“¿Cuál ha sido mi gran pecado?: Quizás, el no haber salido antes a explicar que soy un ser humano igual que todos ustedes, que soy un poderoso, que tengo por supuesto influencia en muchas cosas, pero no tengo influencias para hacer llover en Santiago (…) Las inundaciones de Santiago no tienen nada que ver con el Cajón del Maipo”.
Con estas palabras registradas en un video subido a YouTube el millonario chileno Andrónico Luksic -poseedor del 40% de las acciones del proyecto hidroeléctrico Alto Maipo, ubicado en San José de Maipo en la Región Metropolitana- salió a defenderse el pasado 24 de abril de las acusaciones que había realizado en su contra el diputado Gaspar Rivas. Días atrás, aludiendo al control preventivo de identidad que se discutía en la Cámara, el parlamentario se había referido al dueño del Banco de Chile como “el máximo delincuente que tenemos en los últimos días”, agregando: “El señor Andrónico Luksic. ¡Tan poderoso, tan rico y con tantas influencias, que se da el lujo de inundar Santiago! ¡El lujo de inundar Santiago!”.
Ambos hacían referencia a lo ocurrido el sábado 16 y domingo 17 de abril en la capital, cuando Aguas Andinas dejó sin suministro a 4 de los 6 millones de personas a las que abastece en la Región Metropolitana por la turbiedad de los ríos Maipo y Mapocho, producto -aseguró la empresa- del sistema frontal que afectaba a la zona.
Sin embargo, ese mismo sábado en entrevista con El Ciudadano la vocera de la Coordinadora Ciudadana No Alto Maipo, Marcela Mella, daba una declaración que cuestionaba esa explicación: “La Región Metropolitana ha enfrentado una situación meteorológica que ha traído lluvias, pero no hemos presenciado un temporal de proporciones. En cambio, podemos ver que los trabajos que Alto Maipo está desarrollando han significado una cantidad enorme de material removido de nuestra cordillera y éste ha llegado al río al igual que el 2013. Esta es la real razón por la que Aguas Andinas deberá cortar el suministro a más de 27 comunas de Santiago”.
Aguas Andinas: De opositora a socia
La inédita aparición de Andrónico Luksic en YouTube es quizás el clímax de esta historia llamada Alto Maipo y cuya trama se comenzó a armar cuando al inicio del proyecto Aguas Andinas, hoy su aliada, cuestionó su construcción, adelantando algo que ahora resulta familiar.
“En la identificación, predicción y evaluación de los impactos ambientales y situaciones de riesgo generados por el proyecto, el titular indica que en la etapa de construcción hay un impacto en el agua, producto de la ‘modificación temporal de cauces y/o calidad del agua durante el asentamiento de obras, puntos de aguas servidas, y su consecuente restitución al cauce original’. Como se ve, este impacto puede ser muy relevante para efectos de la calidad del agua”, señalaba el gerente general de Aguas Andinas, Felipe Larraín, en un documento enviado a la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama) de la Región Metropolitana el 1 de julio de 2008. Allí enumeraba una serie de observaciones al segundo Estudio de Impacto Ambiental presentado por la hasta entonces única responsable del megaproyecto, la transnacional norteamericana AES Gener.
Sin embargo, 3 años después, el 6 de junio de 2011, Aguas Andinas firma con AES Gener un convenio secreto. Por solicitud de No Alto Maipo, el 30 de enero de 2013 la Corte de Apelaciones de Santiago ordena que el contrato debe hacerse público. “Ahí entendimos por qué era tan privado”, dice la vocera de la organización. En el documento la sanitaria se comprometió a entregarles 2,5 metros cúbicos por segundo de agua proveniente de las reservas de Santiago, Laguna Lo Encañado y el embalse El Yeso. Esto, por un plazo de 40 años. A cambio, la transnacional realizaría pagos mensuales, los que se harían efectivos una vez que Alto Maipo comenzara a inyectar energía al Sistema Interconectado Central (SIC).
Puntadas con hilo
¿Qué ocurrió? ¿Por qué Aguas Andinas, opositora al proyecto hidroeléctrico, cambia de opinión y termina apoyándolo?
En 2011 el gobierno de Sebastián Piñera decide vender las acciones que aún tenía Corfo en la sanitaria. Quien aprovecha esto y suma acciones a las que ya poseía es el grupo Luksic a través del Banco de Chile e Inversiones Arizona. Eso le abrió el camino para designar en el directorio de Aguas Andinas a Rodrigo Manubens, uno de sus hombres de confianza. “Después de esa operación Aguas Andinas baja su oposición administrativa y judicial. Nosotros creemos que con la compra de esas acciones lo que hace Luksic es empezar su camino para llegar a ser inversionista de Alto Maipo”, asegura Marcela Mella.
Y así fue. En junio de 2013, a través de Antofagasta Minerals, el grupo Luksic ingresa a Alto Maipo comprando el 40% del proyecto por US$ 50,2 millones. El fin de esta operación es uno solo y está claramente establecido en la web del holding: «En Antofagasta Minerals estamos buscando las mejores alternativas para asegurarnos de un abastecimiento energético seguro, suficiente y competitivo, y para contar con una matriz diversificada. Es por ello que el grupo adquirió una participación relevante en el proyecto hidroeléctrico de pasada Alto Maipo, el cual permitirá abastecer buena parte de las necesidades energéticas a largo plazo de Minera Los Pelambres».
De hecho, en el contrato se establece que se contempla el suministro de energía desde Alto Maipo a Antofagasta Minerals “hasta por 160MW de potencia por un plazo de hasta 20 años, para el consumo de sus proyectos mineros”. ¿Qué es lo relevante de esto? Que las dos centrales de pasada de Alto Maipo -Alfalfal II y Las Lajas- en conjunto aportarán al SIC 531MW de potencia. Es decir, alrededor de un 33%, un tercio de toda la energía que producirá el proyecto hidroeléctrico, irá en beneficio del negocio privado del grupo Luksic.
El lapidario informe de los diputados
El jueves 14 de enero de 2010 la Cámara de Diputados dio a conocer un informe de la Comisión de Recursos Naturales sobre las “Circunstancias de aprobación del proyecto de central hidroeléctrica Alto Maipo en la comuna de San José de Maipo”. Las conclusiones fueron categóricas.
Los efectos esperados más importantes del proyecto -establecieron los parlamentarios- son la degradación irreversible de la cuenca del río Maipo por la utilización de caudales, que significarían la destrucción de las sub-cuencas Volcán, Yeso y Colorado, alimentadoras del mismo; la potencial afectación sobre la disponibilidad de agua potable de la Región Metropolitana; el desabastecimiento de riego en las comunas de las regiones Metropolitana y de Valparaíso; la afectación del Monumento Nacional El Morado, en especial del glaciar y bosque nativo; la afectación de la biodiversidad; y el daño a la actividad turística.
Junto con ello, entre otras proposiciones, la Comisión señaló que se debía solicitar a la Contraloría revisar la actuación de los servicios responsables de la evaluación ambiental del proyecto, en especial de la Conaf, de la Dirección General de Aguas, de la Dirección de Obras Hidráulicas y del Servicio Nacional de Geología y Minería.
El lapidario informe de la Comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados fue aprobado por 50 votos a favor, ninguno en contra y ninguna abstención.
Luksic y la Concertación: Como pez en el agua
“El proyecto Alto Maipo cuenta con todo el apoyo del Gobierno”, aseguró en septiembre de 2014 el ministro de Energía, Máximo Pacheco. Y agregó: “Lo que esperamos es que se realice y se construya en plazo, de manera que pueda ser inaugurado durante el mandato de la presidenta Bachelet”.
Una declaración que cayó muy mal en las organizaciones que se oponen a Alto Maipo, quienes han venido denunciando un conflicto de interés de Pacheco con el proyecto desde su llegada. El ministro es amigo personal de Andrónico Luksic, fue director de sus empresas Luchetti y Banco de Chile. “Pero lo que nos parece más grave es que Pacheco tiene su dinero personal en acciones de ese banco y, cuando él lo defiende tanto, válidamente los ciudadanos podemos pensar que está defendiendo su plata, su negocio, no solo su amistad con Luksic”, advierte Mella. De acuerdo a la declaración de patrimonio que realizó Pacheco al ingresar al gobierno, entonces tenía acciones en el Banco de Chile por $230 millones.
Sin embargo, no solo este ministro ha sido cuestionado por sus vínculos con la mayor fortuna de Chile, sino que también otros, como el ex ministro de Hacienda, Alberto Arenas; el actual ministro secretario general de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre; y quien encabeza hoy la cartera de Minería, Aurora Williams, que entre su actual cargo y el de seremi de Obras Públicas de Antofagasta, durante el primer mandato de Bachelet, fue gerenta de Administración y Finanzas de Antofagasta Terminal Internacional (ATI), controlada por el grupo Luksic.
Pero como describe el investigador Manuel Salazar en su publicación Los nexos de los Luksic con la Nueva Mayoría, lo cierto es que este estrecho vínculo es algo que se venía construyendo hace ya muchos años. Los Luksic “mantuvieron excelentes relaciones con los gobiernos de Patricio Aylwin y Eduardo Frei, entendiéndose directamente con ellos y con sus ministros; estrecharon vínculos con los parlamentarios y con los dirigentes políticos de la Concertación y se mostraron muy dispuestos a colaborar en la conservación del nuevo modelo democrático, donde seguía imperando la economía liberal de mercado. En 1999, al irrumpir la candidatura presidencial de Ricardo Lagos, los Luksic ya habían consolidado una estrecha red de contactos con la Concertación», asegura el periodista.
AES Gener y el episodio Campiche
No obstante, no solo los nexos del grupo Luksic con la mencionada coalición han sido cuestionados. “AES Gener ha tenido una estrecha relación con los gobiernos de la Concertación y la Nueva Mayoría. Hay que recordar el caso Campiche”, sostiene la vocera de Alto Maipo. En junio de 2009 la Corte Suprema declaró ilegal la aprobación ambiental de la central termoeléctrica Campiche, perteneciente a AES Gener, entonces en construcción en Puchuncaví, en la Quinta Región. Según reveló posteriormente Wikileaks, desde el gobierno estadounidense presionaron al chileno para que se interviniera en favor de la compañía norteamericana. El entonces ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, fue clave en la operación que terminó con un insólito cambio de uso de suelo con el objetivo de que Campiche pudiera finalmente ser aprobada.
“El proyecto Alto Maipo está viciado desde el inicio y es ejemplo de la corrupción político-empresarial en Chile”, señala Mella. Y agrega: “A la conclusión que hemos llegado después de estos 9 años de lucha es que aquí se tomó una decisión política -incluso antes de ser aprobado ambientalmente Alto Maipo- y no una decisión técnica, y esta situación se ha visto refrendada e incluso agudizada con la llegada del grupo Luksic como socio al proyecto”.
Es esto lo que a juicio de No Alto Maipo provoca el silencio de las autoridades frente a las acusaciones en contra de la hidroeléctrica por la contaminación de las aguas del Maipo. “Aquí hay un abandono importante de las autoridades y de los profesionales y servicios públicos que les tocó evaluar este proyecto, durante el primer gobierno de Bachelet. Sin duda, podrían haber solicitado más información a AES Gener para complementar el Estudio de Impacto Ambiental”, dice la dirigente.
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“El agua tiene memoria”
“La construcción de Alto Maipo ha significado la remoción de cientos de toneladas de material que proviene tanto de las excavaciones propias asociadas a la construcción de los túneles, como del que ha tenido que ser removido para la construcción de caminos o instalación de campamentos y faenas”, señala Marcela Mella respecto a lo ocurrido durante el fin de semana del 16 y 17 de abril. “El agua tiene memoria”, dice. “Y como también han modificado cauces de ríos y esteros, lo que hizo el agua ese día fue volver a sus lugares originales y -como estos esteros y ríos crecieron- a su paso arrastraron esta enorme cantidad de sedimento y material acopiados”.
Para Mella se debe considerar además la tala de árboles que -acusa- ha realizado el proyecto. “No estamos hablando solo de arbustos, sino que de bosque nativo, que actúa como una muralla natural en caso de aluviones, incluso del arrastre de mucha agua con barro”, explica. Al no existir ese bloqueo el agua pudo terminar finalmente en el Río Colorado, “uno de los lugares que más se afectó por la llegada del sedimento y que en las primeras horas de la emergencia fue señalado por Aguas Andinas como uno de los que causó mayor turbiedad al llegar al mar”, apunta.
Elementos tóxicos en el agua: El informe del doctor Tchernitchin
Los cuestionamientos por los efectos en las aguas que pesan sobre el proyecto hidroeléctrico no solo han venido desde las organizaciones sociales. Antes del episodio de abril, a inicios de febrero de este año desde el propio Colegio Médico habían advertido sobre la grave contaminación de las aguas del Cajón del Maipo producto de los trabajos de Alto Maipo. Tras analizar muestras de agua obtenidas el 24 de noviembre de 2015 en diversos lugares del Alto Maipo, Cajón del Río Colorado y zona inferior del Cajón del Maipo, el reconocido doctor y especialista en toxicología, Andrei Tchernitchin, Presidente del Departamento de Medio Ambiente del Colegio Médico, elaboró el “Informe Aguas del Cajón del Maipo y Alto Maipo-Muestras CMA”.
El documento estableció que el contenido de hierro, molibdeno, manganeso, arsénico, plomo y cadmio excedían las normas para riego y agua potable establecidas en Chile y por la OMS. Se señala, por ejemplo, que “el contenido de hierro en agua del afloramiento y de una laguna pequeña (“charco” en el presente informe) excede en un 5903% y en un 5337% la norma NCh409 y triplica lo autorizado para riego en la norma chilena NCh1333” y que “en el Canal Aucayes, el hierro excede en un 2800% y el manganeso excede en un 240% la norma NCh409 de agua potable”.
Frente a esto el doctor Tchernitchin concluye en su informe: “Los resultados demuestran presencia de altas concentraciones de elementos tóxicos en el agua cercano a las faenas de excavación de túneles del Proyecto Alto Maipo. Por el momento constituyen un serio riesgo para actividades recreativas o para las personas que habiten en la zona de influencia, y se debe considerar el riesgo que las napas contaminadas continúen propagándose hacia zonas más bajas del Cajón, contaminando fuentes de agua potable y productos hortofrutícolas de la zona”. Expuesto esto, agregó que la presencia de altas concentraciones de estos minerales “no existían con anterioridad”, según un estudio realizado previamente a la licitación a Aguas Andinas.
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Junto con ello, el especialista enumeró los tipos de efectos causados “por una exposición a un contaminante tóxico” y mencionó los que calificó como “los más relevantes”, los diferidos, es decir, aquellos que pueden producirse muchos años después de la exposición y hasta en las próximas generaciones. Ahí nombró a las mutaciones, la deprogramación celular (imprinting), las deformaciones fetales y el cáncer.
Fue a raíz de este informe que la Coordinadora No Alto Maipo presentó ante la Corte de Apelaciones de San Miguel un recurso de protección, exigiendo que la Superintendencia del Medio Ambiente investigue a fondo estas denuncias de contaminación. El jueves 12 de mayo el tribunal de alzada lo acogió. El río suena.
Por Daniel Labbé Yáñez
*Artículo publicado en la edición n° 180 de El Ciudadano