Venezuela: Responsables de descuartizar a Liana Hergueta no recibirán beneficios procesales

El 6 agosto de 2015, Liana Hergueta, fue atacada por dos hombres identificados como José Rafael Pérez Venta y Samuel José Angulo Sánchez, bajo la orden de Carlos Eduardo Trejo Mosquera. La mujer llegó a la esquina de Canónigos, edificio Isnotú, piso 6, apartamento 605, en la parroquia Santa Rosalía, para reclamar el pago de unos dólares que le había vendido a Trejo Mosquera, un hecho que terminó con su muerte. Tres años después  algunas Organizaciones No Gubernametales (ONG)  de oposición al Gobierno de Venezuela buscan beneficios para los asesinos.

A la mujer la aturdieron con un choque eléctrico, realizado con una pistola Taser, le taparon con tirros la boca y la nariz, hasta asfixiarla y luego la desmembraron, colocaron en bolsas negras sus restos y los dejaron en su vehículo, que luego fue hallado el 7 de agosto en Los Manolos, avenida Andrés Bello (urbanización ubicada en la capital de Venezuela). Un suceso que conmocionó al país.

Los listados que ONG que hicieron llegar a la Comisión de la Verdad de la Asamblea Nacional Constituyente «contaban con homicidas, narcotraficantes, personas que descuartizaron a una dama, caso que fue ampliamente conocido en Venezuela, estas ONG, son traficantes del dolor «, destacó el vicepresidente de Comunicación y Cultura, Jorge Rodríguez al informar que en un trabajo articulado entre la Comisión de la Verdad, el Ministerio Público y los tribunales  otorgaron (79) beneficios procesales, en pro de la reconciliación nacional.

Trejo Mosquera conoció a la dama en febrero de 2014 en la Plaza Alfredo Sadel de Las Mercedes en Caracas. Ambos militaban en el partido Primero Justicia,  la mujer  formaba  parte de la estructura de apoyo logístico de las guarimbas.

Trejo Mosquera no cumplió su parte del acuerdo, razón por la cual la mujer procedió a denunciarlo a través de las redes sociales. Trejo quien tenía aspiraciones políticas en el partido de oposición donde militaba, se sintió presionado y contactó a Pérez Venta, operador que mantenía como premisa asesinar para escalar políticamente.