Este domingo se filtró un video en el que aparece el expresidente Álvaro Uribe pedir a empresarios de Estados Unidos (EE. UU.) intervenir y violar la soberanía de Venezuela, con el fin de socavar al gobierno del presidente Nicolás Maduro.
En el material audiovisual se oye al exmandatario hablando durante una charla privada en inglés a unos empresarios del país norteamericano. A ellos, el político colombiano les explica cómo prestar apoyo para concretar un golpe de Estado en el vecino país.
«Yo he dicho esto en público, he dicho que los soldados de Venezuela necesitan remover a ese Gobierno (de Nicolás Maduro), no para establecer un Gobierno militar, sino para llamar a una rápida transición, con elecciones democráticas y transparente», afirma, citado en el video que fue difundido por Telesur.
«Cuando yo digo que Estados Unidos debe ayudar a promover esa decisión, es en privado, para nosotros…», agrega Uribe en un registro que fue grabado este sábado, en su casa de Río Negro, Antioquía, horas antes del fallido atentado contra Maduro, según informaron medios locales, agrega el canal multiestatal.
Tras el atentado, Maduro señaló que detrás de este ataque estaba la oligarquía colombiana y el presidente saliente, Juan Manuel Santos.
No es la primera vez que este político – fuertemente vinculado con el narcotráfico y el paramilitarismo-pide a intervención militar contra Caracas, lo que viola toda norma internacional. Hizo lo propio en 2016 y en 2017.
Asimismo, durante su gestión presidencial (2006-2010) se hizo público el nexo que existía entre el Departamento Administrativo de Seguridad colombiano (DAS) con grupos paramilitares, que tenían entre sus planes la desestabilización y derrocamiento del Gobierno de Hugo Chávez, así como su asesinato y el de algunos líderes chavistas.
Para ese plan- reseña la Agencia Venezolana de Noticias- venía orquestando desde principio de 2003 la Operación Daktari, en la que actuarían un grupo de 153 paramilitares, algunos pertenecientes a la reserva militar colombiana y a grupos de Autodefensa, que tenían un objetivo claro: asesinar a Chávez.
A finales de 2012, el mismo Uribe confesaría que «por falta de tiempo» dicha operación, descubierta en mayo de 2004, no logró su cometido.