En Colombia, «los asesinatos de siete líderes sociales en los primeros días del año deja en evidencia la vorágine de muerte que no cesa«, denunció Marco Romero, titular de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES), una organización no gubernamental que hace seguimiento a este fenómeno social.
“En los territorios se necesita crear entornos de protección que desautoricen a los asesinos y pongan en evidencia cuáles son las fuentes de esta violencia estructural”, aseguró Romero a Caracol TV.
Vergonzosa estadística
Colombia muestra una vergonzosa estadística de crímenes. Según la Defensoría del Pueblo, 172 líderes sociales fueron asesinados en el país durante 2018, mientras en los primeros nueve días de enero de 2019 se reporta casi un homicidio por día.
Las organizaciones defensoras de derechos humanos piden a la comunidad internacional — y al Gobierno– que se pase del conteo de muertos a ejercer acciones más efectivas.
“Estamos pidiendo a la Corte Penal Internacional (CPI) mantener una observación más detallada a estos crímenes posteriores al Acuerdo de Paz, que son de su competencia. Solicitamos también a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) mantener una observación mucho más profunda en Colombia”, afirma Romero.
Precio por cabeza
En tanto, Luis Fernando Arias, consejero mayor de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), habló con Caracol TV de los casos más críticos en las comunidades del norte del Cauca.
“Ya varios panfletos amenazantes le han puesto precio a la cabeza de gobernadores, de guardias de cabildos, de coordinadores de programas. Se ha vuelto un tema sistemático y generalizado, pero lo más preocupante es que se están ejecutando esas órdenes”, asegura.
Asimismo, Aída Quilcué, consejera de derechos humanos de la ONIC, denuncia que están pagando el precio por defender sus tierras y rechazar el narcotráfico.
“Esto ha sido objeto justamente de quienes ejercen el tema del narcotráfico, que son gente de afuera, grupos armados y gente que quiere controlar el territorio”, sostiene la líder social.
Movilización indígena
Ante esta ola de asesinatos, los indígenas preparan una gran movilización desde sus territorios hacia Bogotá, informó la ONIC. A su vez, defensores de los derechos humanos piden más acciones internacionales para prevenir asesinatos.
Entre las víctimas, la ONIC cuenta a Maritza Quiroz Leiva, quien se dedicó a defender los derechos de su comunidad hasta que sicarios acabaron con su vida el pasado fin de semana en zona rural de Santa Marta.
El de Maritza es uno de los rostros de las más recientes víctimas contra líderes sociales, entre las que también está Gilberto Valencia, constructor de paz y gestor cultural de Suárez, asesinado en la mañana del 1 de enero, en dicho municipio del norte del Cauca, cuando celebraba la llegada del año nuevo con familiares y amigos.
“Eso es algo que se veía venir, cuántas denuncias, cuántas veces hemos ido a la Unidad Nacional de Protección en Bogotá y no pasa nada”, sostiene a Caracol TV una de sus amigas.
Asimismo, José Rafael Solano, dirigente comunal que ofrendó su vida en el Bajo Cauca Antioqueño. Destaca también el caso de Diomar Alexis Parada, quien lucha por sobrevivir tras ser atacado a bala en Hacarí, en Norte de Santander.
https://www.elciudadano.cl/pueblos/comision-de-paz-condena-recientes-asesinatos-de-lideres-sociales-en-colombia/01/08/
https://www.elciudadano.cl/colombia/otros-cuatro-lideres-sociales-fueron-asesinados-en-colombia/08/21/
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