El combustible es una alternativa a la leña, cuyo uso será prohibido en Santiago en 2017. La investigación fue presentada durante un seminario que contó con la participación del destacado investigador estadounidense del Desert Research Institute (DRI), Kent Hoekman.
El uso de la leña para la calefacción residencial ha sido apuntado por voces expertas como una de las principales causales de la contaminación en nuestro país, sobre todo en ciudades del sur, como Coyhaique. Sin ir más lejos, el Ministerio de Medio Ambiente anunció este año que en 2017 su uso estará prohibido en Santiago. No obstante, ¿qué alternativas existen, que generen una menor contaminación y que impliquen una diversificación de la matriz energética?
De esto se trata la investigación FONDEF IDeA ‘Investigación y optimización de la producción de pellets hidrofóbicos de alta densidad energética a través de la carbonización hidrotérmica de diferentes mezclas de biomasa de relevancia nacional’ del doctor en ingeniería ambiental de la Universidad de Santiago, Luis Díaz Robles.
Una de las opciones que se baraja para sustituir la leña es el pellet, pero este presenta el problema que al absorber la humedad del ambiente, común en el sur de Chile, se constituye en un combustible, incluso, potencialmente más contaminante. Por eso, el pellet hidrofóbico o tolerante a la humedad viene a solucionar este problema.
El estudio, cuya primera etapa partió en febrero y contempla cuatro años de duración, propone un combustible generado a partir de residuos forestales, agrícolas y agroindustriales sobre los cuales se aplica un proceso de conversión de biomasa llamado Tecnología de Carbonización Hidrotermal. El resultado es un pellet hidrofóbico, que busca convertirse en una alternativa para descontaminar zonas urbanas.
El trabajo es liderado por el académico del Departamento de Ingeniería Química del plantel estatal en conjunto con los co-investigadores de la Universidad Técnica Federico Santa María, Francisco Cereceda, y de la Universidad de Los Andes, Alberto Vergara.
“Se valorizan residuos que hoy se queman en los rellenos sanitarios a través de la carbonización hidrotérmica, generando un producto de muy buena calidad, con mayor poder calorífico, hidrofóbico y, por lo tanto, puede ser muy utilizado para la calefacción residencial o para su uso energético. En síntesis, estamos convirtiendo un residuo en energía”, explica el Dr. Díaz.
“Una de las misiones de las universidades es generar evidencia científica y tecnológica para que las autoridades y las empresas se motiven y tomen decisiones. Esta es una buena alternativa, tanto ambientalmente, como económicamente y también en materia de salud”, enfatiza.
El asesor científico internacional del estudio, miembro del Desert Research Institute (DRI), Kent Hoekman destacó que “este producto final puede reemplazar a los combustibles de mala calidad que hoy se usan en calefacción residencial, como la leña húmeda o el carbón que se usa en las termoeléctricas para producir las emisiones de gases de efecto invernadero, además de otras sustancias tóxicas”. El investigador es referente internacional en materia de carbonización hidrotermal.
Presentación del proyecto
Los avances del estudio fueron presentados la semana pasada durante el seminario ‘Tecnología de Carbonización Hidrotérmica (HTC) para la valorización energética de residuos forestales, agrícolas y agroindustriales en Chile; una medida para descontaminar el aire de zonas urbanas’.
En la instancia, el académico Luis Díaz Robles, se refirió a los lineamientos generales del proyecto para luego dar paso a las presentaciones de los co-investigadores Francisco Cereceda, sobre emisiones de contaminantes atmosféricos de la combustión residencial de biomasa, y Alberto Vergara, quien expuso sobre biopurificación de aire de interior para la eliminación de gases de combustión de biomasa. También participó en el encuentro el Dr. Hoekman. El investigador se refirió a la producción, caracterización y beneficios del biocarbón.