Estados Unidos tiene procesos abiertos por corrupción y por polémicos contratos otorgados por el Pentágono y el Departamento de Estado.
Blackwater, cuyo nombre se inspiró en las aguas del ‘Gran Pantano Triste‘, que se extiende en la frontera entre los estados de Virginia y Carolina del Norte, surgió con apoyo de la Casa Blanca.
La empresa fue fundada en 1997 por Al Clark y Erik Prince, un exmiembro del cuerpo de élite del Ejército de EE.UU. y generoso contribuyente del Partido Republicano.
La empresa tuvo su época de oro durante el gobierno de George W. Bush (2001.2009), cuando fue contratada para entrenar a 100.000 marinos luego del atentado contra el buque ‘USS Cole’ en las costas de Yemen.
En 2002, la empresa aportó hombres para la invasión de EE.UU. en Afganistán y más tarde hizo lo propio durante las acciones de Washington en Irak.
Precisamente, su participación en Irak puso a la empresa en el centro de la polémica internacional, cuando el New York Times reportó que soldados de Blackwater habían sido los responsables del asesinato de 17 civiles, en una acción que también dejó 24 heridos en 2007.
El diario estadounidense reveló que Blackwater también participó de detenciones extrajudiciales y asesinatos en el marco de sus contratos con la CIA.
Las acciones de la empresa siempre tuvieron, además de contratos millonarios con la CIA, la garantía de total inmunidad por parte del Gobierno de EE.UU., reseña Sputnik.
Debido a la polémica por su participación en Irak, la empresa a intentar lavar su imagen. En 2009, Prince se alejó de la presidencia de la compañía, que dejó de llamarse Blackwater para pasar a ser ‘Xe’. Dos años después volvió a modificar su nombre a ‘Academi’, tras asociarse con la empresa de seguridad Constellis.
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