Las casas de pique son un asunto de vieja data en Colombia, incluso, vienen desde antes del Cartel de Medellín y de Pablo Escobar.
Las tenebrosas “casas de pique” son lugares utilizados para torturar, asesinar y desmembrar a personas, que surgieron en 2014 en la localidad colombiana de Buenaventura, en el departamento del Valle del Cauca.
Estas prácticas son realizadas por lo general por grupos irregulares, criminales y paramilitares.
Al parecer estos centros de desmembramiento de cuerpos están funcionando otra vez. Desde enero de este año, las autoridades han encontrado cinco cuerpos desmembrados en diferentes sectores de la ciudad de Bogotá. De los cuales, se sospecha que tres sean de ciudadanos venezolanos debido a que sus datos no están registrados.
Según un documento reseñado por Blu Radio «de los casos de desmembramiento, tres de los cuales eran ciudadanos venezolanos, tienen su origen en una disputa por narcotráfico entre una banda conocida como ‘Los Paisas’, con presencia en el municipio de Soacha y que, a pesar de haber sido golpeada por la Policía hace algunos meses, con la captura de seis de sus integrantes en Cundinamarca, se reorganizaron y fortalecieron en las últimas semanas».
Las localidades bogotanas donde se han hecho estos hallazgos son: Bosa, Mártires, Engativá y Fontibón, según datos de la Defensoría del Pueblo.
Asimismo, las autoridades determinaron la existencia de una ‘casa de pique’ en el municipio de Soacha, Cundinamarca, zona conurbanada con la capital colombiana
El inmueble fue allanado por las autoridades durante la madrugada del jueves. Los investigadores encontraron que dos de las habitaciones fueron lavadas y pintadas, pero las pruebas con luminol arrojaron la presencia de trazas abundantes de sangre, tal y como reseña Blu Radio. También se encontraron hachas y puñales.
Aparentemente, allí se llevaron a cabo los desmembramientos de los cuerpos encontrados en la capital colombiana.
De acuerdo con las investigaciones, los cuerpos habrían sido desmembrados en la ‘casa de pique’ descubierta en Soacha y luego trasladado a un sector de la localidad de Engativá, en el occidente de Bogotá, donde se encontraron en unas cajas y maletas.
Sin embargo, el alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa, afirmó que no existen evidencias de que haya «un loco asesinando y desmembrando gente» y que «no hay casas de pique» en la capital colombiana, donde habitan siete millones de personas.
Otras versiones sobre estos hechos macabros se han enfilado hacia las acciones de bandas de microtráfico por el control de territorios para la venta de droga en Bogotá.
Historia de las “casas de pique”
En declaraciones al portal Kienyke, el analista urbano y director de la ONG Corpades, Luis Fernando Quijano, explicó, en primer lugar, que las casas de pique son un asunto de vieja data en el país suramericano, incluso, vienen desde antes del Cartel de Medellín y de Pablo Escobar.
Quijano añadió que se ha dicho que hasta Griselda Blanco, conocida como la reina de la cocaína, utilizaba estos recintos para acabar con sus enemigos. Incluso, en los años 70, se habló de la maleta azul, que consistía en meter el cadáver de la persona asesinada, algunas veces desmembrado, dentro del baúl de un vehículo.
“Es muy utilizado por organizaciones mafiosas y paramilitares.Hay pocos casos de que guerrillas o insurgencias hayan utilizado esa modalidad”, dijo Quijano.
El analista aseguró que se ha documentado que cuando se comete un homicidio, se hace bajo la modalidad de asfixia, bateo (golpe con objeto contundente) o con un disparo, luego de obtener la información necesaria, o luego de no haber conseguido lo que buscaban.
“Normalmente cuando llevan a una persona a las casas de pique es porque le quieren sacar información o porque es un enemigo y quieren generar terror dentro de otras estructuras criminales”, señaló.
Te interesa leer: