“Celco es el verdadero monstruo al que hay que combatir”


Autor: Cristian

Antes de dedicarse a la música, Gustavo Cordera estudió Comunicación Social. Y se le nota. Está absolutamente informado de la realidad local. Abandonó la carrera al mismo tiempo que vendía la agencia de autos que poseía. Todo por el sueño del pibe: fundar una banda de rock y cantar en ella. La Bersuit Vergarabat (combinación de palabras sin significado concreto) lleva más de 14 años provocando y triunfando con sus pachangueras y -la mayoría de las veces- ácidas canciones.


Celco es el verdadero monstruo al que hay que combatir De visita en la ciudad de los ríos, invitados por la Federación de Estudiantes de la UACh como el plato fuerte de la Semana Mechona 2006, los músicos acaban de llegar al café La Última Frontera, tras tocar y hacer bailar durante más de dos horas al público valdiviano y universitario. Durante el concierto, “El Pelado” lanzó duras críticas al Gobierno, los políticos e incluso afirmó ante los asistentes que “el nuevo enemigo no es Pinochet, sino (Anacleto) Angelini”.
Aún ataviados con los pijamas de colores que utilizan en cada presentación, en homenaje a los internos de la residencia psiquiátrica del Hospital “José Tiburcio Borda”, de Buenos Aires, los músicos devoran su cena. Cordera, con su voz áspera y sus ojos rojos (queremos asumir que por el cansancio tras la presentación) se acerca a la puerta y nos dice, con tono grave: “Hablemos ahora, aprovechá que estoy relajado”. Y comenzamos…

¿Cómo sientes que ha sido la recepción del público en Valdivia?
-“Hubo varias cosas que me llamaron mucho la atención. Pero lo mejor fue que noté que la gente tiene muy poca agresividad. Eso me produce mucha alegría porque ves sonrisas y ganas de conectarse. Aunque sólo he estado un día compartiendo con los chicos de la organización, esta ciudad me pegó así en la piel, como algo gratificante, algo lindo”.

¿Qué sabías de esta ciudad?
-“Me han contado muchas cosas que están pasando acá, que son los problemas esenciales que vive este lugar. Por ejemplo, con respecto a Celco y su destrucción; con respecto a una chipeadora que estuve mirando en la costa (se refiere a Corral). El gran problema es que aíslan a los pobladores, quitándoles la posibilidad de trabajo y después vienen a ‘salvarlos’ con estas empresas”.

Son empresas que más que salvar, destruyen…
-“Lo que verdaderamente sabemos, es que son plataformas que terminan con todo lo nativo y que vienen a barrer con la sangre de la tierra, la savia donde vos estás. La barren toda y se la llevan. Son gente siniestra y la universidad, los medios independientes, como vos, son conscientes de lo que está pasando. Me pone muy contento que lo expresen, que tengan la esperanza de que Valdivia puede llegar alguna vez a ser un lugar que no le haga daño a la gente y que no se siga haciendo daño a sí misma”.

¿Qué opinas de la situación política actual de Latinoamérica?
-“Y bueno, justamente lo que creo de sus gobiernos, mientras se han ido presentando. En un momento se presentó Lula da Silva; después Néstor Kirchner; después Tabaré Vázquez (en Uruguay); Hugo Chávez; Evo Morales y Michelle Bachelet. No sé si fue exactamente en ese orden, pero así se iban presentando estos personajes. Pero en el único que realmente creo es en Chávez”.

¿Por qué crees en Chávez y en los otros, no?
-“No sé por qué motivo. Los de nuestra especie, los que sabemos observar al mundo y tenemos conciencia de las cosas, lo sentimos en la piel. Su reforma agraria, su forma de enfrentar a Bush. Lo que veo es que todo el resto tiene un discurso progresista; un discurso de la reivindicación de los derechos humanos, cuando ya Pinochet tiene más de 90 años”.

Es casi conveniente…
-“Ese discurso es útil y es propicio para este momento, el momento que viven nuestros pueblos. Pero el verdadero enemigo y la verdadera tragedia que está viviendo Latinoamérica es que las grandes empresas nos han elegido como un lugar para llevarse el agua; para llevarse las montañas, nuestra sangre y terminar con las comunidades originarias; terminar con todo lo que te recuerde cosas de la vida de tu país. Y entonces decís ¿qué harán nuestros presidentes frente a esto?”

¿Cómo sustituimos a los políticos?
-“Es que a ver, aclaremos algo. Como el panadero vende pan y el carnicero vende carne, así el político vende un país. ¿A qué te dedicas? A vender país. Ah, bueno…Cuánto país vendés vos, cuánto país vendemos. Esa es la mercancía de los políticos. Nosotros mismos. Nos venden en partes. Y ni siquiera a nosotros mismos, sino a nuestros hijos y a nuestros nietos. Y peor aún: ni siquiera a nuestros hijos y a nuestros nietos, sino a la madre que nos está dando la vida, la madre que nos está dando qué comer. La venden, la venden, la venden, al precio que sea”.

¿Y cómo logran hacer eso?
-“Sobornan a las gentes de nuestros pueblos, las dividen, las gobiernan, las sumen en la pobreza, las envenenan, les producen cáncer, les matan a sus pájaros, destruyen sus árboles nativos. Y eso es lo que preocupa a los jóvenes, en todos los lugares del mundo que hemos visitado”.

¿Son éstos los temas que preocupan a la juventud?
-“Es lo que vibra en la gente joven. Somos los hijos de aquellos de la izquierda de antes…”

¿Y contra quién luchan esos hijos ahora?
-“Celco es el verdadero monstruo que viene a devorar a la naturaleza. Es el verdadero enemigo de toda la gente de Valdivia y al que hay que combatir. Sí alguna vez lo tienen en la conciencia, si lo ven venir, no tarden en decirlo, en salir a defender sus ideales; porque son la gente que debe salir. Ellos son los que tienen que desaparecer de estos lugares, de Chile, del mundo. O bien declinar en lo que están haciendo”.

¿Por qué?
-“Porque no se dan cuenta del daño que nos están provocando y si lo saben, pues que paren un poco, loco, porque ya no se puede más…”

¿Qué crees que deben hacer los medios frente a estos problemas?
-“Todos los medios de comunicación tienen un precio. Y vos sabés qué precio pagás por decir la verdad o lo que sentís. Y ellos, los medios grandes, saben el precio que pagan por ser sobornados”.


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