17 comuneros mapuche mantienen una huelga de hambre desde hace más de 100 días en reclamo por la disminución de sus derechos tanto en la cárcel de Angol como en la de Temuco.
10 de los que participan en la protesta comenzaron una huelga de hambre seca el pasado martes, por lo que varios de ellos se encuentran en condiciones precarias de salud.
Rodrigo Kuripan, vocero de los presos políticos en huelga de hambre, declaró a Resumen que «esto está pasando por la falta de voluntad del Gobierno de responder a nuestras demandas».
Explicó que «el 7 de mayo de 2023, Gendarmería empezó a restringir una serie de acuerdos y derechos que habíamos logrado. Estos consistían en garantías de visitas, alimentación, y teníamos derecho a un lugar para generar espacios culturales y espirituales. Todo esto está siendo prohibido por Gendarmería».
Desde la institución carcelaria defendieron las medidas tomadas, argumentando que el 7 de mayo existió un motín que terminó con algunos gendarmes heridos y con un supuesto delito de secuestro por parte de los comuneros mapuche.
No obstante, Kuripan, explicó que lo que ocurrió el 7 de mayo fue que «hubo mapuche heridos dentro de la cárcel producto de impactos balísticos. Además, hubo una dispersión, en donde se enviaron a 6 peñi a las cárceles de Rancagua, Concepción y Puerto Montt. Gracias a un fallo de la Corte Suprema, los peñis pudieron volver a la región, y hoy están en la cárcel de Temuco».
Indicó que el petitorio de los huelguistas mapuches consta de dos puntos: «El primero es que los peñis que se encuentran en la cárcel de Temuco vuelvan a la cárcel de Angol porque creemos que es el lugar donde deberían estar, porque es la cárcel que tiene las mejores condiciones para ellos. El segundo es que se restablezcan las condiciones de visitas, alimentación y espacios culturales».
«Queremos que se mantengan las mismas condiciones que existieron hasta el 7 de mayo, cuando Gendarmería las eliminó (…) también exigimos que los familiares de los presos no tengan condiciones tan humillantes a la hora de visitar a sus seres queridos, y que los niños puedan ver a sus padres», afirmó al citado medio.
Comuneros en estado de salud crítico
Entre los comuneros que registran un estado de salud más crítico figuran Miguel Ángel Torres y Joaquín Millanao Queipul, quienes han sufrido diversas descompensaciones de gravedad, además de golpes en la cabeza.
De hecho, Torres Toro fue trasladado por personal de Gendarmería al servicio de urgencia del Hospital de Angol.
“Está en una situación crítica, grave, en vista que presenta taquicardia“, indicó Kuripan a Radio Biobío, añadiendo que le realizaron exámenes para evaluar su estado de salud.
De acuerdo con a cuenta en Twitter de Muros y Resistencias, el comunero habría presentado una fuerte arritmia cardiaca antes de ingresar al recinto hospitalario.
Comuneros en huelga decidieron no salir hasta el hospital de Angol
A través de un comunicado, los comuneros que se encuentra en huelga de hambre (seca) informaron sobre su decisión de no salir hasta el hospital de Angol, señalando que en dicho recinto le han realizado procedimientos a su compañeros que incluyen » extracción de sangre, punción endovenosa, dejándole una vía endovenosa puesta, lo que nos hace presumir que los peñi, en huelga han sido estabilizado mediante inyección de alguna sustancia que les a permitido estabilizarlos y de esta forma darle tiempo al gobierno para seguir negándose a establecer una solución.»
Asimismo , denunciaron que el lugar destinado a enfermería al interior del recinto penal, hasta donde son enviados los comuneros que requieren ser monitoreado por su situación de salud, presenta deficiencias en materia de higiene, «lo que resulta ser un trato denigrante para tratar a pacientes».
«Todos los hermanos en huelga seca, han sido monitoreado bajo condiciones de la medicina mapuche, por la lagmien machi Isabel Puel. Esto tras presentarse en el ultimas hora complicaciones en sus signos vitales, entendiendo que ya llevan 72 horas de huelga seca», señalaron en el texto.
Condenaron que pese haber transcurrido más de 100 días de huelga de hambre liquida y 72 horas de huelga seca, el gobierno no haya manifestado su «voluntad política de abordar las demanda de los prisioneros político Mapuche».
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