La propuesta organizada por la WWF-Chile fue apoyada por el Gobierno durante su lanzamiento, y consiste en apagar las luces no esenciales de edificios y monumentos durante una hora el próximo 26 de marzo.
Cerca del mediodía de ayer jueves, en el Paseo Ahumada, en pleno centro de Santiago, se dio el lanzamiento oficial a la campaña “La Hora del Planeta”, evento mundial que busca crear conciencia en la población sobre el ahorro de energía, en el contexto de lucha contra el cambio climático.
Producida por la Organización Mundial de Conservación (WWF-Chile), cuenta con el apoyo del Ministerio de Medio Ambiente y de la Confederación de Estudiantes de Ciencias Ambientales (Cecades), y consiste en apagar, el próximo 26 de marzo, durante una hora (20:30–21:30), todas las luces no esenciales de edificios, monumentos y sectores icónicos de las ciudades.
En el lanzamiento, participaron el subsecretario de Medio Ambiente, Ricardo Irarrázabal, la secretaria regional ministerial (Seremi) de Medio Ambiente, Jessica Mualim, y Ricardo Bosshard, director de WWF-Chile. Acompañados por jóvenes voluntarios, quienes repartían folletos a los transeúntes, más preocupados de seguir su camino que de atender al noble “llamado de la Tierra”, pusieron un stand anunciando la realización de la campaña, junto con extender un gran lienzo, en donde los presentes podían estampar sus firmas y sus buenos deseos en pos del éxito de la campaña, y por el bien del planeta.
A FIRMAR
En plena calle, entre tanta gente acelerada caminando alrededor, un pequeño grupo se acercó a observar la escena, donde el subsecretario Ricardo Irarrázabal –vestido con la tradicional casaca roja del Gobierno– acompañado por la seremi y por Bosshard, todos “puestos con la camiseta” de la campaña, imprimieron sus firmas como compromiso del evento.
Entremedio, no faltó el ciudadano que le sacó en cara al subsecretario la aprobación de las centrales termoeléctricas. “¡No se olvide de las termoeléctricas, comprométase a no construir más termoeléctricas!”, le espetó el transeúnte, mientras que el subsecretario prefería conversar con el director de la WWF, ignorándolo. De pronto, aparece un carabinero detrás de la persona, suponemos, por el supuesto “peligro” que éste representaba para la “integridad” de la autoridad.
“Esta es la democracia que tenemos”, comentaba otro ciudadano en tono más bajo, indignado por el impertinente uniformado.
Por supuesto, no faltó el valiente ciudadano quien, aprovechando que todos los demás transeúntes apostados en torno al lienzo extendido en la calle, firmaban deseando sus buenos deseos por el medio ambiente y su adhesión a la campaña, estampó la leyenda “Protesta 11 de marzo contra Piraña”, ante lo cual fue rápidamente expulsado del lugar.
¿UNA HORITA SIN LUZ? ¡Y POR QUÉ NO SIN TERMOELÉCTRICAS!
Tal y cual ya lo había adelantado el anónimo ciudadano que le había sacado en cara la aprobación de termoeléctricas al subsecretario, el negro fantasma de estas centrales también cubrió el evento. Al respecto, Irarrázabal explicó que, respecto a las iniciativas que entren al sistema de evaluación ambiental “nuestra pega como Ministerio es que esos proyectos sean mejorados al máximo”.
En el caso de la central Castilla señaló, como todo un logro, que el seremi de Medio Ambiente de Atacama “exigió” a la central cumplir con la futura normativa ambiental sobre termoeléctricas “lo que nos pone a niveles mundiales en cuanto a estándares” añadió la autoridad. También agregó que se le había obligado a la empresa a eliminar una de las unidades de la central.
En todo caso, a no hacerse ilusiones, porque la unidad que se eliminará será la de generación diesel.
Por cierto, que la autoridad, como ya es costumbre, se refirió a medidas de ahorro de energía que afectan directamente a los ciudadanos, como baños más cortos y no malgastar la luz, dejando encendida la televisión. Hubiésemos deseado en todo caso, que hubiera dedicado algunos “consejos” y “tips” de ahorro de energía a las empresas mineras del norte de Chile, las que en conjunto con el sector industrial absorben más del 60% de la generación eléctrica nacional.
O bien, sería bueno pensar para el futuro, organizar algún “Día sin Termoeléctricas”, en donde por 24 horas dichas plantas dejen de funcionar, por el bien de nuestro planeta. Desgraciadamente, eso sería muy difícil, porque implicaría que el país se paralice, si es que de aquí a 2015 como se proyecta, nuestra matriz energética esté compuesta en un 70% de generación a carbón.
La “Hora del Planeta” es una buena campaña. Pero, tal y como dicen sus propios organizadores, es más bien simbólica, ya que lo que busca es generación de conciencia en torno al conflicto medioambiental.
Conciencia que, al parecer, aún no llega a las mentes de nuestras autoridades.
Por Christian Armaza Benavides
El Ciudadano