Al menos 32 personas han muerto y muchas están desaparecidas tras reventar este miércoles los muros de la represa de Patel, en la localidad de Solai, en el suroeste de Kenia, informaron hoy fuentes policiales.
Han sido recuperados 12 cuerpos más lo que aumenta el total de víctimas mortales a 32, confirmó el jefe de la policía local, Japheth Kioko.
Las operaciones de rescate siguen en marcha y el número de fallecidos podría aumentar porque hay muchos desaparecidos, mientras centenares de familias se han visto afectadas.
La represa, situada en el condado de Nakuru, se reventó anoche a las 21.00 hora local (18.00 GMT) y el agua inundó los campos de cultivos cercanos, pero también un centro comercial, varias escuelas y otros edificios de la localidad de Solai.
Hasta que acabaron las operaciones de rescate a la 01.00 de la madrugada hora local (22.00 GMT) habían sido rescatadas unas 40 personas atrapadas en el barro, que fueron trasladadas a los hospitales más cercanos.
Según testigos de la zona citados por el periódico Daily Nation, se escuchó una explosión a última hora de ayer antes de que el agua comenzase a brotar, arrasando centenares de casas.
Se trata de una megapresa situada en la parte superior de un total de tres embalses de propiedad privada, que sirven para abastecer a las granjas y tierras de cultivos en la zona.
Las otras dos presas se encuentran en buen estado, pero también contienen una gran cantidad de agua, y más de 20 familias han sido evacuadas de la zona para evitar nuevos desastres.
El ministro keniano del Interior, Fred Matiang’i, se encuentra en el lugar, en el que trabajan equipos de rescate del condado de Nakuru, la Cruz Roja keniana, y el Servicio Nacional de Juventud.
Kenia ha registrado en los dos últimos meses lluvias intensas que han causado inundaciones y riadas que han acabado con la vida de 118 personas y el desplazamiento de otras 271.000, según el último informe publicado este miércoles por la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).