En camino a Valle Nevado se liberaron tres Águilas recuperadas por el Centro de Rehabilitación de Aves Rapaces. Las Águilas son fundamentales en el equilibrio de nuestro ecosistema: evitan que conejos y roedores se conviertan en plaga.
Tres águilas: dos machos y una hembra, regresaron el sábado pasado a su hábitat natural en la Cordillera de los Andes, esto gracias al trabajo realizado durante meses por el Centro de Rehabilitación de Aves Rapaces.
El subsecretario del Medio Ambiente, Marcelo Mena, destacó esta actividad y señaló que cuando el Servicio de Biodiversidad de Áres Protegidas sea una realidad, el cuidado a nuestras especies tendrá un nuevo impulso. “Será mucho más potente la recuperación y protección de la Biodiversidad, cuando se complete la institucionalidad ambiental”, aseguró Mena.
“El ministerio del Medio Ambiente financia, a través de un Fondo de Protección Ambiental, uno de los proyectos educativos del Centro de Rehabilitación de Aves Rapaces, donde se realizan visitas a colegios y luego los niños pueden conocer a las aves del Centro”, comentó el subsecretario Mena.
Las Águilas liberadas
“Las águilas fueron enviadas al Centro de Rehabilitación, por el Servicio Agrícola y Ganadero, producto de lesiones que fueron causadas por cazadores que les dispararon. Estas aves experimentaron un tratamiento de tipo medico, conductual y de socialización. Ahora las estamos reinsertando en su ambiente natural”, explicó Eduardo Pavez, presidente de Aves Chile.
El águila chilena es la más grande de las aves rapaces cazadoras del país, una hembra puede tener más de dos metros de envergadura y un macho alcanza el metro ochenta. Son cazadores de conejos o roedores, lo que las hace vitales para el equilibrio de estas especies, ya que sin las águilas, tendríamos problemas de plagas.
Un lugar para rehabilitar aves rapaces
La mayoría de las aves que llega al Centro de Rehabilitación, es producto de la caza ilegal. También son tratados pichones, que fueron sacados de sus nidos. Según explica el presidente de Aves Chile, estos casos representan un problema, porque esos pichones se socializan de forma equivocada con el ser humano que los alimenta desde pequeños, luego, esas aves, son incapaces de relacionarse adecuadamente con los miembros de su especie. Por último, hay aves que llegan producto de lesiones, debido a choques con líneas de transmisión eléctrica.
Actualmente, el Centro de Rehabilitación de Aves Rapaces atiende a unos cien individuos de distintas especies. Una proporción importante de las aves que llegan a este lugar, no se puede reinsertar en su hábitat, solo un 36% logra ser liberada, las demás se deben mantener el resto de su vida en el Centro. El subsecretario Marcelo Mena recordó el sentido de la actividad: “Cuidar el entorno de estas especies es clave para mantener el ecosistema y es el llamado que hacemos en el día internacional de las aves”.
Fuente: Prensa MMA