El filósofo estadounidense Michael Sandel fue galardonado este miércoles en Oviedo, España con el premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2018, alabado como uno de los más relevantes intelectuales contemporáneos por sus reflexiones sobre la democracia liberal.
Se registraron treinta y cuatro (34) candidaturas de dieciséis (16) nacionalidades.
«El jurado premia una obra ejemplar sobre los fundamentos normativos de la democracia liberal y la defensa de las virtudes públicas como del pluralismo de concepciones del bien en nuestras sociedades», señaló el jurado de estos premios en su declaración final.
El profesor de filosofía política en la Universidad de Harvard fue reconocido por su visión pública de la justicia que se «destaca por la crítica de los excesos de la lógica del mercado y por promover el debate para la solución de los principales dilemas morales», reseña parte del acta.
Nacido en Mineápolis el 5 de marzo de 1953, Sandel se graduó en la universidad de Brandeis y se doctoró en 1981 en el británico Balliol College de Oxford. Actualmente es miembro de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias.
El reconocido profesor universitario ha impartido durante décadas el curso «Justicia», en el que se matriculaban más de un millar de alumnos para convertirlo en el programa con mayor número de estudiantes de la historia de la institución académica (más de 15.000 desde principios de la década de los años ochenta).
Sus clases fueron convertidas también en una serie de televisión y en un libro titulado Justicia: ¿Qué es lo que hay que hacer correctamente?, del que se vendieron un millón de ejemplares.
Sandel imparte también el seminario «Ética y Biotecnología» sobre las consideraciones éticas en la biotecnología, una cuestión sobre la que se convirtió en consejero del Gobierno estadounidense entre 2005 y 2007 durante la presidencia de George W. Bush.
El filósofo galardonado fue designado para el cargo pese a no ser republicano y formó parte de una Comisión de Bioética donde defendió la investigación de células madre en embriones que, a su juicio, deben respetarse porque hay un ser humano en potencia, pero que «moralmente» no pueden equipararse a un niño.
Su candidatura a un galardón al que ya había optado al menos en tres ocasiones en los últimos años fue propuesta por el crítico literario Fernando Rodríguez Lafuente, que formó parte la semana pasada del jurado que concedió el Premio Princesa de las Letras.
El año pasado el galardón recayó en la pensadora británica Karen Armstrong, especializada en el estudio comparativo de las religiones, y antes lo recibieron, entre otros, la economista francesa Esther Duflo, el hispanista francés Joseph Pérez, la socióloga holandesa Saskia Sassen, la filósofa estadounidense Martha Nussbaum o el psicólogo Howard Gardner, también estadounidense.
Este ha sido el sexto premio en fallarse en esta XXVIII edición de los galardones tras los concedidos a Martin Scorsese (Artes), Alma Guillermoprieto (Comunicación y Humanidades), Amref Health África (Cooperación Internacional), Reinhold Messner y Krzysztof Wielicki (Deportes) y Fred Vargas (Letras).
Los ocho Premios Princesa de Asturias están dotados con la reproducción de una escultura diseñada por Joan Miró, 50.000 euros, un diploma y una insignia acreditativa.