Durante más de un mes el velero ícono de la ONG recorrió de norte a sur el país en apoyo a la campaña mundial “Defendamos los mares del fin del mundo”. Su visita incluyó algunas de las acciones más importantes que ha hecho Greenpeace en Chile, entre ellas la presencia de buzos mostrando el deterioro del fondo marino que han generado las salmoneras de Mitsubishi en Magallanes y una compleja operación de escaladores denunciando el impacto medioambiental de la mina carbonífera Invierno en isla Riesco.
Después de más de un mes de recorrido por distintos puertos del país, el barco emblema de Greenpeace, el Rainbow Warrior, dejó la mañana de hoy la ciudad de Punta Arenas para emprender rumbo a Puerto Madryn, en Argentina.
El extenso periplo del yate por las costas del país comenzó el 22 de febrero en Coquimbo y siguió su recorrido con paradas en Valparaíso, Ancud, Puerto Natales y Punta Arenas.
El viaje del Rainbow Warrior a Chile tuvo como motivo apoyar la campaña “Defendamos los mares del fin del mundo”, iniciativa con la que Greenpeace a nivel mundial pretende la protección de los mares de la Patagonia chilena ante el avance de la salmonicultura y otras actividades, como la explotación carbonífera en zonas de alta relevancia medioambiental.
Por eso, parte significativa de su viaje lo realizó en las costas de Magallanes, donde activistas de Greenpeace realizaron algunas de las acciones más importantes que Greenpeace ha realizado en el país.
Entre ellas destacaron la participación de activistas en salmoneras de Mitsubishi en Magallanes, donde buzos se encargaron de revelar el daño que está generando la salmonicultura en los fondos marinos de la región.
Pero quizás la acción más osada fue la que Greenpeace realizó en mina Invierno, en Isla Riesco, donde en una compleja operación que se inició a las seis de la mañana, activistas ingresaron al puerto minero para desplegar un enorme lienzo de casi 50 metros de extensión llamando al cuidado de los mares del fin del mundo y denunciando las severas consecuencias medioambientales que la carbonífera Invierno está generando en el ecosistema de la zona.
Todas estas acciones fueron documentadas por cadenas nacionales e internacionales de televisión, entre ellas la importante e influyente Al Jazeera, que registró las distintas actividades del Rainbow Warrior y sus activistas durante el tramo Puerto Natales-Punta Arenas.
“Ha sido un viaje fantástico e inolvidable por Chile. Nos ha impresionado el cariño de la gente y lo impresionante de sus paisajes. Estamos seguros que los chilenos apoyarán la iniciativa de protección de los mares magallánicos, los que no son solo un patrimonio para los chilenos, sino para el mundo entero. A nombre de toda la tripulación agradecemos el afecto y apoyo que hemos recibido en todo Chile, especialmente en la Región de Magallanes”, declaró al momento de partir Pep Barbal, capitán del Rainbow Warrior.
Durante los días que permaneció en Chile, el velero ícono de la ONG fue punto de encuentro para una gran variedad de actividades, donde las más relevantes fueron los días de barco abierto, donde la gente pudo visitar de manera gratuita el barco, compartir con la tripulación y conocer detalles de la campaña por la defensa de los mares del fin del mundo. Al final, fueron 11.000 las personas que se subieron al yate en sus detenciones por diferentes puertos chilenos.
“El balance de la visita del Rainbow Warrior a Chile es tremendamente positivo. Hemos podido dar a conocer a la ciudadanía la campaña mundial que defiende los mares del fin del mundo y los chilenos ha conectado de manera especial con espacio marítimo de nuestro territorio que reconocen como único y que es necesario proteger. Por eso ya hay más de 140.000 personas que han ingresado a la página web www.greenpeace.cl y han firmado la petición de protección de los mares del fin del mundo”, dijo Matías Asun, director nacional de Greenpeace en Chile al momento de embarcarse en el velero rumbo a Puerto Madryn, donde corresponsales internacionales a bordo del velero seguirán exponiendo al mundo la relevancia de los mares de la Patagonia chilena y los peligros que enfrenta.
Al momento de zarpar desde Punta Arenas, el Rainbow Warrior lanzó un mensaje final a modo despedida que consistió en un lienzo que llama a que ninguna otra salmonera se instale en la región para así no poner en peligro los mares del fin del mundo.