La producción nacional de cobre causa la emisión de 17 millones de toneladas de CO2. Eso significa el 24% del total de los gases causantes del efecto invernadero que emite Chile, reveló un estudio de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).
De acuerdo a la investigación desarrollada por la ingeniera química Sara Pimentel -del departamento de Estudios de Cochilco-, por cada tonelada de cobre fino producida se emiten 3,19 toneladas de CO2. El estudio “Consumo de energía y emisiones de gases de efecto invernadero de la minería del cobre chileno 2008″, reveló que la faena minera genera 24% de los gases y que el 76% restante es emisión indirecta, principalmente por la producción de energía necesaria para extraer el cobre.
El informe advierte que sólo es aplicable a la realidad chilena que en los últimos cinco años, debido a la drástica reducción de gas natural argentino, basó la producción de energía eléctrica en combustibles fósiles. Mencionó países cuya matriz energética es hidroeléctrica o nuclear y que, como en Canadá, no emiten gases que causan el efecto invernadero.
Las emisiones de gases de efecto invernadero –GEI- de la producción de cobre crecieron entre 2004 y 2008 en 48% (de 11,5 a 17 millones de toneladas). La producción asociada al Sistema Interconectado del Norte Grande –SING- incrementó sus emisiones de GEI en mayor proporción (50%) que el aumento del consumo de energía (23,5%), lo que se debe a que este sistema de generación incrementó en el período su emisión unitaria en un 37% por los cambios en los combustibles utilizados para la producción de electricidad.
Daniel Barreda, gerente general de Aquiles Chile, la única firma en el país que audita y certifica a empresas en la emisión de su Huella de Carbono, advirtió que “esa cifra puede aumentar hasta en un 60% si se considera el resto del encadenamiento que es la forma como debe medirse”.