La fiosofía de Zygmunt Bauman: vivir en tiempos líquidos y llenos de incertidumbre

La reciente edición de "Tiempos líquidos" (Tusquets, 2017) de Zygmunt Bauman pone en escena a uno de los pensadores más brillantes para caracterizar la modernidad en la que vivimos. ¿Qué sucede con nuestro tiempo? ¿Acaso al ser humano le queda alguna certeza?

La fiosofía de Zygmunt Bauman: vivir en tiempos líquidos y llenos de incertidumbre

Autor: El Ciudadano Argentina

Zygmunt Bauman fue uno de los filósofos, sociólogos y ensayistas más influyentes de los últimos tiempos, ya que como ningún otro autor se ha centrado en caracterizar la modernidad en la que estamos envueltos y cómo se han modificado las nociones que parecían eternas. El tiempo es un claro ejemplo de ello.

La reciente edición de Tiempo líquido (Tusquets, 2017) trae otra vez frente a nosotros al autor fallecido recientemente en la ciudad inglesa de Leeds, quien va a ensayar sobre algo que, gracias a su teoría, hoy ya parece indiscutible: haber dejado atrás una modernidad sólida, incuestionable, para tener en cambio una modernidad líquida, donde la única certeza es la presencia constante de incertidumbres y vacíos por llenar. En esa dirección, las relaciones sociales entraron en ese mismo juego: ¿cuánto tiempo estamos dispuestos a sacrificar para que algo prospere?

En la introducción a Tiempo líquido, obra ganadora del Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2010, el propio Bauman aclara que este es un libro que «pregunta, pero no responde, y menos aún pretende dar respuestas definitivas, pues el autor cree que toda posible respuesta sería perentoria, prematura y engañosa en potencia». ¿No es acaso esa explicación una clara muestra de los tiempos en que vivimos?

Con una historización didáctica que va a sostener su argumentación, Bauman seduce al lector, incluso a aquel que no esté acostumbrado a los ensayos de tipo académico como puede ser este. El estilo fluido del autor polaco tiene algo de encanto de serpiente que hace que una vez abierto el libro, sea necesario querer saber más.

Por ejemplo, Bauman va a hacer hincapié en el miedo como una clave de nuestra época: «como si se tratara de capital líquido listo para cualquier inversión, el capital del miedo puede transformarse en cualquier tipo de rentabilidad, ya sea económica o política. Así ocurre en la práctica. La seguridad personal se ha convertido en un argumento de venta importante (quizás el más importante) en toda suerte de estrategias de mercadotecnia». Así entonces el miedo, la inseguridad en la calle, empieza a moldear comportamientos y conductas que hacen que la incertidumbre sea aún mayor. Y, en ese sentido, no son pocos los políticos que se aprovechan de eso; Donald Trump en Estados Unidos,+ o las derechas del latinoamérica son claros ejemplos.

Para ir concluyendo este artículo, podemos destacar una pregunta que recorre a todo el libro y se plasma en el capítulo final: ¿queda lugar para la utopía en los tiempos líquidos en los que vivimos, donde todo hombre y mujer es un cazador? La respuesta es compleja y no del todo completa, como ya se señaló anteriormente, pero se puede avizorar cierto desencanto en Bauman: «A diferencia de las utopías de antaño, la utopía de los cazadores no brinda significado alguno, ya sea genuino o fraudulento, a la vida (…) Se limita a rehacer el curso de la vida en una serie ininterrumpida de anhelos ensimismados, cada episodio se vive sólo en función del siguiente y no da lugar a meditar en qué dirección o con qué sentido se avanza».

Pensar el tiempo en el que vivimos no es algo que las nuevas tecnologías y el neoliberalismo inviten a hacer, más bien todo lo opuesto. Sin embargo, no hay mejor resistencia a la incertidumbre que la reflexión. El libro Tiempos líquidos de Zygmunt Bauman invita a hacerlo y de gran manera, solo es cuestión de cada uno agarrar la mano que nos tiende el autor polaco.

Por Gustavo Yuste, desde Argentina
@gusyuste


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