Venezuela exige retorno de la piedra Kueka al pueblo pemón

La discusión, que cobró importancia tras la sesión 204° del Consejo Ejecutivo de la Unesco en la que se abordó el tráfico de ilícito de patrimonios culturales, se mantiene vigente. La piedra ancestral yace en un parque en Alemania desde 1998

Venezuela exige retorno de la piedra Kueka al pueblo pemón

Autor: José Gabriel Diaz

La insistencia por parte del gobierno venezolano en recuperar uno de los símbolos más importantes de la cultura pemón, extreído y expuesto en un parque en Alemania, pica y se extiende.

«Hemos pedido que se retorne a la abuela Kueka a su lugar de origen en la Gran Sabana, de donde nunca debió salir», dijo el ministro de Cultura, Ernesto Villegas el pasado 9 de abril. «Tenemos mucha esperanza de que por la vía del diálogo podamos lograr la repatriación de la piedra«.

A estas declaraciones se suman las realizadas recientemente por Villegas, a la espera de una respuesta por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la cual discutió junto a un grupo de venezolanos en París, Francia durante la sesión 204° del Consejo Ejecutivo de dicho organismo internacional, la necesidad de combatir al tráfico ilícito de patrimonios culturales.

«En mala hora sustraída de Venezuela, intervenida por un artista e instalada en un parque en Alemania. No descansaremos hasta lograr su retorno a la Gran Sabana, símbolo de paz y vida en el planeta«, compartió el ministro a través de su cuenta recientemente en Twitter (@VillegasPoljak), junto con un video.

En la mitología pemona, Kueka es una piedra sagrada que protege y da abundancia a la etnia y al mundo. Nacida a partir del castigo a una joven que escapó de su familia, luego de enamorarse de un joven de otra tribu, ambos recibieron la misma suerte y fueron colocados a pocos kilómetros el uno del otro en la comunidad de Santa Cruz de Mapurí, en el municipio Gran Sabana del estado Bolívar (al sur este del país), considerados la Abuela y el Abuelo Kueka.

En 1998 esta roca de jaspe de 30 toneladas, belleza y brillo fue extraída de su sitio original, irrespetando los derechos del pueblo Pemón, luego de ser donada al alemán Wolfgang von Schwarzenfeld.

Aunque la solicitud del retorno no es nueva, desde 2010 la cancillería venezolana se enfoca en dar curso a dicha petición emanada por el pueblo originario al que le pertenece y el cual la considera una reliquia ancestral cuyo robo ha desatado desastres naturales.


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