El 14 de septiembre nació el uruguayo Mario Benedetti (se llamaba, en realidad, Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia). Integró la Generación del 45, a la que pertenecen también Idea Vilariño y Juan Carlos Onetti, entre otros. Hoy en día, pensar en Uruguay implica pensar en Benedetti, como así también, no se puede hablar sobre literatura americana sin tener en cuenta la labor de este poeta.
Autor de una obra prolífica (su producción literaria incluyó más de 80 libros, algunos de los cuales fueron traducidos a 20 idiomas), tiene algunas facetas que todavía no son debidamente conocidas. Fue prosista, poeta y dramaturgo, y también, fue escritor de haikus. Según ha contado, conoció este género por medio de Julio Cortázar, quien tiene un libro titulado Salvo el crepúsculo. Este nombre proviene de un haiku notable de Matsuo Bashoo (1644-1694): Este camino / ya nadie lo recorre / salvo el crepúsculo. Años después, Benedetti se enteró de que la traducción pertenecía a Octavio Paz (en colaboración con Eikichi Hayashiya). A partir de entonces, leyó todas las traducciones que Paz tenía de literatura japonesa, y se imbuyó de esta concepción artística singular.
El origen del haiku, con su severa pauta silábica, 5-7-5, se remonta al siglo XVI. Ciertos eruditos lo vinculan formalmente al katauta, un breve poema que oscilaba entre la pauta 5-7-5 y la 5-7-7; otros lo derivan del haikai, que se creaba en grupo y podía tener hasta cien versos. Paulatinamente, se fue asentando la forma de 17 filabas, en la rígida combinación 5-7-5, que es, sin duda, la que produce el efecto poético más impactante. No obstante, hubo, al parecer, otras formas precursoras del haiku: chooka, tanka, sedooka y, especialmente, el renga, canción encadenada, fruto de varios poetas, que vino a introducir un elemento festivo en la literatura japonesa. En todos estos modelos, aparecen los versos de 5 y de 7 sílabas en distintas concatenaciones, y también se va afirmando el concepto de estación. Vale la pena aclarar que la rima casi no se usa en esta forma lírica tan peculiar; en cambio, se ha empleado bastante en las traducciones. En el cumpleaños 95 de Benedetti, ofrecemos 10 haikus de su autoría:
1
si en el crepúsculo
el sol era memoria
ya no me acuerdo
2
la muerte invade
de vez en cuando el sueño
y hace sus cálculos
3
los pies de lluvia
nos devuelven el frío
de la desdicha
4
por si las moscas
hay profetas que callan
su profecía
5
inverno inverno
el inverno me gusta
si hace calor
6
los premios póstumos
se otorgan con desgana
y algo de lástima
7
y al laureado
no se le mueve un pelo
allá en su nicho
8
las religiones
no salvan / son apenas
un contratiempo
9
pasan misiles
ahítos de barbarie
globalizados
10
después de todo
la muerte es sólo un síntoma
de que hubo vida
11
las hojas secas
son como el testamento
de los castaños
12
lo peor del eco
es que dice las mismas
barbaridades
13
a nuestra muerte
no conviene olvidarla
ni recordarla
14
los sentimentos
son inocentes como
las armas blancas
15
la mariposa
recordadá por siempre
que fue gusano
16
hay pocas cosas
tan ensordecedoras
como el silencio
17
son manos locas
de pianista o de herrero
las que nos hablan
18
los hombres odian
presumen sueñan pero
las aves vuelan
19
los dos ladrones
miraron a jesús
y se miraron
20
cada suicida
sabe dónde le aprieta
la incertidumbre