El crecimiento urbano desenfrenado de las ciudades -y a veces desordenado- sumado a la falta de inversión por parte del Estado y a la falta de campañas de sensibilización de la población -o más bien, debido a la ausencia de educación pública sobre el tema- son factores considerables del porqué los ríos no reciben el tratamiento que se merecen. La falta de sistemas de saneamiento y de eliminación de residuos industriales agregan un problema más a este panorama.
En la actualidad, los 500 ríos más grandes del mundo se enfrentan a problemas de contaminación, de acuerdo a la Comisión Mundial del Agua. Sin embargo, muchas ciudades han logrado transformar sus ríos en descomposición en las postales más hermosas, como París y Londres, integrándolos a su vida económica, social y urbana. Recientemente, la revista brasilera Exame hizo una lista con algunos ejemplos que pueden inspirar a las autoridades con la esperanza que en el futuro nuestros ríos reciban el mismo tratamiento que recibieron los ríos europeos.
Conoce los ocho ejemplos en que se limpiaron los cursos de agua urbanos.
1. Río Sena, París (Francia).
Esto lo dejó en un lamentable estado, por lo que durante la década de 1920 el Sena buscó solucionar sus problemas ambientales. Pero fue sólo en 1960 que los franceses comenzaron a invertir en la construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales. Hoy en día hay cerca de 30 especies de peces en el río, pero el proceso para lograrlo fue lento.
Al principio, sólo hubo 11 estaciones en operación. En 2008, ya eran dos mil y el objetivo es que en 2015 el río esté descontaminado en un 100%. Como parte del proceso de tratamiento de aguas residuales, el gobierno creó leyes que multan a las fábricas y a las empresas que vierten sustancias en el agua. Además, fijó un incentivo de entre 100 y 150 euros por hectárea que se les entrega a los agricultores que viven en el río y no lo contaminan.
2. Río Támesis, Londres (Reino Unido).
El Támesis tiene casi 350 km de largo y una larga historia de contaminación. En 1610, las aguas ya no se consideraban potables debido a la falta de saneamiento en Inglaterra, lo que provocó muertes por cólera. Incluso, en 1858, las reuniones parlamentarias tuvieron que ser suspendidas por el mal olor del agua, lo que llevó al gobierno a buscar cómo rescatar la vida en el río .
En ese momento se puso en práctica una alternativa sin éxito, ya que el sistema que se implementó recogía las aguas residuales y vertía los residuos a cierta distancia de la ciudad, pero por debajo de ésta. Sólo entre 1964 y 1984 nuevas acciones de revitalización comenzaron a regir. Se creó una planta de tratamiento de aguas residuales con dos estaciones que requirieron una inversión de 200 millones de libras. Quince años más tarde, un incinerador pasó a ser un destino de sedimentos procedentes del tratamiento de agua, generando energía para las dos estaciones. Hoy el río ya luce distinto y gracias a dos barcos que lo recorren de lunes a viernes, se logra eliminar 30 toneladas de basura por día.
3. Río Tajo, Lisboa (Portugal).
Para descontaminar el río más famoso de Lisboa y el más largo de Europa occidental se invirtieron 800 millones de euros. Su revitalización se inició en el año 2000 con la creación de la Reserva Natural del Estuario del Tajo, la que se vio complementada con la construcción en 2012 de obras de saneamiento y la renovación de la red de distribución de agua y alcantarillado.
Puede parecer mentira, pero los 5,8 kilómetros de río que corre a través de la gran metrópoli de Seúl fueron totalmente revitalizados en sólo cuatro años. Hoy en día se cuenta con cascadas, fuentes, peces y se ha transformado en un lugar de encuentro para ciudadanos de todas las edades.
Su renacimiento comenzó en julio de 2003, cuando el gobierno de la ciudad demolió un enorme viaducto (cerca de 620 mil toneladas de concreto) que se alzaba sobre el río y comenzó un proyecto paralelo de una nueva política de transporte público, además de la construcción de varios parques lineales y de zonas verdes en las calles.
Con los avances ambientales, la temperatura en Seúl cayó 3,6°C y hubo mejoras económicas en la ciudad. Hoy en día, las aguas que fluyen allí se bombean desde el río Han, otro que pasó por el proceso de descontaminación.
5. Río Han, Seúl (Corea del Sur).
El río Han está formado por la confluencia de los ríos Namhan y Bukhan, y en su paso por Seúl se une al río Imjin, el que a su vez desemboca en el Mar Amarillo. 514 kilómetros de longitud, de los cuales 320 son navegables, han sido siempre fundamentales para el desarrollo de la región, ya que provee de terrenos para la agricultura, comercio, transporte, ayuda en la actividad industrial y generación de electricidad.
Sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea, el río Han sufrió degradaciones, ya que es cuando comenzó a recibir la descarga de aguas residuales.
Por esto, en 1998, el Plan de Desarrollo y Gestión de Implantación de la Calidad del Agua, logró cambiar su destino. Con la revitalización del río Cheonggyecheon, Han también ha sufrido cambios y ahora se considera limpio porque incluso tiene algunas especies de peces.
6. Río Rin, varias ciudades de Europa
El río Rin, con aproximadamente 1.300 km de longitud, se origina en los Alpes suizos y atraviesa seis países europeos antes de desembocar en el Mar del Norte, en Holanda. Durante muchos años recibió los residuos procedentes de las zonas industriales, lo que lo llevó a ser conocido en 1970 como “la cloaca a cielo abierto de Europa”.
Uno de los principales incidentes de contaminación ocurrió en 1986, cuando 20 toneladas de sustancias altamente tóxicas fueron arrojadas al río por una empresa suiza. Por este motivo, los gobiernos de las ciudades afectadas se reunieron en 1987 y crearon el Programa de Acción del Rin, en el que invirtieron más de 15 mil millones de dólares para la construcción de estaciones monitoreadas de tratamiento de agua. El resultado es que actualmente el 95% de las aguas residuales de las empresas son tratadas y existen 63 especies de peces que viven allí.
7. Río Cuyahoga, Cleveland (EE.UU.)
Ubicado en el estado de Ohio, el río Cuyahoga tiene 160 km de longitud, pasa por el Parque Nacional Valle Cuyahoga y desemboca en el lago Eyre. Hoy en día es una parte fundamental del ecosistema de la región, siendo el hogar y la fuente de sustento para muchos animales. Sin embargo, la historia fue muy diferente en un pasado no muy lejano.
Debido a la actividad industrial masiva y el desagüe de las aguas residuales domésticas de Cleveland y Akron que terminaban en el río, éste estaba muy contaminado. Para empeorar las cosas, en junio de 1969, una mancha de aceite y otros productos químicos llegaron al río. Por estos factores, en 1970 se firmó la Ley Nacional de Protección del Medio Ambiente que permitió la creación de la Ley de Agua Limpia en 1972 , la que estipula que todos los ríos del país deben ser aptos para la vida acuática y para la recreación humana.
Desde entonces, Cleveland ha invertido más de US$3.5 mil millones en la purificación del agua de Cuyahoga y en sus sistemas de drenaje. En los próximos 30 años, la idea es invertir otros US$5 mil millones para mantener el buen estado de sus aguas.
8. Canales de Copenhague (Dinamarca).
Probablemente, la gran mayoría conoce a la capital danesa por ser un referente medioambiental. De hecho, hoy tiene una meta muy clara: ser en el año 2025 la primera capital del mundo en compensar sus emisiones de carbono.
Pero esto no siempre fue así, porque antes las tuberías llevaban el agua de lluvia hacia los ríos y canales, lo que lamentablemente se mezclaba con la red de saneamiento, una especie de transporte directo de los residuos a las aguas. Por otra parte, la era industrial en torno al río significó que gran parte de la basura terminara en sus aguas.
En 1991, se pudo concretar un plan de saneamiento de aguas y y de eliminación de las zonas industriales alrededor del río. Gracias a esto, los drenajes pluviales fueron reconstruidos y los depósitos de agua se establecieron en puntos estratégicos de la ciudad. La basura, a su vez, pasó a ser reciclada e incinerada .
Hoy en día los ciudadanos y turistas se pueden bañar en piscinas públicas y artificiales creadas por el gobierno.